lunes, 12 de noviembre de 2012

The Other Boy Capitulo 13





Al otro lado del patio, Demi pudo ver la sombra del grupo regresando de su gira. -"¡Oh!, Dios mío, esto se ve maravilloso, maravilloso" dijo Anthony, revoloteando alrededor de la mesa como un niño emocionado. -"Bueno, estamos listos para comer. Tomen asiento", Mamá agitó las manos sobre la mesa. Todos caminaron arrastrando los pies, sacando las sillas y agitando las servilletas. Durante unos minutos, los únicos sonidos eran el tintineo de los cubiertos y el rumor de la brisa en los viñedos justo detrás de ellos, mientras la gente se concentraba en la comida. Joseph se sentó junto a Demi, y Ashley se sentó al otro lado de la mesa. -"Diana", dijo Anthony, poniendo el tenedor en el plato por un momento, "¡Todo esto es maravilloso, maravilloso! Voy a tomar un poco más de la ensalada de maíz" -"Aquí, sólo pásame el plato". La madre de Demi sonrió mientras repartía una generosa porción de ensalada. Paul y Patrick estaban discutiendo roble contra metal, frente a los depósitos de fermentación en un extremo de la mesa. Joseph miró a Demi. "Siempre negocios", dijo con una sonrisa. Ashley se volvió hacia Joseph. "Por lo tanto, sé que suena extraño, pero me pareces muy familiar. -¿Fuiste al “Campamento del lago Redwood”? 

-"Sí, lo hice", respondió Joseph, recogiendo un bocado de ensalada de maíz. -"Yo estaba pensando lo mismo de ti. Fui allí durante años, y luego me hice consejero antes del verano pasado" -"Espera ¡yo también!" Ashley rió. "Eso debe ser lo que pensaba". Demi se concentró en su plato. Perfecto. ¿Ahora tenía que escuchar a estos dos juntos? ¿Y como hizo esa chica para conseguir ese tono en sus brazos? Miró alrededor de la mesa. Cada rostro relajado y sonriente en la suave luz de las velas, mientras la gente comía, bebía y conversaba. Ella era la única que no estaba teniendo un buen momento y, aparentemente, la única persona en el planeta que no amaba, amaba, amaba al valle de Napa. Demi metió un bocado de carne de cordero en su boca y lo mastico de mal humor. Junto a ella, Joseph y Ashley seguían cayendo en el éxtasis de los recuerdos compartidos, del Campamento Roble o como fuera que se llamaba. "Recuerdas aquella chica Miriam, ¿la consejera de drama?"Joseph estaba diciendo. "Me encontré con ella en Colorado. Ella está saliendo con ese chico israelí, ¿Cómo era que se llamaba?” -“¡Itai! Oh, dios mío, hace tiempo que no pensaba en él” Ashley rió.

 -"Ey, ¿te acuerdas de que en un viaje en canoa…?". Joseph bajó la voz. Ashley  estalló en carcajadas, poniendo las manos sobre su boca. La cara de Demi se estaba poniendo caliente y podía sentir que apretaba su mandíbula. En realidad, fue realmente grosero por su parte contar chiste aquí mismo, en la mesa, pensó, torciendo la servilleta en el regazo. No es que le importara, porque a ella no le importo. Pero se podría pensar que si querían tener una extraña orgía del campamento leña, lo harían en otro lugar. Ashley debe haber sentido algo, porque rompió abruptamente su conversación con Joseph y se inclinó hacia Demi.

-“Entonces, ¿Cuándo has llegado a aquí?” -"¿Hmm?" Demi fingió que no había oído en un principio. -"¿Qué? ¡Oh!, ayer" Ella ofreció una sonrisa tensa. Luego hubo una pausa un poco torpe. Luego Ashley asintió. "Sí, yo acabo de llegar esta mañana" Más silencio… Demi sintió que por lo menos ella debería intentar tener una conversación, a pesar de que esta chica totalmente no lo merecía. -“Entonces, ¿Qué vas a hacer este verano?” Ella trato de sonar amigable. -"Estoy trabajando para mi tía. Ella tiene un establo aquí. Dirige paseos en caballo por los senderos para los turistas, en su mayoría.” -“Oh, Vaya” Demi asintió con la cabeza mostrando simpatía. 

-"Yo tuve que trabajar en la piscina del club de campo de verano. Lo odiaba" Ashley parecía confundida. -“Eso es… demasiado malo. Pero, Mmm..., mi trabajo es realmente increíble. Me encanta montar a caballo y, de esta manera, tengo que hacerlo cada día" -"Oh, sí. Por supuesto." Demi pretendió recoger la servilleta para cubrir su vergüenza. -¿Cómo se suponía que tenía que saber que dar paseos en caballo era un gran trabajo?” -“Eso, es genial” Joseph intervino. “Solo he montado un par de veces, pero fue muy divertido. -¿Ustedes chicos pueden galopar y esas cosas?” Demi estuvo callada por el resto de la comida. A su alrededor, la conversación fluyó sin esfuerzo, como el agua alrededor de una piedra. ¿Por qué se molestaría en ser sociable cuando todo el mundo lo estaba haciendo muy bien sin su ayuda? Ni siquiera tenía apetito para la torta de chocolate y almendras, aunque tuvo que admitir que parecía increíble. Ella sólo miraba los viñedos, dejando que la brisa y la luz de la luna que se reflejaba en las hojas brillantes de las uvas la calmaran. Finalmente, Patrick aparto la silla. -“¿Alguien quiere dar un relajante paseo?” El pregunto.

 "Creo que todos podemos hacer un poco de ejercicio después de esa comida maravillosa." Miró a su esposa. -“Todos adelántense” ella dijo. “Voy a limpiar un poco” El grupo se levantó de la mesa lentamente, reuniendo las envolturas y los vasos de vino. Diana comenzó a apilar los platos. -“Voy a ayudarte a limpiar, mamá” Demi se ofreció de voluntaria. Su madre levantó la vista, un poco sorprendida. -“¿No quieres…”? -“No, yo quiero ayudarte” No había forma, que pudiera pasar un minuto más con estas personas. Además, si se podía tener a su madre sola, sería la oportunidad perfecta para preguntar acerca de su cumpleaños. -“Esta bien, cariño. Primero llevemos los platos” Demi recogió la vajilla utilizada y la arrojó en un plato vacío. Luego se abrió paso por el césped oscuro y fresco, hacia el cálido resplandor de la cocina.

En el interior, Diana comenzó a llenar el fregadero con agua jabonosa, para lavar los platos. Demi envolvió algunos restos de torta. -"Bueno, creo que todo salió bien", mamá charlaba, chapoteando con la esponja. "Me encanta la receta de ensalada de maíz, pero ¿qué piensas acerca del maíz blanco, Demi?" -"Mamá," Demi interrumpió. Su madre dejó de hablar y la miró. Demi respiró hondo. Tendría que proponérselo con cuidado. “Sabes, que mi cumpleaños es el mes próximo…” -“Creo que yo podría recordarlo” la madre de Demi le regaló una sonrisa, a medida que clavaba trozos de pepino en el cubo de la basura. Demi respiro hondo. -"Yo estaba pensando que tal vez podría ir a la ciudad, sólo por ese fin de semana, para celebrarlo". Su madre se puso tensa, pero Demi se adelanto. "Podría quedarme con Selena" -"veremos," la madre de Demi la cortó. "Vamos a ver qué pasa aquí, antes de hablar de algún privilegio".

 El plan de Demi se tambaleaba en una cornisa muy peligrosa. -"Lo sé, pero yo estaba pensando que si me quedaba… ". -"He oído esa parte. Y también la parte en que nos dijiste a tu papa y a mí que serias completamente responsable si te dejábamos sola todo el verano. Y me parece, que recuerdo haber visto los muebles del patio flotando en mi piscina y una sala llena de adolescentes menores de edad derramar la cerveza en el sofá de cuero. Déjame hablar con tu padre.” Bammm. El plan se cayó al suelo y se rompió en mil pedazos. Su padre nunca la dejaría ir. La madre de Demi lanzó la gran cacerola en el agua jabonosa. -"¿Quieres ir al porche?", Dijo, levantado la voz sobre el sonido de los grifos. "Creo que todavía hay algunos vasos vacíos por ahí, todo el mundo estaba sentado al frente, antes de la cena."

Demi asintió con la cabeza y se arrastro lentamente a través de la oscura sala de estar y el hall hacia la puerta de entrada. Ella luchó para contener su decepción. Haber conocido alguna posibilidad de celebrar su cumpleaños en San Francisco fue dudoso, pero siempre hay una oportunidad. Tal vez debería haber esperado más tiempo. Eso fue todo. Tendría que haberlo pedido más tarde, después de que vieran su mejor comportamiento. En el porche no había luz, pero cuando sus ojos se adaptaron, pudo ver lo suficiente como para recoger los vasos de vino esparcidos en una bandeja. Comenzó a bajar por los escalones del porche, y acababa de doblar el lado de la casa cuando oyó a alguien hablando. Sonaba como que la voz venía del frente, donde ella acababa de estar. Ella se detuvo, escuchó y se dio cuenta de que la voz era de Joseph.

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