-¿De qué te ríes?
-¿De veras quieres
saberlo?
Ella se puso también boca
abajo y se apoyó en los codos. Se sentía atraída hacia aquel hombre, y no podía
entender por qué le parecía tan natural estar tumbada junto a él, observándole.
Nick tenía la vista fija en su generoso busto,
y cuando ella hizo ademán de moverse, la detuvo.
_No vas a quedarte embarazada
porque te mire -murmuro. ,
-Eres un hombre horrible
-replicó Miley altivamente.
-Sí, pero soy mucho menos
peligroso que cualquiera de los hombres que viven aquí. Digamos que soy un mal
menor. , No voy a seducirte.
-Como si algún hombre
tuviera esa intención -dijo ella, echándose a reír.
-Si lo estuviéramos en un
lugar; público, te daría un curso intensivo de seducción. Acaba de pasarme algo
que me ha traspasado hasta la médula, y tú tienes la culpa.
Miley se le quedó mirando
con los ojos muy abiertos, tratando de convencerse de que no había oído aquella
última frase.
-Ya veo que me has,
entendido -dijo él, sonriendo perezosamente-. ¿Qué pasa, tan protegida has
vivido siempre?
-Sí contestó Miley-. Tú
no, ¿verdad?
-Efectivamente. Podría
hacer que te saliesen canas si te contase la historia de mi vida. Sobre todo
-añadió sin parpadear-, la parte que se refiere a las mujeres.
-No eres nada...
romántico.
-No. De vez en cuando
tengo necesidad de una mujer para calmar mi instinto sexual. Pero es lo único
que es: sexo, sin ilusiones.
-Tiene que haber una razón
-dijo Miley suavemente. Él asintió.
-Yo tenía veinticuatro
años y ella veintiocho. Era una mujer muy experimentada y bella como un"'a
diosa. Me sedujo en la cubierta de un yate, y, a partir de entonces, habría
sido capaz de morir por ella. Pero era cara, y yo estaba enloqueciendo... Al
final vendí todo lo que tenía para Comprar su fidelidad.
Hizo una pausa y continuó:
-Yo había ayudado a mis,
padres a comprar una casa con el dinero que ganaba... -titubeó un instante sin
llegar a explicar cómo ganaba aquel dinero--.Y llegué hasta hipotecarla. El
banco ejecutó, la hipoteca. Mi padre, que había puesto los ahorros de toda su
vida para contribuir al pago de la casa, murió de, un ataque al corazón poco
después. Mi madre me echó la culpa de ello, ya que le había arrebatado algo por
lo que él había trabajado durante toda su vida. Mi madre murió seis meses más
tarde.
Cogió un puñado de arena y
la dejó que se escurriera lentamente entre los dedos.
-¿Y aquella mujer?
-Encontró otro idiota
-:¡-repuso él, sombríamente-. Uno con más dinero. . .
-Lo siento. Comprendo que
estés desengañilado, pero...
-Pero no todas las mujeres
son insensibles y mentirosas –la interrumpió él-, ¿no es eso?
-El único novio que he
tenido me engañó con otra chica -replicó Miley.
_Qué tórrida historia
debió ser -dijo él con sorna.
_ Y o le quería, pero a él
le interesaba más la satisfacción física que un amor para toda la vida. .
_Eso le pasa a muchos
hombres.
_Supongo que sí -dijo
ella, dándose la vuelta y tumbándose boca arriba-. De todos modos, he decidido que
me gusta estar sola. 'Es mucho más seguro.
-Me desconciertas -admitió
Nick.
-¿Por qué? ¿Porque no
tengo experiencia?
Él asintió.
-En mi mundo no hay sitio
para la experiencia. Para mí eres un ser curioso.
-Sí. Lo mismo que tú para
mí.
Nick le apartó el pelo de
la cara con sus manos fuertes y callosas, que parecían habituadas al trabajo
duro. A Miley le gustó sentir aquella aspereza en la piel. Él le miró el escote
del traje de baño y observó su reacción. La tela era muy fina y las puntas de
los pezones se hicieron tan evidentes como su respiración agitada.
Miley hizo ademán de
cubrirse con los brazos, pero él la disuadió con la mirada.
-Es algo tan natural como
respirar -le dijo con un tono de voz que apenas se destacaba por encima del
rumor de las olas-. Es muy halagador. No te dé vergüenza.
-Me crió una tía solterona
-le explicó ella-. Me enseñó que...,
Nick le puso un dedo sobre
los labios.
-Ya me imagino lo que te
enseñó -replicó, mirándole la boca-. Me gusta tu boca, Miley. Me gustaría
besarte.
La idea era emocionante..
Ella se fijó en sus labios. El de arriba era fino y el inferior grueso y
sensual.
-¿Te han besado mucho? -le
preguntó Nick.
-Una o dos veces -repuso
ella, intentando bromear. -¿En la boca?
Miley tuvo la 'impresión de
que el corazón iba a salírsele del pecho. Y todavía fue peor cuando sintió
el roce de sus dedos deslizarse por su
cuello, su clavícula, y llegar hasta sus pechos.
-Es impresionante, ¿eh?
-murmuró él-. No hay nadie cerca, nadie puede vemos -añadió en tono
tranquilizador.
Sonrió maliciosamente
mientras deslizaba los dedos por debajo de la tela del bañador. El cuerpo de Miley
reaccionó violentamente ante aquella provocación. Y Nick tenía demasiada
experiencia como para no saber exactamente qué era lo que ella sentía.
-Una piel como la seda
-musitó él Miley quería más. Quería que le acariciase los pezones; quería ver
cómo lo hacía, ver cómo la poseía con aquellas manos encallecidas y expertas.
-Si sigues mirándome así,
me voy a olvidar por completo de si hay espectadores o no.
Miley se sintió temeraria
y vulnerable. Cuatro días en los que atesoraría recuerdos para toda una vida,
pensó amargamente. Todas sus amigas estaban casadas, todas tenían un poco de
felicidad. Todas menos Miley. Ella no la había tenido nunca. Y ahora aquel
hombre que podía haber conseguido a cualquier mujer de la playa estaba jugando
con ella, divirtiéndose al verla tan indefensa... y ella le dejaba.
Sus ojos se ensombrecieron
y, al notario, Nick murmuró: -No. No estoy jugando.
Ella se mordió el labio
inferior para contener las lágrimas.
-Sí, sí que juegas. Tú... ,
Los labios de Nick se
apoderaron de los suyos, impidiéndole continuar.
-Calla -murmuró, besándole
los párpados-. Nadie puede vernos.' .
Sus manos 'se deslizaban
por debajo de la tela del bañador más y más adentro.
-Nichola -dijo ella,
aferrándose a sus hombros.
Nick dudó un instante. La
miró a los ojos y preguntó: -¿Es la primera vez?
-¿No resulta evidente?
-contestó ella.
Nick le cogió la cara
entre las manos y la 'besó con una ternura que no sentía desde que era un niño.
-Gracias, gracias.
No pudo soportado. La
gratitud de Miley le hacía daño.
-Hablas como si tuviera que hacer un esfuerzo
para acariciar te -le dijo-. Si supieras más de los hombres, te darías cuenta
de que tú me excitas mucho más a mí que yo a ti.
-¿Yo? -repitió ella con
los ojos brillantes.
-Sí, tú.
Miley esbozó una sonrisa,
y él se quedó maravillado al verla repentina belleza que cobraba su cara.
Se apoyó en un brazo y con
el otro le acarició el pelo con aire ausente.
-Me gustan tus piernas
-dijo por fin.
-¿De verdad? Y ó creo que
soy muy desgarbada.
.-Eres muy sincera,
¿verdad? -replicó Nick por segunda vez en aquel día-. Quizá yo también debiera
serlo y decirte que en principio no me importa que me mires, pero que...
dioa mori x.x
ResponderEliminarcon este cap tan revelador & emocionante !!!
omg! me encanto :D
otra maraton!otra maraton!
otra maraton!otra maraton!
otra maraton!otra maraton!
por favorrrrrrrrr.....................