—Como iba diciendo, Demi es bonita, pero también tiene mucho
corazón. No se asusta cuando hay un trabajo que hacer. Sí, señor. Cuando es
necesario, seguro que lo da todo hasta que ya no le queda nada dentro… como un
auténtico Mustang —la voz de Whiskers adquirió un matiz de desagrado cuando
siguió hablando—. Sin embargo, Nicole era una auténtica pura sangre. También
era una auténtica belleza, sin duda, pero veleidosa y temperamental como el
diablo. La más mínima cosa podía alterarla.
—Olvidas algo —dijo Joe.
Whiskers se rascó la cabeza.
—¿Qué?
—Que no necesito ninguna mujer. Soy feliz con mi vida tal como
es. Tengo a Ryan y el rancho…
— ¡Para el carro! A Ryan y a ti os sobra sitio en esta casa. Una
casa de este tamaño necesita un montón de niños. Y necesitas una pequeña como Demi
a la que arrimarte para conseguirlos.
Joe miró al viejo cocinero con expresión horrorizada.
— ¿Es que has perdido la cabeza, Whiskers? Apenas hace
veinticuatro horas que la conozco.
—Y la temperatura te ha subido considerablemente desde entonces.
Joe apretó los dientes y luego mintió entre ellos.
—Eso no es cierto. Por lo que a mí se refiere, Demi Lovato es
una empleada más… como Brad y los otros.
Whiskers se puso en pie moviendo la cabeza.
—Nunca creí que llegaría el día en que podría llamar mentiroso a
Joe Jonas.
Sin decir nada, Joe dejó su taza en la mesa, se levantó y salió
de la casa. Se detuvo en medio del patio con los puños apretados. Respiró
profundamente para calmarse.
Pero lo cierto era que lo que lo había enfadado no era que
Whiskers lo hubiera llamado mentiroso, sino la verdad que había en sus
palabras. Las observaciones del viejo habían dado en el clavo. Estaba hecho un
manojo de nervios desde que Demi había llegado, y no le gustaba en lo más
mínimo que fuera tan obvio.
Demi acortó la cuerda hasta que Satin se hizo más manejable. Le
hizo girar a su alrededor unos minutos más y luego lo ató a un poste para
cepillarlo. Reconocía los indicios de una mente activa y de un exceso de
energía. Pero, a diferencia de otros caballos que había adiestrado, Satin no
era rebelde ni difícil.
Tendía a volverse agresivo y a atacar cuando estaba excitado o
asustado, pero eso se debía a que era un semental criado libremente en los
pastos, no a que odiara a los humanos. Cuando aprendiera que no había nada que
temer, lo convertiría en todo un campeón.
—Hola —saludó al ver a Joe junto a la valla.
— ¿Cómo han ido las cosas esta mañana? —preguntó él después de
que Demi dejara al caballo en el pequeño pasto que había tras el corral.
—Bastante bien. Es un animal con mucho potencial.
—Parece haberse adaptado bien.
—Suele suceder con estos caballos si consigues que no se
aburran. Por eso prefiero un programa variado para caballos como Satin. Su
temperamento no puede soportar la monotonía de constantes ejercicios de
repetición.
— ¿Qué tienes planeado para esta tarde?
—Nada —contestó Demi mientras salía—. Ya ha tenido suficiente
por hoy. Mañana repetiré lo que ha aprendido hoy e introduciré un par de
actividades nuevas —se encogió de hombros—. Mañana no trabajaré con él mucho
más de media hora.
Joe frunció el ceño.
— ¿No será una pérdida de tiempo?
—No —Demi se encaminó hacia la casa—. Es una precaución.
Joe la sujetó por el brazo.
—Ya que soy yo quien paga, ¿te importaría explicar eso con más
detalle?
Demi sintió un inmediato cosquilleo donde Joe la estaba tocando.
¿Por qué no le dejaba hacer su trabajo en paz?
Lo miró un momento a los ojos antes de liberarse de un tirón de
su mano y seguir caminando.
—No me has contestado. Quiero saber por qué vas a malgastar la
tarde.
Demi necesitaba escapar de su inquietante presencia para
recuperar el equilibrio. Pero Joe no parecía dispuesto a cooperar.
Se volvió de nuevo hacia él.
—Satin tiene una gran energía, tanto física como mental —dijo,
tensa—. Eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de planear su entrenamiento —al
ver que Flint fruncía el ceño, expelió el aliento con exasperación—. ¿No dirías
que eres una persona con mucho empuje?
—Sí, pero…
— ¿Te gustaría tener un trabajo en el que tuvieras que hacer la
misma tarea repetitiva día tras día?
—Lo dejaría.
—Exacto. Te frustraría la falta de reto mental —Demi señaló el
pasto—. Satin es así. Hay que mantenerlo interesado para que se concentre en lo
que debe hacer.
Joe rio.
— ¿Quieres decir que ejerces de psicóloga con los caballos?
Demi sintió ganas de darle una bofetada.
—Si yo estuviera en tu lugar no lo encontraría tan divertido, Jonas.
Por lo que he visto hasta ahora, no puede decirse que tus hombres y tú hayáis
hecho precisamente un buen trabajo con él.
Joe dejó de sonreír al instante.
— ¿Qué se supone que quiere decir eso?
Demi sonrió con dulzura.
—Has tenido que recurrir a mí, ¿recuerdas? Evidentemente,
llegaste a la conclusión de que adiestrar a Satin es una tarea que supera tu
limitada experiencia —se encaminó hacia la casa—. Deja que me ocupe a mi manera
de su adiestramiento y tendrás un campeón. Interfiere y tendrás un caballo
normal y corriente.
Joe se quedó clavado en el sitio. Vio cómo se alejaba Demi hacia
la puerta trasera de la casa, pero no se atrevió a moverse por temor a
explotar. Prácticamente había sido criado en una silla de montar y aquella
mujer se había atrevido a calificarlo de novato y pardillo.
Giró sobre sus talones y se encaminó al establo. Ensilló uno de
sus caballos favoritos y luego cargó en las alforjas las herramientas
necesarias para arreglar la valla.
Cuando salía del establo se encontró con Brad.
— ¿A dónde vas? —preguntó el capataz, extrañado—. Es la hora de
comer.
—Al diablo con la comida —gruñó Joe, y puso el caballo al
galope.
Revisaría el vallado del rancho y trataría de encontrar alguna
pista de los cuatreros. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de
olvidar que había oído hablar alguna vez de Demi Lovato.
Llegó al rancho cuando ya había anochecido. Agotado, desmontó y
condujo al caballo al establo.
Había recorrido todo el rancho y, aparte de arreglar el vallado
donde hacía falta, no había encontrado el más mínimo rastro de los cuatreros.
Había logrado liberarse de su rabia, pero no había conseguido olvidar a Demi y
lo que le hacía sentir. Aquella mujer tenía la increíble habilidad de
enfurecerlo hasta el punto de hacerle desear ahogarla a la vez que lo ponía
duro como el granito.
Pero, en el fondo, sabía que no estaba tan enfadado con ella
como consigo mismo. Por alguna razón incomprensible, encontraba increíblemente
sexy y excitante que se enfrentara a él y lograra mantener su punto de vista.
Lo trataba como a un igual y utilizaba la lógica y el
razonamiento para imponer sus opiniones. Y eso era lo que lo desequilibraba. No
estaba acostumbrado a encontrar aquellas cualidades en una mujer. Su ex esposa
nunca las poseyó. Nicole solía recurrir a las lágrimas y las pataletas para conseguir
lo que quería.
Brad entró en ese momento en el establo.
—Tenemos que hablar, Joe.
Joe observó la expresión tensa de su capataz. Fuera lo que fuese
lo que tuviera que decirle, sería mejor oírlo con una copa en la mano.
—Deja que primero me lave. Me reuniré contigo dentro de un rato
en el estudio.
—Yo iré sirviendo el whisky —dijo Brad, y salió del establo.
Unos minutos después, Joe estaba sentado tras su escritorio, con
un vaso en la mano.
— ¿Robaron más ganado anoche?
Brad asintió, serio.
—En el pasto este. Odio decirlo, pero me temo que hay alguien
implicado en el rancho.
El humor de Joe se ensombreció.
—No hay otra explicación. Quien sea que esté robando el ganado
debe tener alguien dentro que le pasa información. Hasta ayer por la tarde no
decidí llevar ese rebaño al pasto este.
Después de un momento Brad continuó.
—Lo que no sé es de quién pueda tratarse. Todos los muchachos
llevan bastante tiempo con nosotros, y hasta ahora no he oído quejas respecto
al trabajo ni al salario. Si alguno de ellos se trajera algo raro entre manos,
ya me habría enterado.
—Sea cual sea la razón, lo que está claro es que alguien
pretende destruir el Rocking M —dijo Joe desapasionadamente—. Y de paso, a mí.
hola vanessa ... soy una nueva lectora... la nove esta espectacular e interesante... no dejes de subir porfa...
ResponderEliminarpor cierto la nove LA INOCENTE NOVIA DEL JEQUE me encanto fué muy romántica ... me super fascina la pareja JEMI... espero que seamos amigas... desde hoy me declaro tu FAN... :D
oh muchas gracia por leer mis novelas y claro que si podemos ser amigas
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