jueves, 23 de agosto de 2012

Unas Locas Vacaciones Cap 27




Miley no estaba segura de cómo había esperado que fueran los amigos de Nick, pero cuando éste le presentó a J.D., a Gabby Brettman y a Apollo Blain, la cara que puso debió
Traicionarla
-¡Eh! -dijo Apollo, estrechándole la mano a Miley-. ¿Qué te había dicho, J.D.? Miley esperaba que fuéramos como los soldados que aparecen en la portada de la revista Mercenarios.
Miley se sonrojó y se echó a reír.
-Bueno, es que hasta ahora no había visto nunca a unos mercenarios profesionales. En fin, por lo menos no esperaba veras con la ropa de camuflaje.
-Hombre, eso me supongo que no -replicó Apollo, soltando una risita.
Ella bajó los ojos tímidamente.
-Animales -dijo Nick, abrazando a Miley por los hombros-. Debería daros vergüenza.
-Bueno, es que somos curiosos -intervino J.D.
-Claro que lo somos -le secundó Apollo-. Al fin y al cabo, hacía falta toda una mujer para cazar a Nick, ¿no os parece?
-Yo estoy completamente de acuerdo -repuso Gabby-.
Ven, Miley, échame una mano en la cocina mientras estos tres hablan de negocios.        ..
-Creo que será lo mejor -dijo Miley-. Al menos sé distinguir mejor una patata de un cogollo de lechuga que un AK-47 de un UZI.      .
Nick le sonrió cariñosamente.
-¿Qué puedo hacer? -preguntó Miley, entrando en la cocina con Gabby.
-Puedes contarme cómo lo has conseguido -exclamó Gabby con una sonrisa radiante-. ¡Nick casado! ¡Sinceramente, J.D. y yo casi nos desmayamos al enteramos!
-Es. Una larga historia dijo Miley, sintiendo que tenía una amiga en Gabby-. No se trata de amor, ya sabes -añadió, sentándose en una silla.
Gabby se la quedó mirando.
-Para ti sí lo es. Eso se ve. ¿Eres feliz Con él?
Todo lo que se podía esperar. Es muy atento y cariñoso conmigo, y quiere tener el niño, pero no me puede querer.
Gabby sirvió dos tazas de café y le tendió una a Miley. Luego miró el reloj del horno de microondas y se sentó en la mesa junto a Miley.    .
-¿Sabes lo de Melissa?
Dani supo instintivamente a quién se refería.
La mujer que le abandonó.
Gabby asintió.
-Yo no debería saberlo, pero es que una vez que Nick resultó malherido, le contó toda: la historia al.D. Nick no lo sabe. J,D. no se lo ha dicho. Esa mujer...
-Me lo ha contado todo -dijo Miley-. Se quedó deshecho cuando vio que yo estaba embarazada.
-¿Sabías cuál era su trabajo cuando te casaste con él?
-No. Lo descubrí cuando unos hombres secuestraron el avión en. el que veníamos de Méjico
-Qué manera tan curiosa de descubrirlo.
-Sí. Él pensó que podíamos intentarlo, llevando cada uno nuestra vida, pero yo no acepté Preferí dejarle. Unas cuantas semanas después descubrí que estaba embarazada. Nick volvió...
-Me acuerdo de la primera vez que oí hablar de Nick -dijo Gabby-. Martina, la hermana de J.D., había sido secuestrada por unos terroristas y fuimos a Italia a ocupamos del resto. Nick era el mediador. J.D.no me lo presentó. Me explicó que Nick Odiaba  las mujeres.
-Eso me contó a mí -replicó Miley, sonriendo-. ¿Cuándo le conociste?
-En la boda, cuando me casé con J.D. No era en absoluto como yo me había esperado. Al principio me ponía nerviosa cuando estaba con él. Después le fui conociendo... todo lo que       él deja que la gente le conozca.
Hizo una pausa y continuó:
--Me habló de ti la otra vez que estuvo aquí. Quería saber como me habría sentido yo si hubiese estado embarazada y l.D no hubiese querido abandonar su antiguo trabajo. Yo me eché a llorar.
-Ya he llorado bastante -dijo Miley-. No sé qué hacer.
Comprendo que no tengo derecho el pedirle que cambie su vida por mí. Pero no. puedo vivir sabiendo lb que hace. Estoy loca por él, me moriría si le ocurriese algo.
-Eso es lo que yo siento por l.D. -replicó Gabby-. Te envidio por lo del niño -añadió con una melancólica sonrisa-.
l.D. y yo lo hemos intentado... Pero parece ser que no puedo quedarme embarazada.   
-Pues yo tengo una amiga que al principio no se quedaba embarazada -dijo Miley acordándose de 'una amiga de otros tiempos-. Pero, a los cinco años  de casarse tuvo trillizos y, al año siguiente, mellizos.   .
-¡Qué perspectiva tan maravillosa!
-¿Qué es todo ese alboroto? -preguntó l.D abriendo la puerta de la cocina-.¿ Vamos a cenar esta noche? -añadió, dirigiéndose a Gabby.
Ella se levantó y le dio un beso.
--Sí, claro que vamos a cenar, pozo sin fondo. Y nos estábamos riendo al hablar de unos trillizos.
-¿Qué?
-Ya te lo contaré después. ¡Vamos a cenar!
Era tarde cuando Miley y Nick llegaron al elegante apartamento que éste tenía cerca del lago'. Ella no se había esperado tanto lujo, aquello era algo que subrayaba aún más la diferencia que había entre cómo vivía cada uno. Durante la cena la conversación había versado inevitablemente sobre los viejos tiempos y sobre camaradas, a quienes Miley no conocía. Y después se habló del trabajo que Apollo le había ofrecido a Nick, y Miley escuchó atentamente mientras lo describían. No era tan peligroso como lo que había estado haciendo hasta ahora, desde luego.
No había ni la mitad de riesgo. Tendría que acostumbrarse a ello, pensó y lo lograría si se .lo proponía.
-No creo que pueda a acostumbrarme a un trabajo de oficina -le dijo Nick, adivinando sus pensamientos.
-Sí, ya lo sé.
-Pero lo voy a intentar -añadió él.
-Yo no te voy 'a pedir más. Me conformaré con lo que puedas darme. Me... queda muy poco orgullo.
Suspiró profundamente y añadió:
-Me gustaría irme ya a la cama, Nick. Estoy muy cansada. -Sí, ha sido un día muy largo. Puedes escoger el dormitorio que quieras.
 Miley se le quedó mirando y abrió la boca para decir algo, pero cambió de opinión y se dio media vuelta.      
-Miley...
-¿Sí? -contestó ella sin volverse.

-Mi habitación es la primera puerta a la izquierda. La cama... es lo suficientemente grande para los tres.
-Si no te importa... -murmuró ella con los ojos llenos de lágrimas importarme! -exclamó Nick, acercándose a ella y abrazándola.
La besó ansiosamente, devorándola.
-¿Ahora? -preguntó él con voz temblorosa.
 -Ahora -gimió ella.  
 Miley se estremeció de alegría mientras él la cogía en brazos y la llevaba a su dormitorio.

Dos semanas después Miley tuvo que volver a Greenville para una nueva revisión médica y para contratar a alguien que ayudara a Demi en la librería. Nick volvió con ella, aprovechando que era fin de semana. Pero tenía que ir a Chicago el lunes para asistir a un congreso.
 No me gusta nada tener que dejarte así dijo Nick, paseando la mirada por el apartamento.
Miley se había convertido en una parte tan esencial de su vida que le resultaba extraño separarse de ella.
Ella tampoco quería aquella separación, pero todavía no te
nía médico en Chicago, y además, quería asegurarse de cómo iba su embarazo.
-No te preocupes por mí -replicó, acompañándole a la puerta-. Estaré bien. Las noches se me harán eternas, pero ya me las arreglaré -añadió en tono burlón.
Nick no sonrió. Le acarició la mejilla. Era por el niño por lo que se sentía incómodo, se dijo. Sólo por el niño
-Volveré pasado mañana. Pasaremos el restó de la semana aquí, poniendo las cosas en orden. Dile a Demi que he dicho que te cuide
-Sí -repuso Miley, sonriendo--. ¿No me das un beso de despedida? .
Él la atrajo hacia sí y le cubrió la boca con la suya. Era como volar, pensó cerrando los ojos y saboreando sus labios. Volar, flotar. Se le iba la cabeza. Por fin levantó la cabeza y observó su mirada de adoración. Ahora ya no le molestaba aquella expresión. Quizá es que se había acostumbrado a ello.
-Pórtate bien -le dijo--. Y ten cuidado con esos escalones, ¿vale?
-Vale. Adiós.
-Adiós.
Le acarició el pelo y se marchó. Miley  cerró la puerta y entonces se dio cuenta de que no se había sentido tan sola desde que sus padres la abandonaron.



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