viernes, 17 de agosto de 2012

Unas Locas Vacaciones Cap 21




Había algo en su cara; una especie de ternura. Miley se pre­guntó qué le habría hecho aborrecer la idea de tener un hijo.
Él le subió la blusa hasta la barbilla. Miley se quedó inmóvil cuando vio que Nick se fijaba en los sutiles cambios que ha­bían experimentado sus pechos;"
-Están más grandes -susurró él-. Y aquí más oscuros
-añadió, acariciando la zona a la que se refería.
-Pequeños 'cambios -dijo Miley, luchando por respirar-. Todo ello aumentará según avance e! embarazo

. Mi cuerpo se está preparando para poder alimentar al niño.
-Yo creía que las mujeres ya no se ocupaban de eso.
-Yo quiero hacerla todo -dijo Miley, sonriendo. Me en­canta. Estar embarazada, quiero decir. No he tenido nunca a na­die mío por quien preocuparme, a quien querer. Él será todo mi mundo. Le cuidaré cuando esté enfermo y jugaré con él cuando haya crecido. Le llevaré conmigo a todas partes. Le...
Bajó los ojos al ver la expresión de Nick y añadió:
-Lo que dijiste de ayudarme a mantenerlo... No es necesa­rio. Yo vivo desahogadamente con la librería. Puedo ocuparme de él. Será responsabilidad mía.
Miley no se había sentido nunca tan solo' ni vacío en toda su vida. Ella no le quería. Eso era lo que acababa de decide.

Le bajó la blusa y dijo: -Serás una buena madre.
-Siento que te hayas enterado de esta manera,  murmuró Miley-. Te habría escrito, pero ni siquiera tenía tu dirección. Nick se levantó y se acercó a la ventana. Parecía tan solo, tan perdido...
-¿Te... han herido? -preguntó ella.
-Unos pocos rasguños.     
Se quedó mirando durante unos segundos el cigarro que aca­baba de encender y luego volvió los ojos a la ventana. NO, había hecha nada bien desde que había bajada de aquel maldito avión.

Hubiera querido, hablar de reconciliación, pera, Cuando había visto que estaba embarazada, había perdida las estribas. Había sido' par las recuerdas, por supuesto; le habían obsesionado durante mucha tiempo'. Quizá can el tiempo' había sacada de quicio' todo aquel asunto

Se volvió hacia Miley y le inquietó su aspecto_ Aquella mu­jer, Demi, había hablado de la cansada que estaba Miley. Y tenía razón. Estaba agotada: El aire radiante que tenía cuando' entró en la librería había desaparecida. Y él, can su fría actitud y sus estúpidas acusaciones, había sido' la causa. Había vuelto a hacer daño a Miley. Otra vez. y sin pretenderla. ,-Respecta a lo que te dije antes -dijo' can aire vacilante-.
Bueno, 'sé que el niño es mía.
-¿Sí? –replicó Miley, incorporándose-. Pues podría haber  tenido una legión de amantes desde que te fuiste.
-Había venida para ver si podíamos salvar nuestro ma­trimonio.
-¿Y ahora?
_Ahora no, sé.
 Miley se levantó de la cama y replicó
 -Yo no, he cambiado de opinión, aunque, tú hayas cambia­do la tuya, Es la' único que pueda hacer para sentirme capaz de llevar la librería y poder así mantener al niña. Ahora misma no, podría soportar ninguna presión adicional. Confió en que lo entiendas.
-¿Estás segura de que es un niña?

-Sí. Me han hecho análisis y exploraciones Nick se sentía raro. Un hijo. Un pequeñín que quizá se pa­reciese a él. Se quedó mirando a Miley como si no, la hubiera vis­ta nunca, fijándose en cada línea y en cada curva de su cuerpo.
-No' pongas esa cara de preocupación, Nick, nO, vaya pe­dirte nada. Y ahora, si ya has dicha todo lo que tenías que de­cir, tenga trabaja que hacer. Te daré el nombre de mi abogado...
-¡No! -:-exclamó él.
NO, podían, divorciarse. ¡Maldita sea, ni siquiera quería pen­sar en ella! Ella iba a tener un hijo suyo Y él no quería!
-'No quiero vivir contigo -:-dijo' Miley obstinadamente.
-Ya querrás.
-Tendrás que obligarme.
Me gustas -:-dijo' él-. Te la digo sinceramente. Sin en­gaños, sin trucas, sin rehuir las dificultades. Eres toda una mujer.
NO" pensó Miley, no iba a dejar que la convenciese tan fácilmente.
-¿Te acuerdas de mí? -le preguntó fríamente-:-. Soy una solterona anticuada.
Nick tiró el cigarra y se acercó a ella can un brilla en los ojos que la hizo' retroceder.
-Una solterona anticuada muy atractiva, muy deseable. Y no, quiera el divorcio. Te quiera a ti.
-Pues no, estay en venta -replicó Miley, reculando hasta que la pared la obligo a detenerse-. Vete de aquí. Vete a volar algo. '
-La verdad es que no, me ocupo de volar nada  dijo Nick, poniéndole un brazo al lado y aprisionándola así contra la pared-. Ya me dedica más a cuestiones de logística y estrategia.
-De todos modos acabarán matándote.
- También podría atropellarme un coche cuando' baje a la calle -replicó él, encogiéndose de hombros.
-No tan fácilmente.
Te desea -murmuró Nick.

-Sí, ya la sé, pera el desea no es suficiente. Me dijiste que no, te volverías a enamorar nunca más, así que la única que me ofreces es tu cuerpo', y entre guerra y guerra. Es un cuerpo' ma­ravilloso, y en la cama eres la que toda mujer desea. Pera me estás pidiendo que viva con la muerte día tras día, y no puedo.
Antes de que él pudiera responder, Miley le cogió una mano y le hizo posarla en su vientre.
-Llevo a tu hijo dentro. No puedo vivir con el miedo Constante de perderos a los dos.
-No te entiendo -dijo Nick, frunciendo el ceño. -Nichola, podría 'perderlo.
-¿Es posible eso?
-Soy fuerte. Y el niño también. Pero no hay garantías. -¿Te... asusta pensar en perderle? -preguntó Nick.

. -¡Desde luego que sí! -exclamó ella.
Nick estaba pensando en otra mujer, en otro tiempo, y se maldijo a sí mismo por aquel lapsus. Miley quería tener el niño. Estaba escrito en su cara.
-No puedo preocuparme por él y por ti -añadió Miley en tono cortante. Y él se merece una oportunidad.-Tú ya eres bastante mayor para cometer tus equivocaciones, pero yo soy responsable de él.
Nick se la quedó mirando durante un momento. Después se apartó de ella con un suspiro y encendió otro cigarro.

-Llevo muchos años haciendo este trabajo -dijo él al cabo de un minuto, mirando al suelo--. Es lo único que sé hacer. -No te estoy pidiendo que cambies -replicó Miley.
-Estamos casados.
-Podemos divorciamos.
-¡Es que no quiero ese maldito divorcio! -exclamó él rabiosamente
Miley se le quedó mirando con aire desconsolado, buscando las palabras adecuadas.
-Supe que serías un problema desde el momento en que te vi -dijo él amargamente-. Una librera provinciana con el cuerpo y el alma de un ángel. ¿Tendría que morir para librarme de ti?
Ella sonrió tristemente.
-Bueno, míralo de esta manera, así no tendrás que luchar más con otros hombres.       . .
-Ahora mismo tienes un aspecto que... -empezó Nick. -Ahora mismo estoy embarazada -le interrumpió ella-.
Dentro de dos o tres meses más pareceré un globo.
-Para mí no -replicó Nick.
Bajó los ojos y añadió:.
-Bueno, voy a buscar mi equipaje. Además, hay una gente a la que quiero ver.
-¿Tu equipaje?
-Voy a venir a vivir contigo -repuso él-. Si no te gusta, lo siento. No pienso dejar que te mates trabajando y que te pases el día subiendo y bajando esas malditas escaleras. Demi tiene razón. Necesitas a alguien que cuide de ti. Por lo menos hasta que tengas al niño. Después ya tomaremos las decisiones que haga falta.
_Pero... tu... tu trabajo...

-Al diablo mi trabajo -exclamó él-. Tengo bastante dinero en bancos extranjeros como para comprar todo este edificio. Trabajo porque me gusta, no porque necesite dinero.
-Pero...

-Shhh. No hables, que es malo para el niño. Bueno, volveré el sábado. Las cosas estaban sucediendo demasiado rápido. Miley   estaba estupefacta.
-Brujita de ojos grises -murmuró él, atrayéndola suavemente hacia sí e inclinándose a besarla-. Abre la boca -añadió-. Hace meses que no te beso.
-Pero seguro que has besado a otras mujeres -replicó Miley en tono desafiante.

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