Demi estaba encantada con
la noticia de que el marido de Miley iba por fin a sentar la cabeza.
-Tiene que sentir algo por
ti -le dijo a Miley, sonriendo-.
Me da igual lo que digas,
ningún hombre llega a tanto sólo por una atracción puramente fisica.
Miley se la quedó mirando
con expresión pensativa. -En algunas cosas sigues siendo muy ingenua –añadió Demi
con una maliciosa sonrisa-. Está loco por ti, lo que pasa es que todavía no se
ha dado cuenta.
Si fuera cierto... pensó Miley,
rezando por que se realizara un milagro. Si le gustara el trabajo que le
ofrecía Apollo... Ni siquiera. Irse a vivir a Chicago plantearía ningún
problema.
Demi y Joe la irían a ver a menudo. Y ella podría
volver a Greenville de vez en cuando. Demi sería la madrina, se dijo sonriendo.
Con la mente en Nick y no
en lo que estaba haciendo apoyó una escalera contra la pared y se subió a coger
un libro de un estante muy alto. Estaba a mitad de camino cuando resbaló y cayó
al suelo, dando un grito de terror.
-¡Oh,. Dios mío, el niño!
-sollozó, cogiéndose el vientre.
-No pasa nada -le dijo Demi
rápidamente-. Llamaré a una ambulancia. ¡Túmbate y quédate tranquila! ¿Te has
hecho daño en algún sitio?
-¡No sé!
Demi echó a correr al
teléfono Miley se quedó tumbada en el suelo, llena de pánico, «No, por favor,
que no pierda a mi hijo». Cerró los ojos y las lágrimas rodaron por sus
mejillas mientras empezaba a sentir dolor en una pierna y en la espalda.
Los siguientes minutos
fúeron una pesadilla. Llegó la ambulancia, los enfermeros la colocaron en la camilla
y la llevaron al hospital, a urgencias. Miley tenía tanto miedo a perder el
niño que casi no se dio cuenta de que Demi no se apartaba de ella.
La examinó el médico de
urgencias. pero no le dijo nada. Después empezaron a hacerle exploraciones y
análisis y por fin la llevaron a una habitación y la dejaron allí, temblando de
incertidumbre. El médico que la había atendido le explicó que, cuando tuvieran
los resultados de los análisis, la informarían.
Miley estuvo llorando sin
parar. Demi trató de calmada, pero fue inútil. Miley sentía dolores en el vientre y creía que iba a
perder el niño. Demi le pidió un número de teléfono para localizar a Nick en
Chicago. Miley le dio el número de j.D. y cerró los ojos. Hubiera querido decir
que no serviría de nada. Nick iría, pero sólo porque se sentiría obligado... y
entonces se acordaría de otro tiempo, de otra mujer embarazada...
El doctor Carter llegó
horas después, la echó una mirada y volvió a salir a pedir un sedante. Entró
otra vez, le cogió la mano' e hizo un gesto con la cabeza a Demi para que
saliera.
-Al niño no le va a pasar
nada -le dijo una vez que Demi hubo salido Y a ti tampoco. Así que ahora
tranquilízate.
Miley dejó de llorar,
aunque seguía teniendo los ojos húmedos y enrojecidos.
-¿Qué?
-El niño está bien
-repitió el doctor Carter, guiñándole un ojo. Los niños son fuertes. Están
inmersos en un fluido que es una maravillosa protección. Tú tienes contusiones
aquí y allá, pero eso se cura. Te pondrás bien.
-Gracias a Dios -dijo Miley-.
¿Pero... y esos dolores que sentía en el vientre?
-Falsos dolores de parto.
Unas cuantas punzadas es algo normal. Así que deja ya de preocuparte, ¿quieres?
Entró una enfermera con
una jeringa, pero antes de que pudiera acercarse a la cama, la puerta se abrió
de golpe y Nick irrumpió en la habitación. .
-¡Nick! -exclamó Miley.
Nick tenía la cara enrojecida,
como si hubiera corrido, y estaba casi sin aliento.
-¿Estás bien? -le preguntó
con voz entrecortada, palpándola como si esperase encontrarle algún miembro
roto ¿Está bien el niño?
-Sí -murmuró Miley-, sí, Nick,
estamos bien. Los dos. Lo único que pasa es que me caí de la escalera y...
-Oh, Dios! -exclamó él,
sentándose a su lado.
Miley se quedó anonadada
al ver la expresión de sus ojos. Él la acarició con manos temblorosas y
escondió la cara en su cuello.
Miley le abrazó y empezó a
acariciarle el pelo. Al notar algo húmedo' en el cuello, los ojos se le
llenaron de lágrimas también a ella.
-cariño -susurró,
estrechando a Nick contra sí.
Reía y lloraba a la vez.
Ahora podía conquistar el mundo.
¡Podía hacer cualquier
cosa! ¡Nick la quería!
-El embarazo es también
dificil para los padres -dijo el doctor Carter, quitándole la jeringa a'la
enfermera-. Quítese ese impermeable, joven
Él mismo le quitó el
impermeable y la chaqueta y luego le subió la manga de la camisa, todo ello sin
que Nick pareciera darse cuenta, y por último le puso la inyección.
-Miley, yo creo que ya no
te hace falta el sedante, ¿no? -añadió con una sonrisa.
-No -murmuró ella.
El médico asintió y salió
con la enfermera de la habitación. -Te quiero -susurró Miley-. Te quiero...
Nick la hizo callar con
sus labios. Luego levantó la cabeza y dijo
-J.D. fue a decirme que Demi
había telefoneado. Creí que me volvía loco. J.D. me consiguió un pasaje de
avión. Salí corriendo del aeropuerto y me subí al taxi de otra gente ni si quiera sé cómo he llegado aquí.
La besó suavemente en la
boca y prosiguió:
-Iba... iba a:
telefonearte esta noche. Quería decirte que me gusta mucho el trabajo que estoy
haciendo, que he encontrado le una casa para nosotros... en la playa, con un
patio cercado. Será' estupendo para el niño. .
-Sí, cariño.
-:-Me daba tanto miedo lo
que podía encontrarme aquí... -dijo él-. En lo único que podía pensar era en
que acababa de darme cuenta de lo que sentía realmente por ti, y en que de
pronto podía haber acabado. Otra vez me habría quedado solo.
-Mientras yo viva, no
estarás nunca solo.
-Miley, te quiero.
-Ya lo sé -dijo ella con
una sonrisa de felicidad.
Nick se rió también.
-Nunca lo había dicho.
Pero no es difícil. Te quiero. -Yo también te quiero. ¡Ooohh...!
Miley se tocó la espalda y
añadió:
-Tengo magulladuras en
todas partes. ¡Esa absurda escalera!
-¡Se acabaron las
escaleras!--replicó Nick con firmeza-. Nos vamos a vivir a Chicago, donde yo
pueda cuidarte Demi puede ir a vemos.
-¿Eso es lo que quieres de
verdad?
-¿Cómo voy a cuidar de ti
si estoy en otra parte del mundo? -dijo Nick con voz cada vez más somnolienta-.
Además y soy demasiado viejo, Me gustan las nuevas técnicas de adiestramiento
que estoy aprendiendo. J.D. me contó que "cuando se casó con Gabby
descubrió que el matrimonio era más emocionante que esquivar balas. Creo que es
cierto.
Miró el vientre de Miley y
añadió
-Está bien, ¿verdad?
-Te voy a dar un hijo "murmuró ella, acariciándole la mejilla-.
Un niño fuerte y sano. Eso es lo que me ha dicho el médico.
-Os cuidaré a los dos
--:-le aseguró Nick con voz emocionada.
Miley le mordisqueó
suavemente el labio inferior.
-y yo te cuidaré 'a ti en
cuanto me den de alta –replicó en tono burlón.
Él se palpó la frente y
exclamó:
-Dios mío, creo que
necesito cuidados urgentemente. ¿Qué había en aquella inyección?
-Un sedante: Lo trajeron
para mí, pero supongo que decidieron que te hacía más falta a ti.
-Me gustaría seguir
hablando -dijo Dutch, sonriendo tristemente-, pero creo que es mejor que me
tumbe, un poco.
En ese' momento entró el
doctor Carter acompañado de una enfermera. Traía una cama vacía. El médico miró
su reloj y le dijo a Nick:
-Creo que ya está listo
para utilizar esta cama. Acuéstese,
futuro padre. Creo que podrá dar una cabezada hasta la hora de comer. ¿Te sientes bien ahora, Miley?
-añadió.
-De maravilla -repuso
ella.
Sonrió con la seguridad de
una mujer que se sabe profundamente amada...
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