domingo, 12 de agosto de 2012

Unas Locas Vacaciones Cap 18




Pero Miley no dijo nada más. No pudo. Todos sus sueños se habían derrumbado. Aquella revelación era mucho más dolorosa que lo que había visto en el avión.
Segundos después, bajaron el piloto, el copiloto y la azafata, y fueron todos juntos a la comisaría. Miley se apartó de Nick, evitando rozarle.      .
Minutos después estaban sentados en un despacho, contando con todo detalle lo que había sucedido en el avión al personal de seguridad del aeropuerto y a tres agentes federales. No tardaron mucho, y al final les dijeron que tenían que comparecer ante el tribunal para declarar. Pero Miley casi no oyó nada. Estaba intentando afrontar el hecho de que estaba casada con un mercenario. Y no sabía qué hacer.

Observó a Nick mientras hablaba con los otros hombres. No parecía un mercenario. Pero su aire de autoridad, su seguridad, su manera de tomar el mando de las cosas... sí, todo tenía sentido ahora. Le parecía saber incluso cuándo había sucedido, cuando aquella mujer le había engañado. Aquello había sido el principio. Y ahora Nick tenía el tipo de vida que le gustaba, y una mujercita obediente y sumisa que le esperaría en casa mientras él recorría el mundo jugándose la vida.
No, señor, pensó, no iba a convertirse en su felpudo. Le importaba él, pero en lo que se refería a su relación, no sólo por el sexo. y, si eso era lo único que Nick quería de ella, podía marcharse.
Se dio cuenta hasta qué punto 'aquel hombre se había convertido en parte de su vida.

 Sólo con mirarle, sentía ganas de echarse en sus brazos. Sabía muchas cosas de él, cosas que la hacían sonrojarse de sólo recordarlas. Pero nada de aquello era real. No podía quedarse en casa mientras él estaba fuera, arriesgando su vida. ¡No le extrañaba que no quisiera niños! ¡Cómo le va a querer hijos con ese tipo de trabajo! ellos ni siquiera verán a su padre! Y en cuanto a ella, ¿cómo iba a poder vivir con la preocupación consumiéndola? Cada vez que Nick se marchara, se preguntaría si le iba a-volver a ver. Y aquella incertidumbre acabaría matándola. No, pensó tristemente. Mejor tener un dulce recuerdo que no. una continua pesadilla. Nick tendría que divorciarse de ella. Miley sabía que él no estaría dispuesto a abandonar su tipo.de vida. Y ella no, podía seguir casada con él en aquellas circunstancias. Así que, no quedaba nada. Aquel sueño había .acabado demasiado pronto.

Cuando salieron del despacho, el capitán y el ayudante de vuelo que le había llevado el bolso y los libros les acompañaron.
-¿Y ahora qué? _preguntó ella desalentadamente.
-La compañía aérea pagará el hotel-repuso el capitán con una sonrisa-. Mañana les llevaremos a Greenville.
-Los chicos de la prensa acaban de hacer su aparición -intervino Nick con expresión de disgusto.
-¿No le gusta, la popularidad? -le preguntó el capitán.
-;En absoluto. Miley y 'yo vamos a coger el 'próximo avión que salga de aquí esta noche. Me temo que las agencias de información van a tener un día muy ajetreado.

Seguramente -convino el capitán-. Parece ser que nuestros secuestradores tenían algunos interesantes vínculos con cierto dictador de América Central, y ciertos vínculos comunistas también. Habrían pedido armas nada más aterrizar -añadió, mirando a Nick.
-Sí -replicó Nick-. Y se las habrían proporcionado. -¿Ha utilizado esa navaja muy a menudo? -le preguntó el capitán. ,
-Demasiado a menudo, en los últimos años.
-¿Le importaría decirme cuál es su ocupación?
-¿No le parece una pregunta indiscreta?
-Operaciones secretas, -dijo el capitán.

Nick asintió, y, 'sin hacer caso de la mirada de Miley, repuso:
-Soy un mercenario profesional. Mi especialidad es la logística, pero también me doy buena mano con las armas pequeñas, y tengo una cierta fama en el manejo de la navaja. Por cierto, cual. De  los médicos la extraigan, me. Gustaría que me la devolvieran.
-Se la chaparé en oro, si quiere -dijo el capitán-. Nos ha salvado usted de un buen lio. Si alguna vez necesita ayuda, hágamelo saber.
-Eso no es muy probable, pero gracias.
El capitán se alejo y Nick observó cómo los periodistas rodeaban al. Piloto una vez que se quedó solo.
-¿Por eso es por lo que querías esquivar a los periodistas?
-le preguntó Miley.

Aquel hombre la asustaba. A pesar de' que se había leído dos veces Los perros de la guerra,. Y de que había visto la película otras tres, casi no podía creer lo que había oído. Era como una película. Todo ello. El secuestro del avión, la tranquilidad con que Nick había manejado a los secuestradores y había resuelto el asunto... Tenía los ojos clavados en su cara mientras daba vueltas en la cabeza a todo aquello. Estaba casada con un mercenario. ¿Qué iba a hacer ahora?.
-No me gusta la publicidad -replicó Nick-. Mi vida privada es sagrada.
 ¿Y en dónde encajo yo en tu vida?
-Tú eres mi mujer.
¿Por qué te has casado conmigo?
-Porque te deseaba.
Así que aquello 'era todo, pensó Miley. No le dolió saberlo, aunque estaba segura de que le dolería cuando se le quitase aquel aturdimiento. Todavía se sentía como conmocionada Había arriesgado su vida, había visto a Un hombre caer herido a sus pies, se había enterado de que su marido era un mercenario...

-Sí, eso 'es lo que creía replicó ella demasiado Despreocupadamente. ¿Y cómo crees que va a ser nuestra vida matrimonial? ¿Qué quieres, que yo me siente en casa a esperarte sin saber siquiera si volverás?
Nick se quedó desconcertado. Le había cogido por sorpresa. .
-Yo pensé que cada uno tendríamos nuestra vida. Que Podríamos disfrutar el uno del otro. Pertenecernos el uno al otro, No. Lo siento. No podría vivir así. Es mejor que te divorcies de mí.

Aquello era casi cómico. Aquella mujer le estaba dando con la puerta en las narices. ¡A él! Las mujeres le habían perseguido durante años, habían hecho todo lo posible por cazarle. ¡Y aque­lla librera de pueblo le estaba rechazando!
-No tienes por qué poner esa cara de susto -le dijo Miley
Simplemente me estoy ahorrando unos cuantos sinsabores, eso es todo. No podría vivir sabiendo que tu vida está en constante peligro. Eso me destrozaría.
-No soy un suicida -empezó él.
-Ni tampoco eres un superhombre. Tienes cicatrices. Cuan­do las vi por primera vez, no supe de qué' eran, pero ahora ya lo sé. Y un día te atravesará una bala. No quiero estar en casa sola esperando a que suene el teléfono. Soy fuerte, pero no tan­to. Me importas demasiado.
A Nick le asombró el efecto que le hicieran aquellas tres últimas palabras. A ella le importaba lo que le sucediese.. Claro, estaba escrito en sus ojos, que le miraban con adoración cuando él le hacía el amor. .

-Ya hablaremos cuando lleguemos a Greenville --dijo él con firmeza.
-Puedes hablar todo lo que quieras -replicó Miley, echan­do a andar-, pero yo ya he dicho mi última palabra.
-¡Solterona anticuada! -estalló Nick.
-¡Mira quien fue a hablar! -exclamó ella, mirándole con indignación-. ¿Y tú qué te crees que eres, soldado? ¿Un don del cielo?
Le dieron ganas de estrangularla, pero, en lugar de hacerlo, se echó a reír.
-y no te rías de mí -continuó ella-. Fue todo un cuento, verdad? Me dijiste que para ti era hermosa, pero sólo he sido un ligue, ¡un Juguete entre combate y combate!

-Al principio sí, pero ahora no.
-Sí, es que ahora soy una responsabilidad legal -replicó Miley-. Soy una temporada de vacaciones que ha terminado. Nick negó con la cabeza. Era más guapa a la luz del día, pensó.
-Tú no has terminado, preciosa.
-¡Soy una solterona anticuada! -gritó ella.
Un ayudante de vuelo que pasó junto a ellos, les sonrió y dijo, guiñándole un ojo: .
-No crea.
Miley cogió el bolso y los libros y echó. andar hacia la terminal. .
-¿Dónde vas? -preguntó Nick.
-A casa. Tengo una librería de la que ocuparme.' -Espera.
-¿Qué?
Nick titubeó. No era corriente en él, pero la verdad era que esta vez no sabía qué hacer. Si la presionaba, podía perderla. Pero tampoco podía dejarla marchar. Se había convertido en al­guien muy importante para él. No quería ni pensar en no volverla a ver.
-Piénsalo durante un tiempo -,-dijo finalmente-. Durante unas semanas, hasta que yo vuelva.      .

-¿Volver? -preguntó ella con los ojos llenos de lágrimas.
¡Cuánto le dolía verla así! Nick nunca había visto una ex­presión así en una mujer. Él había estado al borde de la muerte, y no se, había asustado tanto como ahora, al ver la expresión de Su rnt.üer.
Miley luchó por dominarse  Respiró profundamente y, segu­ra ya  de que sería un suicidio seguir junto a él, añadió:
-No cambiaré de opinión.
-De todas formas, seguiré en contacto contigo.
-Haz lo que quieras.
-Tengo un trabajo que, cumplir,-dijo él-. No puedo vol­verme atrás.
Nick se dio cuenta de que era la primera vez en años qué le daba explicaciones a alguien.    

No quiero saberlo -replicó Miley-. Tú tienes tu vida y yo la mía. Si me lo hubieras dicho al principio, no me habría acercado a ti.
_Creo que eso lo sabía. Cuídate mucho. Siempre lo hago -dijo ella, mirándole con adoración por última vez-. Cuídate tú también.
-Sí. Miley se quedó mirando su alianza de matrimonio, y él vio la expresión de sus ojos.

-Sigue llevándolo -murmuró Nick-. Me... gustaría pen­sar que llevas mi anillo,
Las lágrimas rodaron por sus mejillas. Sin volverse a mirar­le, Miley echó a andar a toda prisa, llorando tanto que casi no veía por donde andaba. Nick se quedó parado donde estaba, observándola hasta que desapareció de su vista.

1 comentario:

  1. oooowwww vane♥
    me encanto ame el cap♥.♥
    disculpa si no he podido comentar todos lo que pasa es que ayer an empezado mis clases y no he tenido mucho tiempo amiga pero como ya te abras dado cuenta amoo tu nove :D
    gracias me encantaron los 5 caps
    por favor por favor por favor
    sube sube sube sube sube sube
    mas mas mas mas mas mas mas mas
    te quiero byee
    besitos cuidate *-*

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