viernes, 17 de agosto de 2012

Unas Locas Vacaciones Cap 22




 -En absoluto. Ni siquiera he mirado a ninguna. Y sí, siem­pre hay mujeres en los círculos en los que me muevo. Mujeres muy guapas sin principios y con ojos ávidos dinero. Pero yo en lo único que podía pensar era en cómo me sentí cuando hi­cimos el amor en mi cama con tanta ternura y creamos este pequeñín.
-¿Lo amas? -le preguntó ella con los ojos llenos de lágrimas. ­
-Claro que sí. ¿Tú no?

-Tú tienes más experiencia que yo. .
-No ese tipo de amor -dijo Nick tristemente-:-. No, mentía cuando dije que nunca había sentido algo así.
-¿Te preocupa mucho lo del niño? -preguntó ella.' –Tengo que acostumbrarme a la idea, eso es todo. He sido un hombre sin  ataduras durante mucho tiempo. No he tenido nunca a nadie míralo... Nick, no tienes por qué hacerla. No tienes por qué venir aquí..

Él la interrumpió posando sus labios en los suyos, abriendo su boca con un beso que la hizo estremecerse de deseo.
-Sádico murmuró Miley con voz temblorosa al sentir aquella magia.
Nick le mordió suavemente el labio inferior.
-¿Quieres  hacer el amor?­
-No.
Nick sonrió y le acarició delicadamente los pezones. Ella reaccionó visiblemente a aquel repentino placer.
-Sí, sí que quieres -dijo él, echándose a reír.
-Mi mente no quiere -le corrigió Miley, tratando de sal­varse de la presión sensual en que estaba, intentando atrapada.

Nick le besó los párpados mientras deslizaba las manos por su vientre.      
-No vaya hacerte perder el niño -susurró--. Tendré mu­cho cuidado. Créeme.
Miley tembló ante la suavidad de su tono. Él sonrió y la es­trechó entre sus brazos;
-No es eso -murmuró Miley-. No me hagas que te quiera. Eso hará mucho más difícil la separación. Sólo... sólo déjame creer que esto es Méjico y que estamos pasando unas vacaciones, ¿eh?
-Miley...
-¡Por favor!
Nick amó un profundo suspiro y la soltó.
-Está bien. Unas vacaciones.
y mirándole el vientre, añadió
-Por los tres.

-Y... y nada de sexo -dijo ella.
Miley le miró a los ojos, viendo en ellos el miedo que tenía de perderle. Aquello le molestó, pero no supo cómo reaccionar.
-¿Estás segura? -le pregunto Podríamos disfrutar mucho el uno con el otro.
-Sí, ya lo sé. Pero no quiero.

Le estaba imponiendo límites a su autodominio, pero no po­día olvidar la responsabilidad que tenía para con ella. Se enco­gió de hombros, como si no le importara Y dijo:
-Vale. Nada de sexo.

Miley respiró, aliviada. Había temido que Nick empezase a discutir Por supuesto que puedes seducirme cuando quieras
-añadió él, dándole un beso en la  nariz.
-Gracias -replicó Miley con una sonrisa forzada-. Lo ten­dré en cuenta.
Nick le guiñó un ojo.

-Hasta el sábado. Descansa durante otra hora. Pasaré por la librería y le diré a mamá osa dónde estás. Ah, y cuidado Con esos escalones.
-Sí, su señoría -replicó ella en tono burlón.

Nick se echó a reír y serró la puerta tras de sí con mucho cuidado. Miley se quedó mirando la puerta un buen rato antes de volver a tumbarse. Se dijo que Nick no sería capaz de sentar cabeza y establecerse en un sitio. Aquello sólo iba a significar más sinsabores. Pero el caso era que parecía sentirse responsable de ella y no iba a quitarle la vista de encima en cinco meses. Hizo una mueca de disgusto al pensar en que tendría que hacer frente a Nick y a Demi juntos. Iba a ser un embarazo turbulento.

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