viernes, 20 de julio de 2012

La Inocente Novia Del Jeque Cap 21


-¡La verdad es que estaba bien hasta que me has propuesto que me ganara la vida como una prostituta! -exclamó Demi dejándose llevar por el orgullo herido.
-No me voy a defender de esa acusación -admitió Joe-, Jamás debería haberte dicho nada parecido.
Que le pidiera perdón con tanta facilidad conmovió a Demi, que terminó de vestirse y decidió salir de allí cuanto antes.
-Bueno, ya no tenemos nada más que decirnos -murmuró yendo hacia la puerta.
-Te equivocas. Te debo una explicación. Quiero que entiendas mi comportamiento.
-No.
-Por favor...
Al oír aquella palabra de labios de Joe, Demi sintió lágrimas en los ojos. Era obvio que Joe se arrepentía de lo que había sucedido entre ellos y aquello dolió a Demi todavía más que la terrible propuesta de convertirse en su amante.
Al mirarlo de reojo, volvió a maravillarse de su belleza masculina y recordó el roce de su piel mientras hacían el amor.

-Voy a pedir que nos traigan café -anunció Joe.
-No, por favor, prefiero que terminemos cuanto antes con esto.
Joe se quedó mirándola disgustado.
-No me gusta nada verte así. A lo mejor, las cosas no han ido bien entre nosotros porque ambos estábamos con la cabeza en otro sitio, pensando en otras cosas.
-¿En otras cosas? -dijo Demi.

-Sí, tú en tu padre, que te ha pegado y yo... y yo también tenía motivos para estar pensando en otras cosas porque esta mañana me he enterado de que una mujer que era importante para mí se ha casado con otro hombre.
Demi sintió que la sangre se le helaba en las venas, bajó la mirada y pensó que aquello era como si Joe le acabara de clavar un cuchillo en el corazón.
Una mujer que era importante para él.
Obviamente, estaba hablando de una mujer de la que estaba enamorado. A Demi se le hacía inconcebible que el príncipe Joe se hubiera enamorado de una mujer que lo hubiera rechazado.

Pero eso era lo que le acababa de contar y el hecho era que estaba enamorado de otra mujer, que su corazón pertenecía a otra.
Demi sintió que se le desgarraba el alma al comprender que Joe estaba enamorado de otra mujer y que, como no podía tenerla, se había acostado con ella, que no había sido para él más que una distracción, el premio de consolación.
Aquello la hizo sentirse dolida y humillada.
-¿Cómo se llama?
Aquella pregunta pilló a Joe por sorpresa.
-Camila...

-No tenías por qué haberme hablado de ella -dijo Demi.
De hecho, habría preferido que no lo hubiera hecho porque, al contarle la verdad, había afectado su dignidad y la había llenado de vacío y de angustia.
-Sí, yo lo necesitaba. No me suelo comportar como lo he hecho hoy. Me he aprovechado de ti y quiero recompensarte por ello. Sólo se me ocurre una manera de hacerlo.
-Lo que está hecho, hecho está.
-Cásate conmigo -murmuró Joe.
Demi estuvo a punto de estallar en carcajadas, pero se había quedado tan sorprendida, que no consiguió articular palabra.
-Estás loco... -dijo por fin.
-No, no lo estoy. Vivimos en una comunidad que no es muy liberal y tú has crecido en una casa en la que el sexo fuera del matrimonio es completamente inaceptable. Entiendo perfectamente que estés dolida por lo que ha pasado entre nosotros hoy y tienes derecho a estarlo. Me he aprovechado de tu confianza y de tu vulnerabilidad y no me enorgullezco de ello en absoluto.
-Pero pedirme que me case contigo...
Demi estaba completamente anonadada ante el cambio de actitud de Joe. Ahora comprendía por qué la había tratado con tanto cariño en la cama. Obviamente, estaba pensando en Camila.

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