domingo, 1 de julio de 2012

CUATRO NOCHES DE PASIÓN Cap 4 Niley

-Ya están aquí.
Miley  alzó la mirada... y se heló.
Nick Jonas acompañado de Delta Goodrem, modelo conocidísima en los ámbitos de la alta sociedad.
¡No! El grito silencioso retumbó en el interior de su cabeza.
Ya había sido demasiado admitir su presencia y conversar con él unos minutos, pero compartir la mesa con él durante toda una velada era demasiado.
¿Lo había organizado Cameron? Cassandra deseó despotricar contra él y preguntarle el porqué. Pero no era el caso de hacerlo sin atraer la atención de los demás. Si Nick se sentaba junto a ella se pondría a gritar. Desde luego que lo hizo.
Miley murmuró un saludo cortés con una leve sonrisa fingida.
Era muy consciente de su proximidad, del leve aroma de su ropa y de su exclusivo perfume masculino.
Sin embargo, era el hombre mismo, su potente virilidad y la fuerza primitiva que exudaba lo que hacía estragos en sus sentidos.
Se consoló pensando que sólo serían unas pocas horas. Todo lo que tenía que hacer era beber un poco de vino, comer los tres platos obligatorios y conversar amablemente. Seguro que podría hacerlo.
Sin embargo, su sistema nervioso estaba alerta a cada movimiento que él hacía.
-¿Más agua?
Había llenado la copa de Delta y en ese momento se ofrecía a llenar la suya.
-No, gracias.
Su copa estaba medio vacía, pero no iba a permitir que la atendiera.
¿Se dio cuenta de su reacción? Probablemente. Nick era demasiado astuto como para no notar que la insoportable cortesía de ella indicaba que no quería nada de él.
Unos camareros de uniforme sirvieron el primer plato con eficacia profesional y ella, ya sin apetito, se dedicó a remover con el tenedor la comida artísticamente presentada.
-¿El marisco no es de tu agrado? –preguntó Nick levemente divertido, con su característico tono cansino. Ella lo miró con ecuanimidad, casi inclinada a negar para ver qué haría a continuación, aunque lo adivinaba. Probablemente llamaría al camarero e insistiría en que le cambiaran el plato-. Sí, te gusta.
La respuesta afirmativa la sorprendió.
-¿Tienes el poder de leer los pensamientos? -inquirió, agrandando deliberadamente los ojos.
-Es uno de mis talentos -replico Nick con una leve sonrisa. Miley no se dignó a hacer un comentario y deliberadamente se concentró en el contenido del plato, aunque sin poder asegurar si había imaginado haber oído una débil y ronca risita.
Era el hombre más insoportable e irritante que jamás había conocido. Pero no se atrevió a preguntarse por qué. Al menos eso era lo que siempre se decía cuando la imagen de Nick se apoderaba de su mente... demasiado a menudo para su paz mental.
Era imposible escapar de ese hombre. Siempre estaba allí, una presencia constante en los medios de comunicación, celebrando un exitoso trato de negocios o escoltando a una renombrada personalidad femenina en una o en otra reunión social.
Cameron mencionaba con frecuencia al magnate de los negocios en un tono casi reverente.
Esa noche Nick Jonas había decidido invadir su espacio personal y a ella le contrariaba su manipulación, lo odiaba por elegirla como objeto de su diversión.
Miley bebió un sorbo de vino y deliberadamente se puso a charlar con Cameron. Claro que cuando el camarero retiró los platos ya había perdido el hilo de la conversación.
-Tengo entendido que tu especialidad es la gemología.
-¿Conversación cortés, interés genuino o un intento por aliviar el aburrimiento?



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