domingo, 29 de julio de 2012

Cuatros Noches de Pasion Cap 23



La fatiga la vencía cuando salió del ascensor. Iba tan sumida en sus pensamientos que no advirtió la alta figura masculina apoyada en la pared junto a su puerta.
-¿Nick? -alcanzó a decir mientras él le quitaba las llaves de la mano, abría la puerta y suavemente la empujaba dentro-. ¿Qué haces aquí? –Añadió con gran fatiga-. No deberías haber venido.
-¿No? -respondió mientras le retiraba el bolso del hombro, lo dejaba en una mesilla y la conducía a la cocina.
Luego preparó té y un bocadillo.
-Come.
-¿Comer? No me apetece.
-Te hará bien aunque sea un poco.
Era más fácil rendirse que discutir. Obedientemente Miley comió un trozo y bebió unos sorbos de té, luego apartó el plato.
-Una ducha y a la cama -dijo con cansancio mientras se ponía en pie-. Puedes marcharte si quieres.
No se molestó en esperar una respuesta. Tampoco le importaba si se quedaba. Era demasiado para ella y más que nada quería dormir.
Nick dio de comer al gato, lavó los platos, revisó su teléfono móvil, apagó las luces y entró en el dormitorio.
Miley dormía. Nick se desvistió y con todo cuidado se deslizó bajo la ropa de cama. El solo pensamiento de que ella pudiera despertar y llorar en soledad era una posibilidad que no iba a permitir.
Miley estaba soñando. Unos fuertes brazos la estrechaban y una mano acariciaba sus cabellos. Unos labios besaban suavemente su sien y ella cayó en el sueño sintiendo la calidez de los músculos que la abrazaban, de la piel bajo su mejilla y los latidos acompasados del corazón de un ser humano.
Era una sensación reconfortante, tranquilizadora y se sentía contenta así, segura en esos brazos y muy poco dispuesta a emerger de esa sensación cálida y protectora para encarar la cruda realidad del día.
Pero los sueños duran poco, y lentamente atravesó los velos de la inconsciencia para descubrir que todo era realidad.
-¿Nick?
-Espero que no pensaras que era otro hombre -gruñó roncamente antes de enfrentar su mirada sorprendida-. No quise dejarte sola.
Ella intentó asimilar la implicación de sus palabras, pero se le hacía muy difícil a esa hora de la mañana.
Nick observó cómo sus pálidos rasgos despertaban a la conciencia de lo ocurrido, vio el dolor y su intento por sobreponerse.
-¿Quieres hablar?
Miley negó con la cabeza mientras contenía las lágrimas. No deseaba derrumbarse ante él.
-Iré a preparar café -dijo Nick.
Tenía que mantener las manos ocupadas, de lo contrario las usaría para estrecharla entre sus brazos, y había decidido que la próxima vez que hicieran el amor sería con la voluntad de ella.
Una vez fuera de la cama, entró en el cuarto de baño y más tarde salió vestido y afeitado pensando que la maquinilla de una mujer no substituía su máquina de afeitar eléctrica.
En la cocina preparó la cafetera. Eran pasadas las ocho y un buen desayuno les haría bien, así que empezó a preparar dos tortillas de jamón y queso.
Miley se puso unos vaqueros y una blusa. Se sintió mejor después de peinarse, refrescarse la cara y empezar la rutina cotidiana.
No estaba impresionante pero tampoco mal, pensó tras mirarse en el espejo. Lo suficiente para enfrentar ese día y todo lo que traería consigo.
El olor del café y las tostadas era tentador. Entró en la cocina justo cuando
Nick ponía las tortillas en los platos.
Aunque no tenía demasiado apetito, comió la mitad, acompañada de una tostada y dos tazas de café.
-¿No tendrías que estar en otro lugar a esta hora de la mañana?
-Más tarde -dijo Nick reclinándose en la silla, contento de verla menos vulnerable-. Me marcharé cuando llegue Cameron.
Los ojos de Miley se nublaron levemente.
-Estoy bien.
Nick alzó una ceja.
-No he dicho que no lo estuvieras.
Miley le debía una palabra de agradecimiento.
-Fuiste muy amable al venir a acompañarme.
-Hice que Cameron prometiera llamarme si tú insistías en volver a casa.
¿Entonces Nick se preocupaba por ella?
En ese momento sonó el teléfono y ella atendió la llamada. Cameron iba de camino a su casa.
Miley empezó a despejar la mesa y juntos lavaron los platos.
Cuando terminaron, ella dijo que iba a arreglar el dormitorio como pretexto para escapar de su presencia. El timbre sonó cuando la habitación ya estaba limpia y ordenada.
Cameron no tenía aspecto de haber dormido bien. Miley le preparó un café y no supo Si sentirse triste o aliviada cuando Nick anunció que se marchaba.
Los días que siguieron al funeral fueron igualmente desoladores y Miley se tomó otro día libre antes del volver al taller.
Sylvie se encontraba en casa de Alexander, Cameron tuvo que viajar a Melboume por negocios y Miley concentró toda su energía en el trabajo.
Nick llamó varias veces, pero ella se limitaba a una breve conversación rechazando sus invitaciones.
Aun en circunstancias normales, un medallón encargado por Delta le habría alterado los nervios. Así que se esmeró en el diseño de la joya intentando alcanzar la perfección.
Los días se convirtieron en una semana. Cameron regresó a Sidney por unos días antes de volver a viajar dentro del pa

1 comentario:

  1. Nic estuvo muy tiernooooo :3
    me encanto Vane
    sigo con los otros capis

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