viernes, 6 de julio de 2012

CUATRO NOCHES DE PASIÓN Cap 9 Niley



DOS NOCHES más tarde, Miley se encontraba bebiendo un excelente champán en el imponente vestíbulo de una mansión del elegante sector de Rose Bay.
Los invitados, algunos conocidos, se mezclaban entre ellos y la conversación fluía con facilidad. Sin embargo, a pesar de la velada y de los invitados, nada le impactaba tanto como la presencia del hombre que estaba a su lado.
Nick Jonas exudaba encanto, solícito interés y demasiada química sensual para la paz mental de cualquier mujer. Especialmente para la paz de ella, así que su tensión nerviosa aumentaba a cada minuto.
No deseaba encontrarse allí. Sobre todo, no deseaba que la vincularan de ninguna manera a Nick Jonas.
Sin embargo estaba unida a él, atrapada por hilos invisibles y el reloj avanzaba hacia el momento en que iban a encontrarse a solas.
-¿Más champán? -preguntó Nick al tiempo que indicaba la copa vacía que tenía en la mano.
Estaba demasiado cerca para su comodidad. Era demasiado consciente de su presencia, de su fino traje, del aroma de su varonil perfume exclusivo y del hombre bajo ese sofisticado exterior.
-No, gracias -respondió con cortesía.
Con una copa bastaba. La noche era joven, pronto servirían la cena, y ella valoraba demasiado su reputación social y su autoestima como para pasar las próximas horas en una neblina alcohólica.

La elección del traje no fue fácil. Tras descartar varios, al final optó por un vestido de seda roja cortado en capas con un suave escote drapeado y finos tirantes en los hombros. Un leve maquillaje acentuaba los ojos y el pelo iba atado en un moño en la nuca. En el cuello lucía un collar de cadenas unidas entre sí con pendientes a juego.
La preparación del neceser de viaje fue sencilla. Había puesto unas cuantas prendas y unos artículos de aseo. Un neceser que Nick puso en el maletero de su coche cuando ella bajó al vestíbulo.
No hubo un saludo manifiesto por parte de él. No hizo el menor intento de tocarla cuando ella se instaló en el elegante Aston Martín.
Durante el breve trayecto a la casa de sus anfitriones la conversación había escaseado... posiblemente a causa de las respuestas monosilábicas de Miley.
¿Qué esperaba? ¿Que sonriera, riera y actuara como si esa fuera una cita?  Él la había convertido en parte de un trato de negocios y ella lo odiaba por eso. Casi tanto como verse en una tertulia llena de invitados durante varias horas.
Invitados que indudablemente sentían curiosidad por la mujer que Nick había elegido como acompañante para esa velada. ¿O la curiosidad se debía tal vez a su elección de compañero?
¿Es que los apuros financieros de los Cyrus ya habían empezado a circular en sociedad? Y si así fuera, ¿en qué contexto aparecía Miley Cyrus junto a Nick? ¿Y los comentarios harían alusión a que la fusión de las empresas se había desplazado de la sala de juntas al dormitorio?
Miley se dijo que no le importaba... y sabía que mentía.
La cena. Santo cielo, ¿cómo podría probar bocado? En ese momento sentía un apretado nudo en el estómago.

-Relájate -dijo Nick mientras tomaban asiento en una mesa puesta con toda elegancia.
-Estoy perfectamente relajada -replicó ella con una sonrisa sorprendente.
Había numerosos platos que se complementaban perfectamente, preparados con el arte y talento de un chef profesional.
Todos, incluso Miley, felicitaron a los anfitriones.

Durante la cena conversó con los otros invitados, según las normas sociales a las que estaba perfectamente habituada, aunque más tarde no recordara casi nada de lo que se había hablado.
Nick estaba allí, como una presencia constante, y la tensión se aceleraba a medida que transcurría la velada. Casi olvidaba respirar cuando sentía el roce de su mano al llenarle la copa de agua.

Miley empezó a rezar para que acabara la cena. Al menos cuando estuvieran solos podría quitarse la máscara social y entregarse al cruce de espadas verbal con él.
Durante el café. Nick no parecía tener prisa en marcharse y eran casi las once cuando se despidieron de los anfitriones.
Hicieron en silencio el corto trayecto hasta el sector de Point Piper y el cuerpo de Miley se puso rígido cuando él activó la verja electrónica del camino de entrada, estratégicamente iluminado, que conducía a una gran casa cuya arquitectura exterior e interior había aparecido en una elegante revista de actualidad.

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