domingo, 29 de julio de 2012

Cuatro Noches De Pasión Cap 26



Automáticamente se apoyó en el salpicadero y escuchó su risa demencial mientras hacia virajes entre los coches que corrían por la calzada. Luego hizo un violento giro a la izquierda y dejó escapar un grito de rabia al ver que la calle estaba bloqueada.
Entonces giró en redondo, pero fue inútil porque otra vez encontró la calle bloqueada. El coche rebotó contra otro vehículo con un golpe sordo de metales aplastados antes de salirse de la calzada e ir a dar a un costado de la calle en medio de los frenazos y cláxones de los otros vehículos.

segundos antes, Miley vio el desastre inminente y al dictado de un impulso abrió su puerta y se lanzó antes de que el coche se estrellara.
Cuando su cuerpo cayó en el asfalto, por unos segundos sintió un agudo dolor, luego intentó moverse y luego... nada.

Miley estaba soñando. Sentía una extraña levedad corporal. En ciertos momentos parecía que emergía hacia la conciencia y luego volvía a caer en un sopor más reconfortante.
Había voces, al principio lejanas y confusas y luego muy claras a medida que empezaba a despertar totalmente.
Paredes blancas, movimientos, un leve olor antiséptico y una enfermera con uniforme que examinaba sus signos vitales.
Un hospital.

Miley observó el gotero, las vendas en un brazo y sintió un dolor generalizado, especialmente en la cabeza, en una cadera y en un hombro.
-Muy bien. Ya está despierta -dijo la enfermera con una mirada minuciosa-. Contusiones múltiples, rozaduras, heridas superficiales producidas por arma blanca y conmoción. Le hemos administrado analgésicos. Pronto vendrá el médico. Ah, tiene visita.

Alguien que había llegado minutos después que la hospitalizaran, que insistió en que la atendieran los mejores médicos y que la pusieran en una habitación individual.
-¿Una visita?
-Si no se siente en condiciones de recibirlo puedo hacer que espere.
Seguramente se trataba de un agente de la policía para tomarle declaración.-No, déjelo entrar.
Apenas había salido la enfermera, entró Nick y su presencia pareció llenar la habitación.
La expresión sorprendida de Miley hizo aflorar una sonrisa a sus labios aunque sus ojos se mantuvieron serios mientras se acercaba a la cama.
-¿Ni siquiera un «hola»?
Miley sintió que se le aceleraba el pulso.
-Me he quedado sin habla.

-¿Debido a mi visita? -dijo en tono ligero mientras se preguntaba si ella podría imaginarse por lo que había tenido que pasar unas horas antes. Rabia... no, rabia cuando le informaron sobre lo sucedido. Y miedo. Auténtico miedo al pensar que pudo haberla perdido. Todavía luchaba contra esas dos emociones y las controlaba por pura fuerza de voluntad. El delincuente pagaría caro el hecho de haber puesto en peligro la vida de esa mujer-. Nadie me iba a impedir que entrara a verte. ¿Cómo estás, cariño?

-Tan bien como se puede esperar.
Nick le acarició suavemente el mentón con los dedos.
-¿Necesitas algo?
«Tú», pensó al instante.
-¿Cuándo podré salir de aquí?
-En uno o dos días -dijo al tiempo que le acariciaba el labio inferior.
-¿Y el secuestrador?
El rostro de Nick se convirtió en una dura máscara.
-Detenido y en la cárcel.
En ese momento entró la enfermera.
-Debo pedirle que se marche. La paciente necesita descansar.
Durante un instante Miley pensó que se iba a negar, en cambio se acercó a ella, la besó en los labios y se retiró.
Por la tarde Miley recibió dos ramos de flores. Uno de parte del personal del taller y tres docenas de rosas rojas, con una tarjeta en la que se leía una sola palabra escrita en tinta negra: Nick.

Miley comió poco, mantuvo una breve conversación con la policía en la que narró los sucesos ocurridos antes y después del atraco.
Más tarde se quedó dormida, ajena a la presencia de Nick que observaba su rostro en reposo.

Tan delicada. Con una piel de porcelana y una boca que era una pura tentación.
Deseaba llevarla a su casa, abrazarla y protegerla mientras dormía.
 Y asegurarle que nunca nadie volvería a hacerle daño, a ella, cuyos hermosos ojos azules lo habían cautivado desde que la conoció. Sin mayor esfuerzo se había apoderado de él, robándole el corazón.

¿Sería consciente del sentimiento que despertaba en él?
La pregunta de fondo era saber qué intentaría hacer él al respecto.                  

Miley se despertó temprano. Después de ducharse ayudada por una enfermera, le dijeron que le quitarían el gotero intravenoso y ella declaró que quería marcharse a casa.
El especialista se mostró menos entusiasta.
-Preferiría que se quedara bajo observación otras veinticuatro horas.
-Preferiría, aunque no es absolutamente necesario, ¿verdad?
-¿Vive sola?
-No exactamente.
El gato no contaba, pero tenía teléfono, teléfono móvil y una buena vecina.
El médico examinó los signos vitales, y el historial médico.

-Vamos a hacer un trato. Esta tarde la volveré a examinar con vistas a una posible alta. ¿Tiene alguien que la venga a buscar y la lleve a casa?Pasadas las seis de la tarde, Miley llegó a su apartamento en un taxi.El gato la saludó con un maullido de protesta. Miley le dio de comer y luego se preparó una taza de té.Sentía mucho dolor, así que tomó dos calmantes.Luego se instaló cómodamente en un sofá frente al televisor con el gato en su regazo. Eligió una comedia de media hora de duración y se preparó para relajarse.La insistente llamada del teléfono interno fue como una intrusión indeseable.A través de la pantalla del aparato vio que era Nick.-Estoy bien y a punto de acostarme.-Abre la puerta.
-Estoy demasiada cansada para recibir visitas.
-Miley.
-Déjame sola, por favor -dijo y cortó la comunicación.
Minutos más tarde, sonó el timbre de la puerta. ¿La vecina?
Era el administrador del edificio acompañado de Nick.
Ella abrió la puerta.
-Su... amigo estaba preocupado por su salud -explicó, con expresión contrita.
-Como puede ver, me encuentro bien.
Nick  se volvió al hombre.
-Yo me quedaré con ella.
El administrador la miró confundido.
-¿Miley?
-Está bien.
Segundos más tarde, tras cerrar la puerta, se volvió al hombre que había trastornado su vida.
-¿Qué crees que estás haciendo?
-¿Quieres que te prepare el neceser o lo haces tú? -preguntó en un tono muy controlado.
-¿Qué has dicho?
-Lo que has oído. O vienes conmigo o me quedo a dormir aquí -dijo en un tono suave como la seda, pero con una mirada inmisericorde-. Tú verás.
-No quiero verte aquí.

La mirada de Nick se oscureció y sin decir palabra se dirigió al dormitorio.
-¡No puedes hacer esto! -exclamó Miley al ver que abría los cajones de la cómoda y empezaba a meter ropa en un bolso. Luego fue al armario y sacó unos vestidos que también colocó en el bolso. Más tarde añadió algunos artículos de aseo que encontró en el baño.
- De acuerdo, nos vamos.
-No iré a ninguna parte contigo.
-Sí que lo harás. Por tus propios pies o tendré que llevarte en brazos.Miley quería golpearlo-¿Quién demonios te crees que eres?-Necesitas descansar y recuperarte. Y necesito ver que lo haces.-Puedo cuidar de mí misma-Seguro que sí -replicó al tiempo que cerraba la cremallera del bolso-. La próxima semana. Hasta ese momento yo me encargaré de ti –añadió con una mirada desafiante.No había duda de que estaba decidido a hacer lo que decía, así que lo siguió hasta el vestíbulo donde tomaron el ascensor. 

El Aston Martín estaba estacionado a la entrada del edificio y Miley se acomodó en el asiento del acompañante.Minutos más tarde se sumaron al tráfico y recorrieron la corta distancia hasta llegar a la casa de Nick en Point Piper. 

Miley apenas lograba controlarse. Era el hombre más imposible que había tenido la desgracia de conocer.Nick estacionó el coche en el garaje.-¿Cuánto tiempo piensas estar de mal humor?-No estoy de mal humor. Simplemente no tengo nada que decirte.

Mientras ella no tenía nada que decir, él tenía muchas cosas que decirle acerca de los riesgos que había corrido y de jugar a la heroína. Maldición, ¿tenía idea de lo que pudo haberle ocurrido?-Eres una testaruda -dijo al tiempo que la tomaba en brazos, se inclinaba para recoger el bolso y con una cadera cerraba la puerta del vehículo.Te odio -dijo Miley con fiereza
.-Una emoción muy saludable.
-Bájame, puedo caminar.

2 comentarios:

  1. NO, QUE NO LO ODIAAAS MILEY AHHAHA
    VANEEEE ME ENCANTO LOS QUE SUBISTE DE ESTA NOVE
    SIGO CON JEMI, QUE ME ENCANTA TAMBIEN
    :)

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  2. aaaawwww }
    VANE ♥ ME ENCANTO ESTUVO MUY LINDO :D
    AMO ESTA NOVE :)
    SUBE PRONTO PLIS ME ENCANTA
    NO TARDES EN SUBIR C:

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