miércoles, 12 de septiembre de 2012

The Duff Capitulo 5 Jemi



Las lágrimas de Miley se aclararon, y en el momento en que sonó el timbre, se reía vertiginosamente mientras Angela, una amiga nuestra, nos hablaba de su nuevo novio.
Me enteré de que había sacado una A en mi última Prueba de vocabulario2. Además, entendiendo totalmente cómo conjugar los verbos regulares en presente subjuntivo.
2 En español.
3 Oak Hill Community College.
Así que estaba malditamente de bastante buen humor cuando Miley, Angela, y yo salimos del aula.
—Y tiene un trabajo en el campus—, divagaba Angela cuando fuimos de camino por el pasillo lleno de gente.
— ¿A qué escuela va? — Le pregunté.

—A la comunidad universitaria de Oak Hill—. Ella sonaba un poco avergonzada, y se apresuró a añadir: —Pero es sólo para conseguir su título de asociado antes de ir a una universidad. Y OHCC3 no es una mala escuela ni nada—.

—Ahí es donde iré yo—, dijo Miley. —No quiero ir demasiado lejos de casa—. Miley  y yo éramos como polos opuestos, era una especie de gracia a veces. Siempre se puede predecir lo que una de nosotras va a querer hacer justamente escogiendo lo inverso de la otra. Personalmente, yo quería salir del infierno de Hamilton, tan pronto como fuera posible. La graduación no podría llegar suficientemente pronto, y entonces yo estaría en Nueva York para la universidad.

Pero la idea de estar tan lejos de Miley, —no verla despidiéndose de mí todos los días o escuchar su parloteo acerca de bailes y chicos gays— de repente me asustó.

No estaba del todo segura de cómo iba a manejar la situación. Ella y Selena eran un tipo de equilibrio para mí. No estaba segura de si alguien estaría dispuesto a aguantar mi cinismo una vez que me fuera de la ciudad.
—Debemos llegar a química, Mil—, dijo Angela mientras sacudía su largo flequillo negro de sus ojos. —Ya sabes cómo se pone el Sr. Rollins cuando llegamos tarde—.

Salieron corriendo al departamento de ciencia, y comencé a caminar por el pasillo en dirección al régimen del programa de AP4. Mi mente se dirigió a otros lugares, a un futuro sin mis mejores amigas para mantenerme sana. Nunca lo había considerado antes, y ahora que estaba pensando en ello, me hizo ponerme muy nerviosa. Sabía que ellas se burlarían de mí por ello, pero tendría que encontrar una manera de mantenerme en contacto constante.

4 Advanced Placement; colocación avanzada.
Creo que mis ojos perdieron el contacto con mi cerebro, porque lo siguiente que supe, fue que me encontré de golpe con Joseph Jonas.
Ese fue el final de mi buen humor.
Tropecé hacia atrás, y todos mis libros de texto se deslizaron de mis brazos y se estrellaron contra el suelo. Joseph me agarró por los hombros, sus manos grandes me capturaron antes de que tuviera la oportunidad de tropezar con mis propios pies y golpear el suelo.
—Whoa—, dijo, estabilizándome.

Estábamos demasiado cerca el uno del otro. Me sentí como si hubiera insectos arrastrándose por debajo de mi piel, extendiéndose por los lugares donde sus manos me habían tocado. Me estremecí de asco, pero él lo malinterpretó.
—Wow, Duffy—, dijo, mirándome con una sonrisa arrogante. Él era muy alto —lo había olvidado, sentado junto a él en el Nest la otra noche. Era uno de los poco chicos en nuestra escuela que era más alto que Selena— por lo menos 6.2 pies de altura. Un pie entero más alto que yo. — ¿Hago que tus rodillas tiemblen?—.

—Si como no—. Me torcí fuera de su alcance, plenamente consciente de que sonaba como Alicia Silverstone en Clueless, pero simplemente no importaba. Me arrodillé y empecé a recoger mis libros, y para mi intenso desagrado, Joseph se unió a mí.

Estaba jugando el papel de buen samaritano, por supuesto. Apuesto a que estaba esperando a que una porrista caliente, como Selena, pasara y pensara que estaba siendo un caballero. Que cerdo. Siempre en buscando darse a notar.  —Español, ¿eh? —, Dijo, echando un vistazo a los papeles dispersos, cuando los cogió.
— ¿Puedes decir algo interesante? —
El tono de tu voz hace que quiera estrangularme—. Me levanté y esperé a que me entregara mis papeles.

—Eso suena sexy—, dijo, poniéndose de pie y dándome la pila del trabajo en español que habíamos recogido juntos. — ¿Qué significa?—.
—El tono de tu voz hace que quiera estrangularme—.
—Excéntrica—.
Sin otra palabra, cogí los papeles 
de sus manos, los guardé dentro de uno de mis libros, y troté camino a clase. Tenía que poner la mayor distancia entre yo y el hijo de puta mujeriego como fuera posible. ¿Duffy? ¿En serio? ¡Él sabía mi nombre! El imbécil egoísta no podía dejarme en paz. Por no hablar de que mi piel todavía picaba donde me había tocado.

La clase AP del Sr. Chaucer consistía sólo de nueve estudiantes, y siete de ellos ya estaban en la clase en el momento en que entré por la puerta. El Sr. Chaucer me lanzó una mirada sucia a través de sus ojos entrecerrados, presionándome porque la campana sonaría en cualquier momento. Llegar tarde era un delito grave en opinión del Sr. Chaucer, y casi tarde constituía un delito menor. No fui la última en aparecer, sin embargo. Eso ayudó un poco. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario