Epílogo
Demi se inclinó para palmear el cuello de Black Satin. El
momento de la verdad había llegado. Habían superado todas las rondas preliminares
con las puntuaciones más altas y se habían ganado un puesto para la final del
Campeonato Nacional de Doma.
Cuando oyó sus nombres por los altavoces, respiró profundamente.
—Ahora vamos a competir con los mejores, Satin. Vamos a
demostrarles lo que sabes hacer.
Demi hizo avanzar al caballo hasta el centro del ruedo. La
textura de la arena era excelente y estaba convencida de que podían hacerlo muy
bien.
Debían hacer ocho giros y luego círculos grandes y pequeños a
derecha e izquierda. El semental ejecutó los ejercicios sin el menor fallo, y
cuando se alzó sobre los cuartos traseros mantuvo el equilibrio sin la menor
vacilación.
Mientras abandonaban el ruedo, Demi supo que habían ganado.
Buscó a Joe entre los espectadores que les estaban dedicando una clamorosa
ovación. Ryan y Cooper estaban junto a él, pero apenas se fijó en ellos. La
sonrisa de Joe la mantenía cautiva. Reflejaba el orgullo y la felicidad por la
victoria, pero sobre todo revelaba el amor que sentía por ella.
Más tarde, en la habitación del hotel, Joe estrechó a Demi entre
sus brazos.
—¿Sabes lo que más me gusta de las camisetas que te pones para
dormir?
—¿Qué? —preguntó ella, acurrucándose contra él.
—Quitártelas.
Cuando Joe fue a hacer precisamente eso, Demi le sujetó la mano
y le hizo apoyarla sobre su estómago.
—¿Recuerdas aquella pequeña escapada que hicimos hace un par de
meses a la cabaña del Circle S para celebrar nuestro primer aniversario?
Joe asintió.
—Ese fin de semana me diste algo más que un maravilloso
recuerdo. Me diste un bebé. Dentro de siete meses vas a volver a ser padre.
Joe nunca había experimentado una emoción como aquella.
—Ryan va estar encantado.
Demi asintió.
—Lleva tiempo preguntándome cuándo iba a tener un hermanito con
el que jugar.
—No me importaría que fuera una hermanita —dijo Joe mientras
acariciaba el cálido vientre de su esposa—. Una niña que sea igual que su
madre.
—Niño o niña, esta vez podrás disfrutar del bebé desde el
principio. Iremos juntos a los cursos de natalidad…
—Un momento, cariño. No estoy seguro…
—Un momento tú, vaquero Demi apoyó con firmeza su dedo índice
contra el pecho de Joe—. Esto ha sido un esfuerzo conjunto. Nos hemos metido en
esto juntos y vamos a salir de ello juntos.
Incapaz de dejar de sonreír, Joe miró a Demi a los ojos y tomó
su mano.
—Juntos, cariño —dijo, y besó el dedo que había utilizado para
dejar claro su punto de vista—. Juntos para siempre.
Fin
aaaaaaaaaaaaaawwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww
ResponderEliminarvaaaaaaaaaannnnnnnnnnnnnneeeeeeeeeeeeeeeeeeee♥
me encanto tan lindo el final C: