Ella no dijo mucho durante el viaje, aunque Joseph
hizo varios intentos por mantener nuestra conversación. Al principio yo me
pregunté si tal vez fuera por mi culpa, pero tuve tiempo para darme cuenta de
que no era más que timidez. Cuando llegamos al camino de entrada de la casa
grande, que yo sabía que debía pertenecer a la abuela de Joseph, Amy miró al asiento de atrás y dijo en voz baja:
—Adiós. Fue un placer conocerte .
—Es maja—Le dije.
—Ella tiene que salir de su caparazón—.Suspiro Joseph.
La vio como corría hasta el porche delantero. Una
vez que había entrado en la casa grande; no era una mansión, pero era evidente
que su abuela tenía dinero, también. Volvió a mirarme.
—Puedes sentarse adelante, si quieres.
Asentí con la cabeza y salí del coche. Abrí la
puerta del copiloto y me senté en el asiento en que habia abandonado Amy. Cuando
estaba abrochando el cinturón de seguridad, oí a Joseph exclamar.
— ¿Cuál es tu problema? —Pregunté, mirándole. Pero
supe la respuesta antes de que él me la dijera.
Una mujer de unos sesenta años acababa de salir de
la casa y se dirigía hacia el coche. La abuela de Joseph,
no habia lugar a dudas. Era la abuela la que odiaba. No le pregunté que quería
ocultar. Me sentí un poco ansiosa cuando vi a la mujer .Estaba muy bien vestida
llevaba un suéter salmón , el cual parecía caro, y unos pantalones
perfectamente planchados.
Joseph
bajó la ventanilla cuando ella se acercó, lo suficiente como para escucharla.
—Hola, abuela Jonas. ¿Cómo estás?
-No juegues conmigo, Joseph Adam. Estoy furiosa contigo
en este momento—.
Pero ella no parecía furiosa. Su voz era aguda ,
suave y sedosa. Ella sonaba como a más dulce, pero sus palabras no encajaban en
el papel.
— ¿Qué he hecho esta vez? —Preguntó Joseph
con un suspiro.
— ¿Llevo los zapatos equivocados? ¿O es que el coche
no está lo suficientemente limpio?
¿Qué leve imperfección has visto en mi hoy por la
tarde?
—Te sugiero que te abstengas de utilizar ese tono
conmigo—dijo con una voz por lo menos intimidante. Esto habría sido divertido
si Joseph
no pareciera tan incomodo.
—Vive tu vida como quieras, pero deja a Amy fuera
de ello.
— ¿Amy? ¿Qué le he hecho a Amy?
—Honestamente, Joseph —Dijo su abuela con un espectacular
suspiro. — ¿Por qué no dejaste que Amy cogiera el autobús? No estoy de
acuerdo con tu manera de conducir con tus...-hizo una pausa- amigas en el
asiento de atrás. —Ella miró a través de Joseph, con los ojos fijos en los míos por
un instante antes de cambiar de nuevo a su nieto. —Yo no quiero que seas una
influencia negativa para tu hermana.
Por un segundo yo estaba confundida. Yo era una
buena estudiante. Nunca había tenido ningún problema en mi vida. Sin embargo,
esta mujer pensó que de alguna manera yo podría ser una mala influencia para su
nieta. Y entonces me di cuenta.
Ella pensó que yo era una de los vagabundas de Joseph.
Ella pensaba que era una de las chicas cachondas que andaban con Joseph .Él
me había dicho que su abuela desaprobaba su "estilo de vida." Ella
odiaba la forma en que vivía. Y habia llegado en el asiento de atrás, ella
había asumido que era otra fulana que había recogido.
Aparté la vista, mirando por la ventanilla para no
ver la expresión de disgusto en el rostro de la anciana. Me sentí herida y
enojada.
Sobre todo porque sabía que era verdad.
—Eso no es asunto tuyo —Gruñó Joseph.
Yo nunca lo había visto antes tan enfadado. —No tienes derecho a faltar el
respeto a mi amiga y ciertamente no es el lugar para decidir lo que hacer con
mi propia hermana. Me conoces lo suficiente para saber que yo no haría nada
para perjudicarla , a pesar de que las has convencido. No soy el monstruo que
dices que soy, tu ya sabes.
—Creo que iré a buscar a Amy
a la escuela a partir de hoy.
—Adelante—, dijo. —Pero no me mantendrás alejado de
ella. Es mi hermana y mamá y papá se enfadaran si les cuento que estas tratando
de separar a nuestra familia, abuela.
—Me temo que tu familia ya está rota, querido.
Hubo un ruido, lo que indicó que Joseph había
cerrado su ventanilla y acelerado. Vi como
la mujer caminaba hacia su casa. Luego, derrapando, Joseph
salió del camino y conducio a gran velocidad por la carretera. Le miré
preocupada y sin saber qué decir. Por suerte, él habló primero.
—Lo siento. Yo no sabía que venía . Ella no te tenia
que haberte tratado de esa manera.
—No pasa nada—Le dije.
—No, es así. Ella es una arpía .Y lo peor de todo es
que ella tiene razón.
— ¿Sobre qué? — Le pregunté.
—Acerca de nuestra familia, —dijo. —Tiene razón.
Esta rota desde hace mucho tiempo. Mamá y papá se han ido y la abuela ha
conseguido interponerse entre Amy y yo.
—Amy todavía te quiere.
—Tal vez-murmuró —Pero ella piensa peor de mí. La
abuela le ha convencido de que yo soy un hijo de perra. He visto la forma en
que Amy me
mira ahora. Ella mira con tristeza. Como si estuviera decepcionada conmigo.
Ella piensa que soy una persona horrible.
—Lo siento—, dije en voz baja. —Si lo hubiera
sabido, no hubiera hecho la broma acerca de que sólo hacia cosas buenas para...
para tu propio beneficio.
—Está bien—. El coche frenó un poco. —Honestamente,
tienes razón. Y la abuela, también. Nunca quise que Amy me
viera de esa manera.
No pude resistir la tentación y puse la mano sobre Joseph.
Su piel era cálida y suave y yo podía sentir su pulso palpitar constantemente
por debajo de mi palma. Me olvidé de mi coche y mi estúpida pelea con Selena.
Soy la mejor . Quería que Joseph
volviera a sonreír. Incluso esa sonrisa arrogante
que solía tener. Odiaba que le doliera la posibilidad de perder el respeto de
su hermana. Quería consolarlo. Me importaba todo él.
Oh, Dios mío.¿ De hecho, me importaba?
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