sábado, 22 de septiembre de 2012

The Duff Capitulo 23 Jemi



Tenía el cabello hecho un desastre. Me vi en el gran espejo y trate de aplacar el desastre de ondas caoba mientras Joseph se ponía su ropa detrás de mí. Definitivamente una situación en la que nunca me imagine estar. —Estoy perfectamente de acuerdo con ser usado, —dijo él mientras tiraba dentro de su apretada franela negra. Su cabello era bastante incriminatorio también—. Pero me gustaría saber para qué estoy siendo usado. —Distracción. —Eso ya lo deduje. —El colchón crujió cuando se dejó caer sobre su espalda y se metió los brazos detrás de su cabeza—. ¿De qué se supone que te estoy distrayendo? Hay una posibilidad de que, si lo sé, podría hacer mi trabajo más eficientemente. —Lo estás haciendo bien ya—. 

Pase los dedos a través de mi cabello, pero estaba lo mejor que podría lograr. Suspirando, me aleje del espejo y le di la cara a Joseph. Para mi sorpresa, el me estaba viendo con verdadero interés—. ¿Realmente te importa? —Claro—. El se sentó y dio unas palmaditas en un lugar junto a él—. Hay más en este increíble cuerpo que abdominales impresionantes. Tengo un par de oídos también, y ellos funcionan muy bien. Pongo en blanco los ojos y me siento a su lado, poniendo mis pies sobre la cama—. Bien, digo, envolviendo mis brazos alrededor de las rodillas—. No es que importe, pero supe que mi exnovio vuelve a la ciudad por una semana esta mañana. Es estúpido, pero entré en pánico. Me refiero, la última vez que nos vimos… no fue muy bien. Es por eso que te arrastré hasta el armario en la escuela. — ¿Qué pasó

—Tú estabas allí. No me hagas revivirlo. —Me refiero con tu ex-novio, —dijo Joseph—. Tengo curiosidad. ¿Qué clase de miseria pudo causar a una persona odiosa como tú correr a mis brazos musculosos? ¿O es él el que puso la capa de hielo alrededor de tú corazón? —sus palabras sonaron chistosas, pero su sonrisa sonaba sincera, no la desequilibrada que él usa cuando piensa que está siendo inteligente. —Comenzamos a salir durante mi primer año, —comienzo a decir de mala gana—. El era un estudiante de último año, y sabía que mis padres nunca me dejarían verlo si ellos supieran cuantos años tenia. 

Así que mantuvimos todo en secreto para todo el mundo. El nunca me presentó a sus amigos o me llevó a ningún lugar o me habló en la escuela, y simplemente asumí que era para protegernos. Bien, por supuesto, estaba totalmente equivocada. Sentía hormigueo en mi piel mientras los ojos de Joseph me veían. Dios, eso me molestaba. El quizás me estaba viendo con pena. Pobre Duffy. Mis hombres se tensaron, y mire mis medias, negándome a ver su reacción de mi historia. Una historia que no le había contado a nadie sino a Selena. 

—Así que lo vi compartiendo con una chica algunas veces en la escuela, —continúe—. Cada vez que le preguntaba, el solo me decía que eran amigos y que no me preocupara. Así que no lo hice. Es decir, el me dijo que me amaba. Tenía toda la razón de creerle. ¿Cierto? Joseph no respondió. —Entonces ella se enteró. La chica con la que lo estaba viendo me rastreó un día en la escuela, y me dijo que dejara de follar con su novio. Pensé que era un error, así que le pregunté a el… —No era un error, —adivinó Joseph. —Nop. Su nombre era Tiffany, y ellos habían estado juntos desde séptimo año. Yo era la otra mujer… o chica, técnicamente. Lentamente, miré hacia arriba y vi a Joseph haciendo una mueca—. Que hijo de puta, — dijo él. — No puedes hablar. Eres el más grande playboy que hay. —Es verdad, —admite—. Pero no hago promesas. El te dijo que te amaba. El hizo un compromiso. Yo no haría eso nunca. Una chica puede creer lo que quiera creer, pero no digo nada que no sienta. Lo que el hizo es la marca de un verdadero hijo de puta. 

—En fin, el esta de vuelta en la ciudad esta semana con Tiffany… su prometida. Joseph dejó escapar un silbido bajo—. Ah, eso es embarazoso. — ¿Tu crees? Hubo una larga pausa. Finalmente, Joseph habló, —Bien, ¿Quién es el? ¿Lo podría recordar? —No lo se. Quizás. Su nombre es Sterling Geither. —Sterling Geither. —La cara de Joseph se tornó en horror—. ¿Sterling Geither? ¿Te refieres a ese extraño chico? El chiflado con acné y nariz de garfio? —sus ojos se abrieron como platos sorprendido—. ¿Dime como demonios él tenia dos chicas? ¿Por qué alguien saldría con el? ¿Por qué saliste con el? El era una bestia. Sentí que mis ojos se contrajeron—. Gracias, —murmuré—. 

¿No crees que tal vez eso es lo mejor que una Duff puede lograr? La expresión de Sterling se cayó. El miró más allá de mi, examinando nuestro reflejo en el espejo de la habitación. Después de unos momentos de incomodo silencio, el dijo— Sabes, Demi, no eres tan inatractiva. Si tienes cierto potencial. Tal vez si te la pasaras con diferentes amigas…

 —Detente, —digo—. Mira, ya me he acostado contigo dos veces. No tienes que alagarme. Además, amo mucho a mis amigas como para cambiarlas por el bien de lucir más atractiva. — ¿De verdad? —Si. Me refiero, Selena ha sido mi mejor amiga, desde, siempre, y ella es la persona más leal que he conocido. Y Miley… buen, ella no tiene idea de su hermano y yo. No éramos amigas en ese entonces. 

En realidad, no quería conocerla después de que Sterling y yo rompimos, pero Selena dijo que seria bueno para mí y ella tenia razón… como siempre. Miley puede ser un poco histérica, pero es la más dulce e inocente persona que conozco. Nunca podría dejarlas solo por lucir bien. Eso me haría una verdadera idiota. —Entonces tienen suerte de tenerte. —Te dije que no halagaras… —Solo estoy siendo honesto. —Joseph frunció el ceño mirando al espejo—. Solo tengo un amigo… un verdadero amigo. Harrison es el único tipo con que se me verá, y eso es porque no estamos tratando de atraer a la misma audiencia, si sabes a lo que me refiero—. Una pequeña sonrisa se expandió en sus labios cuando volteó a verme. 

—La mayoría de las personas harían lo que fuese para evitar estar con la Duff. —Bueno, creo que no soy la mayoría—. El me miró seriamente—. ¿La palabra ni siquiera te incomoda? —preguntó. —No. —Sabía que era una mentira en el segundo en que la respuesta pasó por mis labios. Si me molestaba, pero no admitiría eso. Especialmente no a él. 

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