Pero tenía que decir algo. Quiero decir, no éramos
cercanas ni nada, pero sí almorzábamos juntas todos los días. —Hola —Murmuré.
—Hola —Replicó, todavía colocándose labial en su
labio inferior.
Abrí el grifo y miré mi reflejo en el espejo,
tratando fuertemente de no espiarla. ¿Cuán avanzada estaba? ¿Sus padres ya se
habían enterado?
—No es verdad.
— ¿Qué?
Vikki
cerró su lápiz labial y lo dejó caer en su cartera.
Me estaba mirando por el espejo, y podía ver ahora
que sus ojos estaban un poco rojos.
—No estoy embarazada, —dijo—. Quiero decir, pensé
que lo estaba, pero la prueba dio negativo. La hice hace dos días. Pero supongo
que alguien me escuchó cuando se lo estaba diciendo a Jeanine y Ángela y...lo que sea. Pero no estoy embarazada.
—Oh. Bueno, esto es bueno. —Sí, probablemente no era
la mejor cosa para decir, pero me tomó con la guardia baja.
Vikki
asintió y tiró un poco de uno de sus rizos de color rojo rubio. —Estaba
aliviada. No sé cómo se lo habría dicho a mis padres. Y el tipo nunca hubiera
sido un gran padre.
— ¿Quién?
Esa fue una pregunta egoísta.
—Solo este chico... Eric.
Gracias a Dios, pensé. Luego, por supuesto, me sentí
increíblemente culpable. Este no era el momento de estar pensando en mí.
—Es solo este chico estúpido de la fraternidad que
se libera acostándose con chicas de secundaria. —Ella miró hacia abajo, así que
ya no podía ver sus ojos por el espejo—. Y no me importó una mierda. Solo lo
dejé usarme, y nunca pensé... aún cuando el condón se rompió. .. Se desvaneció,
sacudiendo su cabeza. De todas maneras, estoy feliz de que fuera negativo.
—Seguro.
—Da miedo, sin embargo, —dijo ella—. Me volví loca
esperando por el resultado. No podía creer que estaba en esa situación, ¿sabes?
—Estoy segura, —dije, pero no lo encontré tan
sorprendente. Era Vikki, después de todo. ¿No se había puesto en ello por un
tiempo? Acostarse con chicos que no le importaban. Olvidándose de las
consecuencias.
Justo como yo lo hice...
De acuerdo, no había sido gente. Joseph era
el único chico. Y sí me preocupaba por él...ahora, después de que parara de
acostarme con él. Pero eso era solo...bueno, no sé cómo lo llamarías. No tengo
tanta suerte. ¿Quizás coincidencia? De cualquier manera, era lo suficientemente
inteligente como para saber que no sucedía a menudo.
Pero me había olvidado de las consecuencias. Y de
repente me golpeó como Vikki y yo podíamos cambiar de lugar. Yo podría haber
sido la chica de la que todos estarían hablando. Yo habría podido tener un
susto con un embarazo. O peor. Quiero decir, estaba en control de natalidad y Joseph
y yo siempre tomábamos precauciones, pero estas cosas fallaban algunas veces.
Podría fácilmente habernos fallado a nosotros. Y aun así allí estaba yo,
juzgando a Vikki por casi la misma cosa. Era una hipócrita de
mierda.
—No eres una perra. —Tuve un destello repentino de Joseph
esa última noche en su habitación, diciéndome exactamente quién era. Diciéndome
que el resto del mundo estaba tan confundido como yo. Que no era una perra, y
no estaba sola.
No conocía a Vikki tan bien. No conocía cómo era su
vida en su casa o nada así de personal aparte de sus asuntos con los chicos. Y
estando allí en el baño, escuchando mientras me contaba su historia, no pude
evitar preguntarme si había estado huyendo de algo, también. Si estuviera
juzgándola, pensando en ella como una cualquiera todo este tiempo cuando, en
realidad, estábamos viviendo vidas similarmente horripilantes.
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