—Lo siento, Demi —Se quejó ella—. No es mi problema,
pero no veo chispa, ¿sabes? y Selena está totalmente en desacuerdo conmigo. Ella dice
que es mejor con Logan y podría tener razón, pero...no sé. No pareces tú
cuando estás con él. Por favor, no seas loca. Negué con la cabeza, tratando de
luchar contra mi repentino deseo de reír. ¿Eso era todo? ¿Eso era lo que a ella
le preocupaba? Pensé seriamente que alguien iba a morir o que su madre le había
prohibido ir al baile de graduación. En cambio, resultó que estaba preocupada
por mí. Miley, no estoy enfadada contigo en absoluto. —Ah,
bueno—suspiró ella—.
—Tenía mucho miedo de que te enfadaras. Ouch. ¿Era una
perra? ¿Era tan horrible que una de mis mejores amigas tuviera tanto miedo de
darme su opinión, porque yo podría montar en cólera o algo así? Dios, me hizo
sentir como una mierda. —No es que no me guste logan— Continuó Miley.
—Él es dulce, bueno y sé que tú necesitas algo después... después de lo de mi
hermano. Mi corazón dejo de latir por un segundo. Paré en seco y me sentí
aturdida por un momento. — ¿Cómo...? — Logré susurrar. —Sterling
me lo dijo —dijo ella. —Yo le estaba hablando de mis amigos cuando tu nombre
apareció, y me contó lo de ustedes, hace unos años. Se siente horrible ahora, y
quería pedirte disculpas, pero yo no quise. Lo siento, Demi.
Debe ser muy duro ser mi amiga después de lo que Sterling te hizo.
—Eso no es culpa tuya.
—Simplemente no puedo creer que no dijeras nada. Debiste decírmelo cuando te
enteraste que Sterling venía de visita. ¿Por qué no lo hiciste? —No quiero
que pienses mal de tu hermano —le dije. —Yo sé lo que lo admiras y no quería
arruinar eso. Miley no dijo nada. Dio un paso adelante y me abrazo
fuerte, tan cerca de ella como humanamente era posible. Era un poco incómodo al
principio, sobre todo teniendo en cuenta el hecho de que las tetas gigantes de Miley
casi me ahogaban, pero poco a poco dejo de abrazarme.
Mis brazos se deslizaron
por su cintura, devolviendo el abrazo. Saber que sí existía alguien, que me
abrazara así, sin nada que ganar, me hizo sentir como una de las personas más
afortunadas del mundo. —Te quiero, Demi. —Um, ¿qué fue eso? Miley me
soltó y dio un paso atrás. —Te quiero—dijo. —A ti y a Selena.
Eres la mejor amiga que he tenido, y yo no sé dónde estaría si ustedes dos no
hubieran estado a lo largo de mi segundo año. Probablemente aún estaría dejando
que algunas chicas se metieran conmigo. —Miró a sus pies. —Ustedes siempre me
intentan proteger, incluso lo hiciste cuando no me contaste lo de mi hermano. Y
quiero hacer lo mismo por ti. Miley, qué buena eres.
—Es por eso que te estoy diciendo esto
—Prosiguió. —Sé que logan es agradable y le gustas, pero no veo una conexión.
Quiero decir, que me alegro de que estés pasando tiempo conmigo y con Selena
de nuevo, y yo creo que es genial que pase tiempo con nosotras, a veces, pero
lo que importa es que tú seas feliz. Podrías ser feliz, pero no crees que
puedas. —Ella respiró profundamente y tiró del dobladillo de su falda con
estampados florales. —No quiero hablar de esto, pero... he escuchado algunos
rumores acerca de Joseph últimamente. Me mordí el labio.
—Oh. —Él no ha
estado con chicas últimamente —Dijo. —No lo he visto con ninguna y pensé... —
me miró con sus amplios ojos color chocolate —Pensé que tal vez te gustaría
saberlo. O sea, yo sé que sientes algo por él y... Negué con la cabeza. —No, — dije
—no es tan simple. Ella asintió con la cabeza. —Está bien, —dijo. —Yo sólo
pensé que te interesaría. Suspiro y me sonrió. La cogí de la mano y nos fuimos
a clase de inglés. —Está bien. Agradezco realmente tu consejo. Y se que podrías
tener razón... sobre mí y logan. Pero esto es sólo la escuela secundaria. Sólo
estamos saliendo.
No es que yo este buscando un marido o lo que sea. No creo
necesario que te preocupes por mí. Estoy bien. Selena dice que por lo general
mientes cuando dices que... —Dijo Miley. —No le hagas caso. Solté la mano de
Miley
mientras caminábamos hacia la clase de inglés, decidida a evitar responder a la
acusación. Que resultó ser la verdad. Tuve la oportunidad de fingir distracción
.Bueno, no era del todo falso.
Me di cuenta de que había un trozo de papel en
mi mesa. Me senté y lo cogí, suponiendo que era de Selena.
¿Quién más me escribiría una nota? Pero Selena siempre dibujaba una cara sonriente
sobre la i de mi nombre, la escritura era pequeña, cursiva, y sin rostro.
Confundida, desdoblé el papel y leí la frase garabateada en la parte superior. “Joseph Jonas no persigue a las chicas, pero te estoy
persiguiendo a ti.
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