domingo, 7 de octubre de 2012

The Duff Capitulo 56 Jemi



Realmente tenía una habilidad con las palabras a veces. Eso ayudaría cuando se convirtiera en un político famoso.
Pero la escritura de la carta era la misma que la nota de mi bolsillo trasero. En este momento, como sea, había mucho más que asimilar.

Demi:
Desde que te mantienes escapándote de mí en el instituto, y si lo recuerdo correctamente, el sonido de mi voz te causa pensamientos de suicidio, decidí que una carta podría ser la mejor manera de decirte como me siento. Solo préstame atención.

No voy a negarte que tuvieras razón. Todo lo que dijiste el otro día era verdad. Pero mi miedo de estar solo no es la razón por la que te persigo. Sé lo que cínica que eres y sé que probablemente vas a venir con alguna respuesta irritable cuando leas esto, pero la verdad es, que te estoy asechando porque realmente creo que me estoy enamorando de ti. Eres la primera chica que ha visto a través de mí. Eres la única chica que me cantó en la cara todas mis gilipolleces. Me pusiste en mi lugar, pero al mismo tiempo, me entiendes más que ninguna otra.

Eres la única persona lo suficientemente valiente para criticarme. Tal vez la única persona quien miró lo suficientemente cerca para encontrar mis fallos y claramente, me has encontrado muchos.
Llamé a mis padres. Ellos regresan a casa la próxima semana para hablar conmigo y con Amy. Tenía miedo de hacer esto al principio, pero me inspiraste. Sin ti, nunca hubiese
podido hacer eso.
Pienso en ti mucho más de lo que cualquier hombre que se respete a si mismo admitiría y estoy enfermo de celos por Tucker, algo que nunca pensé que diría. Seguir sin ti es imposible. Ninguna otra chica me mantiene de puntillas en la manera como tú lo haces. Nadie me hace QUERER hacer el ridículo escribiendo cursis cartas como esta.
Solamente tú.
Pero sé que también tengo razón. Sé que estas enamorada de mi, aunque estés saliendo con Tucker. Puedes mentirte si quieres, pero la realidad te golpeará en cualquier momento. Estaré esperando a que suceda… te guste o no.
Con amor,
Joseph
P.D: Sé que estas poniendo los ojos en blanco en este momento, pero no me importa.

Honestamente, eso había sido una especie de cambio.
Me quede mirando la carta un largo rato, finalmente entendí el agradecimiento de Amy. Joseph estaba tratando de arreglar las cosas… gracias a mí. Por lo que le había dicho. Yo había conseguido entrar en esa cabeza dura.

Eso fue absolutamente abrumador para mí.
Me llevo un segundo asimilar la sorpresa. Las palabras como "amor" y "solamente" saltaban de la página hacia mí. Era mi primera carta de amor, no es que nunca quisiera una, pero sin embargo, ni siquiera era de mi novio. El chico incorrecto me la había mandado.

El chico incorrecto me quería. Joseph era el chico incorrecto.
¿O él era exactamente el chico correcto?
Estaba tan consumida por mis pensamientos que salte cuando el teléfono sonó y anduve con esfuerzo para contestarlo—. ¿Hola?
—Hola, Demi —Dijo logan.
Mi corazón se aceleró y bombeo vergüenza por mis venas.
La carta de Joseph, la cual todavía sostenía, quemaba los dedos de mi mano derecha, pero me arreglé para sonar normal cuando dije: —Hola logan.
— ¿Vienes de camino?
—No —Suspiró—.
Mi padre tiene tareas para mí, entonces no puedo ir esta tarde. Lo siento de verdad.
—Está bien. —No debía sentirme aliviada, pero lo estaba. Ver a logan significaba esconder las flores y entrar en una red potencial de mentiras y sabíamos cuan mala mentirosa soy—. No te preocupes.

—Gracias por ser tan compresiva. Pero realmente estaba esperando poder pasar algún tiempo contigo. Casi no nos vemos en el instituto —. El hizo una pausa—. ¿Tienes planes para esta noche?
—No.
— ¿Entonces quieres salir? Toca una banda mañana por la noche en el Nest y pensé que podíamos ir. Por supuesto tus amigas pueden venir también. ¿Te gustaría?

—Suena genial. —Ves, pequeñas mentiras como esa podía hacerlas. Odio la música en directo y había descartado el Nest, pero pretender lo opuesto haría a logan feliz y Selena estaría contentísima de ser invitada. Así que, ¿por qué no? Las pequeñas mentiras eran suficientemente fáciles, pero algo más grande, la embarraría. 

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