domingo, 7 de octubre de 2012

The Duff Capitulo 55 Jemi



En algún momento, pensé que ser la Duff significaba ningún drama con los chicos. Claramente, estaba equivocada. ¿Cómo paso esto? ¿Cómo pude yo, la chica fea, terminar en medio de un triangulo amoroso? No era una romántica. Ni siquiera quería salir con chicos. Pero allí estaba yo, debatiéndome entre dos chicos atractivos que, en todos los sentidos, no debería haber tenido ni un chance. (Créanme, no es tan glamoroso como suena.)
Por un lado, tenía a Logan. Inteligente, tierno, divertido, educado, sensible y práctico. Logan era perfecto en cada manera concebible. Me refiero, él era un poco tonto, pero es lo que lo hace adorable. Me gusta estar con él, y él siempre me pone como prioridad. Él me respeta y parece nunca perder la paciencia. No había nada por lo que quejarme de Logan Tucker.

Por otra parte, estaba Joseph. Un idiota. Un imbécil. Un arrogante, mujeriego chico rico quién pone primero al sexo que todo lo demás. Por supuesto, el era increíblemente guapo, pero él podía sacarme de quicio. El era irritantemente encantador, y su sonrisa tan graciosa realmente podría meterse bajo mi piel. No estaba temerosa de ser una perra con él. Odiaba admitirlo, pero Joseph me entendía. Me sentía yo misma cuando estaba con él, mientras que siempre estaba tratando de esconder mi neurosis con logan. Dios, la vida era más fácil cuándo nadie me notaba.

La nota de Joseph pesaba media tonelada en mi bolsillo trasero mientras iba hacia el aparcamiento, esa tarde. Decir que estaba confundida habría sido una subestimación masiva. Me refiero, esa simple oración me dejo con un millón de preguntas, pero había una en particular:
¿Por qué demonios Joseph me quiere a mí?
De verdad, el tipo tiene docenas de chicas que matarían por estar con él. ¿Por qué yo? ¿No fue él, el primero, quién me llamo la Duff? ¿Qué Demonios?
Pero cuando llegué a casa, todo se puso peor.
Por sugerencia de logan, comencé a leer Cumbres Borrascosas en mi tiempo libre. Honestamente, los personajes principales me irritaban tanto que era difícil seguir leyendo. Estaba considerando en dejarlo por mi bien ese día, pero una línea en el dialogo captó mi atención.

"Mi amor por Linton es cómo la maleza de los bosques: el tiempo lo cambiará, yo ya sé que el invierno muda los árboles. Mi amor por Heathcliff se parece a las eternas rocas profundas, es fuente de escaso placer visible, pero necesario."

Tan estúpido como sonaba, ese pequeño extracto se metió en mi cabeza, como una canción que odias pero no puedes dejar de cantar. Trate de seguir leyendo, pero las palabras se mantenían rebotando en mi cerebro. Le di vuelta a la página y leí las líneas una y otra vez. Estaba tratando de averiguar por qué me inquietaba tanto cuando fui interrumpida por el sonido del timbre.
—Gracias a Dios —Murmuré, aliviada de tener una razón para cerrar el libro. Salí de mi cama y corrí a las escaleras.
— ¡Voy! —grité—. ¡Solo un segundo!

Abrí la puerta delantera, esperando encontrar a logan, quién me había dicho que quizás se pasaría después. Pero el hombre en mi porche era un cincuentón gordito y pelirrojo. Definitivamente no era mi novio. Él usaba un lamentable uniforme verde y un sombrero que no combinaba. En la etiqueta de su chaqueta se podía leer el nombre: JIMMY. El estaba sosteniendo un ramo de flores en su mano derecha y una carpeta bajo su brazo.
— ¿Eres la Señorita Demi Lovato? —Él preguntó.
—Um… sí.
Sus ojos estaban entrecerrados iluminados con una sonrisa—. Firma esto, por favor, —dijo él, dándome el portapapeles y un bolígrafo—. Felicitaciones.
—Em, gracias, —dije, entregándole de nuevo el portapapeles.
El me pasó el ramo, el cual vi que era de genuinas rosas rojas y sacó un sobre blanco de su bolsillo trasero—. Esto es para ti, —dijo él—. Eres una chica afortunada. No siempre hago entregas como esta a alguien de tu edad—. El sonrió—. Amor juvenil.

¿Amor juvenil? Dios, tuve que pelear con la urgencia de corregirlo. De darle un largo discurso acerca de cómo los adolescentes no se enamoran. Pero el todavía seguía hablando.
—Tu novio debe ser muy conservador. No muchos chicos son tan atentos a tu edad.
Miré las rosas y dije—. Probablemente tengas razón. — ¿logan todavía estaba tratando de animarme? Dios, él era tan bueno. Pero no merecía toda esa generosidad.

Después darle las gracias al repartidor, cerré la puerta. Me sentí culpable por considerar mi situación un triangulo amoroso. Éramos solo logan y yo Joseph danzaba a lo largo de la periferia, muy lejos de nosotros… o eso es lo que debería haber sido.
Puse el ramo en la mesa de la cocina y abrí el sobre, esperando encontrar una cursi carta pero perfectamente redactada de mi perfecto novio. Era la clase de cosas de las que normalmente me burlaría, pero dejé que logan se saliera con la suya. 

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