domingo, 30 de diciembre de 2012

De Secretaria A Esposa Capitulo 7





— ¡No, no lo estoy! ¿Y por qué debería importarle eso a tu cliente?
— ¿No te diste cuenta de la manera en la que te miraba?
— ¡Estaba ocupada tomando notas de la reunión!
—De todas maneras... lo que me preocupa no es el interés de mi amigo en la respuesta, sino el mío. Así que, si no estás casada... ¿tienes novio?
—No tengo novio. ¿Es eso lo que pensaste? ¿Que estaba con otra persona cuando estuve contigo?
—Poco después de despertar y ver que te habías ido, sí que pensé que tal vez el haber bebido demasiado champán la noche anterior en la fiesta te había hecho perder un poco los papeles aunque estuvieras casada podríamos decirlo así. Pensé que quizá sólo estabas buscando pasar un buen rato y que, cuando surgió la oportunidad, la tomaste. Me planteé que por la mañana, al descubrir lo que habías hecho, tal vez te sentiste superada por un sentimiento de culpabilidad y decidiste marcharte de allí antes de volver a hacer alguna tontería...
Demetria se quedó muy impresionada ante aquella hipótesis.
—Bueno, pues estás equivocado. ¡No fue así en absoluto! —espetó.
Angustiada ante la idea de que Joe hubiera podido siquiera pensar que ella se había marchado aquella mañana porque estaba casada o porque tenía una relación con otra persona, se cruzó de brazos y, desesperadamente, trató de pensar con claridad. Se preguntó cómo podía él imaginarse algo así. Se planteó que tal vez ella se había imaginado la conexión que había habido entre ambos, una conexión que había creído que iba más allá de lo meramente físico.
—Entonces... ¿qué ocurrió, Demetria? Y, en esta ocasión, quizá puedas hacerme el favor de decirme la verdad sobre por qué huiste de mí aquella mañana.
  La verdad. Demi pensó que aquello parecía muy fácil. Pero, en realidad, no era sencillo. En absoluto. Era un terrible y vergonzoso error que no debía volver a repetirse.
Hasta hacía poco más de seis meses, Demi había estado comprometida en matrimonio con Hayden Michaels, un exitoso y guapo corredor de Bolsa al que había conocido mientras había estado realizando un trabajo temporal. Hayden era un prodigio dentro de la compañía para la que trabajaba, un hombre joven con grandes ambiciones que se esforzaba mucho para conseguir lo que quería..., pero que también jugaba de manera despiadada.
Aunque le había llamado la atención, ella no se había sentido muy cautivada por él al principio. Su naturaleza precavida le había advertido que no se involucrara con un hombre que parecía tratar la vida como si fuera una gran fiesta y una enorme oportunidad para obtener dinero.
Su madre, que la había criado sola, había inculcado en ella unos firmes y sólidos valores. Y el secreto de Demi, su pequeña ambición, era que deseaba conocer algún día al hombre de sus sueños, enamorarse y tener la familia que tanto anhelaba. Al haber sido hija única, siempre había deseado tener hermanos ya que frecuentemente se había sentido sola. Haber sufrido acoso en el colegio no la había ayudado a no sentirse marginada.
Siempre había sido muy consciente del esfuerzo que había tenido que realizar su madre para conseguir que la economía familiar marchara adelante, por lo que, en vez de haber ido a la universidad cuando había obtenido los resultados de los exámenes previos a ésta, había optado por realizar un curso de secretariado durante un año para después ponerse a trabajar y poder aliviar la situación financiera de su progenitora.
Durante los años había salido con varios hombres, pero nunca había encontrado la pareja con la que había soñado. Cuando había conocido al guapo y divertido Hayden Michaels, le había atraído algo de éste. Pero instintivamente había sabido que no era la clase de hombre que quería sentar la cabeza con una mujer, formar una familia y tener hijos. No cuando la ambición era lo único que lo movía.
Había decidido resistirse a su atractivo. Pero día tras día, semana tras semana, al tener que trabajar junto a él en la oficina, la encantadora sonrisa de Hayden, su perpetuo buen humor y su inagotable determinación por invitarla a salir, habían logrado persuadirla para que le diera una oportunidad. Su madre había muerto repentinamente de un infarto solamente dos meses antes de que lo hubiera conocido y ella se había sentido muy sola... aunque en realidad no había compartido con su madre una estrecha relación.

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