- ¿En qué crees que está pensando?- preguntó Joe.
- No lo sé.
Mónica estaba afuera en el jardín, tratando de ordenar las ideas en su cabeza.
Desde que Joe y Demi terminaron de explicarle, ella había pedido un
poco de tiempo para pensarlo y salió.
Todo esto la había dejado impactada Demi y Joe la habían estado mirando desde hace rato, pero
Mónica no se movía de allí y eso solamente aumentaba la preocupación de ambos.
- Ha estado afuera más de una hora, ¿Y si ya se arrepintió?- dijo Demi, nerviosa.
- No pienses en eso, pequeña. Esperemos a que venga y nos dé su respuesta.
La puerta se abrió. Enderezándose, Joe se acomodó en el
asiento y en silencio vio a Mónica caminar hacia ellos.
Demi miró a Joe con algo que parecía terror y él le apretó
levemente la mano, tratando de tranquilizarla. Mónica se sentó al frente de
ellos y suspiró antes de comenzar a hablar.
- Bueno, lo he estado pensando… y llegué a una conclusión.
- ¿Cuál?- preguntó Joe.
- No son familiares de sangre.- Mónica miró a Joe y a Demi ir juntos. Así que, por mi está bien que lo
estén.
Sus palabras hicieron sentir a Joe aliviado, y toda la
paz volvió a él al ver a Demi sonreír. Una sonrisa amplia, preciosa.
Y a Joe le entraron unas ganas inmensas de comérsela a
besos, pero se contuvo. Sólo porque Mónica estaba ahí.
- ¿De verdad?- preguntó Demi, con un brillo especial en los ojos.
- Claro que sí, cariño.- sonrió y le pellizcó la mejilla delicadamente.-
por
más raro que suene todo esto, me alegra verte feliz. Joe es un buen hombre para ti.- palmeó el hombro de
su hermano suavemente.- me lo tenias bien escondido Joe, ¿Eh?
Él se sonrojó, y levemente se encogió de hombros.
- Que te puedo decir. Jamás pensé que mi sobrina me tendría loco.- pasó su
brazo alrededor de los hombros de Demi y la acercó a él para besarla en la mejilla.
- Uy, creo que tanto amor me tiene agobiada.- dijo Mónica, abanicándose con la
mano. Joe y Demi rieron.- vamos, vengan aquí.- abrió los brazos
y los abrazó.
Los tres sonreían. Joe estaba feliz al saber que su hermana lo
apoyaba, y de Demi, ni se diga.
Todo había salido mucho mejor de lo que planearon. Mónica
sentía una gran alegría por ellos. No le importaba que su hermano estuviera con
su hijastra, si no que se amen. Y el amor entre ellos dos era notable.
- ¿Por qué tan felices?- dijo Erik, y al instante ellos se separaron. Los tres
se repartieron miradas cómplices, para luego mirarlo a él. Erik sonrió.- ¿Y
bien? ¿Alguien me va a decir lo que pasa?
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