domingo, 6 de octubre de 2013

Un Tío Malo capitulo 29


Joe puso los ojos en blanco una vez más. Demi se lo había pasado tirándolo del brazo de una tienda a otra todo el día, tanto era que él juraría que tenía el brazo marcado por sus uñas. Joe sonrió cuando entraron a una de sus tiendas favoritas, y al parecer todo el aburrimiento se le pasó. Lencería femenina.

- Mira, Joe.- Demi tomó un sostén de lencería erótica y las coloco sobre sus pechos.- ¿Cómo me queda?- dijo, simpática.

- Se te ven estupendos, cariño.- dijo un chico que pasaba por ahí, al mismo tiempo que le sonreía traviesamente.

- Gracias.- dijo ella y se quitó rápidamente el sostén para dejarlo en su lugar.

Joe observó al chico desaparecer por la sección de ropa interior masculina. Endureció la mandíbula y de repente sintió la necesidad de querer ir donde él y torcerle el cuello.

 Aun así, se contuvo. Miró a Demi quien estaba entretenida viendo ropa. Era tan inocente, y se preguntó que si es que era consiente de todas las miradas masculinas que estaban sobre ella. Demi se agachó para recoger una prenda que se le había caído cuando Joe encontró a un chico mirándole el culo.

- A la próxima que te vea mirándole el culo, te rompo la cara -masculló Joe y cogió a Demi del brazo, obligándola a que soltara la ropa que tenía en las manos y sacándola de la tienda antes de que perdiera toda su paciencia.

- Joe, no me agarres tan fuerte que me duele.- se quejó ella.
- Ya, lo siento.- la soltó.- pero es que no me gusta que te miren tanto. Cualquier hombre mataría por tenerte en su cama.

- No te preocupes, sabes que el único hombre que me podrá tener en su cama eres tú.- dijo y se paró de puntitas para besarlo suavemente en los labios.

La mirada de Joe se volvió tierna en cuanto ella lo besó. ¿Es que Demi no se daba cuenta de lo que producía en los hombres?
- Eres una bruja.- gruñó él sobre sus labios.

- No soy ninguna bruja.- dijo ella, inocente. Preciosa. Al mismo tiempo que curvaba su labio inferior asía fuera.

- Si, lo eres. Una bruja que me tiene hechizado.- dijo y capturó sus labios con los suyos.

Demi suspiró entremedio del beso, enamorada. Se sentía hermoso poder besarlo en público y que nadie los mirara mal. Añoraba con que el día en que le dijera a su papá sobre su relación él se lo tomara bien. Aunque claro, sabía que sería algo imposible. Pero debía de hacer el intento. Lo amaba y no dejaría que nadie lo alejara de él. Joe rompió el beso y le regaló una sonrisa a Demi, una de esas sonrisas que lograban derretirle el corazón.

- Ya se está haciendo tarde y le prometí a Mónica llevarte a casa temprano.- tomó su mano y entrelazó sus dedos.- vámonos antes de que oscurezca.
Demi sonrió y juntos caminaron hacia la salida del centro comercial.


 
Joe acarició la cintura de Demi bajo las sabanas una vez más. Demi sonrió y repartió besos pequeños, tiernos desde su hombro hasta subir a su boca. Joe entreabrió los labios y dejó que ella lo besara.
- Mmh….- suspiró Joe. - que traviesa.
- Tú me pones así.

Joe la acercó más a él. Demi se acurrucó a su lado y escondió su cara en su cuello. Joe acarició su cabello, apartándolo de su rostro. Aquel cabello, en el que había enterrado su rostro mientras le hacia el amor minutos antes.

- Sabes lo que pasará hoy, ¿Verdad?- preguntó suavemente él.
Joe sintió a Demi tensarse bajo sus brazos.
- Si, si.- dijo Demi, casi en un susurro.

- No te noto muy segura.- le sonrió Joe.

- Es solo que estoy nerviosa.- admitió. Con el dedo índice Demi empezó a trazar cada uno de los abdominales de Joe. Él se coloco duro al instante, torturándolo.

- No lo estés… ya… ya vas a saber que todo…..- tragó saliva. ¿Es que acaso Demi no sabía lo que provocaba en él con sus caricias?- saldrá bien.

- ¿Y si Mónica no está de acuerdo con nuestra relación?- preguntó y sus caricias cesaron. Joe suspiró agradecido. Un segundo mas y la tendría follando sobre la cama.- no quiero que me separen de ti.
Joe la tomo de las mejillas y le levantó el rostro. Demi se relajó al instante en que la besó. 

De pronto se olvido de todo. De su madre, de Mónica, y de la puta idea de que Joe era su tío. Jamás lo fue para ella. Siempre lo había mirado con otros ojos, y ahora que lo tenía no dejaría que nadie lo alejara de él. Aun así, si significara perder todo el amor que tenía su padre hacia ella. Si es que lo tenía.

- Escúchame bien.- dijo Joe sobre sus labios.- nadie, absolutamente nadie nos va a separar.
- ¿Me lo prometes?

- Te lo prometo.- sonrió y Demi rozo su nariz con la suya.- te amo.
- Y yo a ti.- sonrió y se fijo en el reloj de la mesita de noche. Doce y media de la mañana.- tenemos que levantarnos antes de que papá y Mónica lleguen del supermercado.
Joe bufó. Demi rió.
- Está bien.

Joe se bañó primero. Cuando Demi salió del baño y bajó las escaleras, se encontró con el almuerzo servido. Se sentó al lado de Joe y cuando terminó de comer, se levantó y fue hacia su habitación para terminar su trabajo de Biología. 

Eran pasadas las cinco de la tarde cuando Joe entró a su habitación, y se sentó a su lado. Empezó a besarle el cuello, haciendo que se le hiciese imposible concentrarse en terminar el trabajo.
- Ya, Joe.- río Demi.- no me puedo concentrar y necesito sacarme una buena nota para impresionar a papá.

- Te esfuerzas mucho por ganar su atención, ¿Eh?- apartó el pelo de su cuello y se lo besó.- él ya te quiere.
Demi negó con la cabeza.

- No me lo demuestra. Ni siquiera le importo.- suspiró y terminó de pegar los recortes en su cuaderno.- bueno, ya terminé.- dijo satisfecha y miró a Joe a los ojos.- bueno, ¿A que se debe tu visita a mi cuarto?

- No te hagas la tonta… ya sabes a lo que vine.
- ¿A que?- dijo haciéndose la desentendida.

- Ya sabes, Mónica está abajo… y tenemos que hablar con ella.- dijo, ahora mirándola serio. En verdad Joe quería terminar con todo ese secreto.

Demi cerró y abrió los ojos lentamente, cómo si el simple hecho de hablar con Mónica le doliese.

- Si, tienes razón.- suspiró y Joe la besó en la mejilla.- bajemos.
Bajaron las escaleras tomados de la mano. Al cruzar por la sala principal, se encontraron con Mónica sentada en el sillón y leyendo un libro. Demi de repente quiso huir, retrocedió unos cuantos pasos pero Joe le apretó la mano con mas fuerza. Joe se aclaró la garganta para llamar la atención de Mónica. 

Ella levantó la cabeza para verlos. Una sonrisa se asomó por sus labios. ¿Pasa algo?- preguntó, y bajó su mirada hasta sus manos unidas. Frunció el ceño y su sonrisa se borró.- ¿Por qué están tomados de la mano?

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