lunes, 22 de julio de 2013

Mi Adorable Rebelde capitulo Final





A veces Marty es un gran idiota — Continuó Joseph —. Si mal no recuerdo. 
Fue él quien saco a relucir el nombre de Swiss Kriss Yo estaba casi dormido. 

Y lamento no haber corrido en tu defensa, pero, francamente, no me afecta demasiado lo que diga la gente. 

En lo que a mí respecta, la gente puede tener todas las locas opiniones que se le antoje.

Joseph estaba ahora tan cerca que tenía la certeza de que podía oír los latidos de mi corazón. Todo lo que decía caía sobre mí en oleadas oscuras. Pensé en la conversación que había escuchado… 

¿Qué había dicho el con exactitud? No demasiado. Fue Marty el que habló la mayor parte del tiempo. Pero yo enseguida culpe a Joseph de todo.
Levante la vista hacia él.

— Oh, Joseph — dije desanimada —. Lo siento. Supongo que… no pude olvidarme de tus bromas acerca de ser la hija del director…

— Demi. — Joseph me acarició la mejilla. — Es difícil no hacerte bromas. Eres la persona de quien uno más puede burlarse en el mundo…Te enojas con tanta facilidad…— 

Extendió la mano y la llevo un mechón de mi pelo detrás de mi oreja. — Nunca pensé en ti como si solo fueras la hija del director. ¿Cuándo vas a aceptarlo?

Sentí que se me agrandaba el corazón.
—Supongo…supongo que estoy empezando a hacerlo en este mismo instante.

Ahora bien, ¿quieren explicarme algo que nunca puede entender? ¿Por qué, en las novelas románticas, los protagonistas se unen justo cuando el aspecto de ella es de lo peor? En Lo que el viento se llevó, Rhett le revela su amor a Scarlett cuando ella está toda transpirada y llena de hollín, mientras Atlanta se incendia. 

En Rebeca, Max se declara a la narradora justo después de haber paseado en el convertible de él, cuando tiene todo el pelo hecho una gran maraña. Son libros, ¿verdad? Es ficción, ¿No es cierto? Es todo inventado del autor. Entonces,

 ¿Por qué no hacer que el gran momento llegue cuando el pelo de la protagonista está en un buen día y ella se vea elegante? Por ejemplo, habría sido mucho más conveniente para Joseph besarme en el gimnasio, cuando yo estaba maquillada y tenía puesto mi vestido negro.

 Pero una no puede elegir donde van a ocurrir las cosas y, si se pasa la vida planificando, puede ser que nunca sucedan.

Miré a Joseph un segundo y luego me acerqué y lo besé. Pareció sorprenderse, pero al cabo de un instante ya me estaba devolviendo el beso. Le rodeé en cuello con los brazos. 

Todo era igual al recuerdo de lo que había pasado aquel día junto a la escalera. Sentí vértigo, el mundo giró lentamente debajo de nosotros. Y los brazos de Joseph temblaron como si él estuviera muy nervioso. O muy feliz.

Entonces me di cuenta de que tal vez esa fuera un mejor ocasión que cualquiera otra que se hubiera dado en el Baile de Otoño. Por cierto, las estrellas que brillaban en el jardín junto a la piscina de Pat eran mil veces más relucientes, y más hermosas, y más reales.
Te amo yo también te amo.

Fin



1 comentario:

  1. Aaaaaa hermozo final me encantó tu nove te felicito y leere las demás

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