Prologo:
Ella era extremadamente joven, una niña apenas
entrando a la adolescencia y él un cretino por posar sus ojos en ella.
Luego de
que el padre de Demi Lovato junto con su madrastra haya decidido tomar unas
vacaciones y que la dejaran a cargo de su tío, Joseph Jonas al fin ve una
oportunidad para acercársele y hacerla experimentar día a día los exquisitos
sabores del sexo.
Nada lo detendría, quería a su sobrina en su cama, debajo de
él, satisfaciendo su hambre de sexo por ella. Erik le paso las llaves de su
casa a Joseph.
- Y recuerda Joseph, Demi tiene prohibidas las
salidas, la televisión o el computador por un mes.- le dijo Erik, mientras se
subía al auto junto con su esposa.
- No te preocupes, Erik, yo cuidare de ella.- y de qué
forma, pensó.
- Gracias por cuidar a Demi por nosotros, no sé qué haríamos sin ti Joseph.- dijo Mónica a su lado.- espero que no te aburra estar
mucho tiempo con ella.- río.
Joseph se unió a sus risas. “Si tan solo supieras
las cosas que tengo pensado hacer con ella”.
- ¡Adiós, disfruten de sus vacaciones!- se despidió
Joseph, mientras agitaba su mano en el aire.
Cuando al fin los vio desaparecer, se giró y entró
a la casa. Sonrío perversamente cuando la vio ahí sentada en el sillón viendo
televisión. A la mujer que sus ojos tanto ansiaban ver.
- ¿Ya se fueron Mónica y papá?- pregunto Demi en cuanto notó su presencia.
- Si.- dijo ganándose a un lado de ella y
quitándole el control. Apagó el televisor.
- ¡Ey!
- Te recuerdo que estas castigada, Demi, y mientras tu papá y tu madrastra no estén estas bajo
mi responsabilidad.- dios, cuanto le gustaba decir esas palabras.
- Pero, tío… si quieres podemos hacer un trato,
¿Eh?
Joseph alzo una ceja, interesado.
- ¿Y qué clase de trato?
- No lo sé, mmh.- pensó.- yo te puedo ayudar en lo
que quieras, a cambio que me dejes ver televisión. ¿Vale?
Joseph suspiro pesadamente. Ella podría ayudarlo
con muchas cosas y en muchas maneras. Sacudió la cabeza ante los pensamientos
lujuriosos que se formaban en su mente.
- Está bien.- sonrío.- acepto tu propuesta.
- Vale, estupendo. ¿Qué quieres que haga?
Joseph miro descaradamente su escote, el cual
dejaba ver la curva de sus pechos. Madre mía, había fantaseado tanto con esos
pechos, que estaba seguro que iba a hacer sus sueños realidad. Él la vio crecer
y ahora su cuerpo estaba listo y preparado para recibirlo.
Sabía que era una
locura querer acostarse con su sobrina de apenas 16 años pero ella ya había
madurado lo suficiente y él ya la había esperado demasiado. Tan inocente, tan
virginal, con un aire sexual que era inevitable no sentir… no importaba las
consecuencias la reclamaría suya en cuerpo, corazón y alma.
Ninguna mujer lo había excitado tanto en sus 24
años.
Demi se fijó en la dirección de sus ojos y se movió
en el sillón, incomoda. Pero Joseph no se
avergonzó.
Era hora de la acción.
- Quítate la camisa.
Demi palideció.
- ¿Qué?
- Quítate la camisa.- repitió. Apretó los dientes.-
ahora.
Demi se levantó con la intención de correr a su
cuarto, pero Joseph la alcanzo, jalándola
del brazo y pegándola hacia la pared. Beso su cuello bruscamente, chupando,
lamiendo y besando. Joder, estaba duro y necesitaba follar. Demi tembló en sus brazos.
- No sabes cuantas veces soñé con esto, Demi.- susurro él, mordiéndole el lóbulo de la oreja.- no
sabes cuantas veces me he masturbado pensando que eras tú la que tocaba mi
polla.- su voz sonó más ronca. Sus ojos se oscurecieron.- quiero follarte bien
duro…
Demi se estremeció ante esas palabras tan sucias. Y
se alarmo aún más cuando sintió las manos de Joseph dentro de su blusa. ¿En verdad la iba a violar? Intento
separarse de él empujándolo, pero Joseph no
la dejó.
Quien iba a imaginar, que su tío favorito iba a
convertirse en… un tío sucio.
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