Media
hora después, Demi se encontraba afuera con Joseph disfrutando de una exquisita tarde en
la piscina.
Él la tomo de la cintura y la levanto dejándola acostada en la
orilla de la piscina. Le separo las piernas y le bajo la parte de abajo del
bikini, para disfrutar de una buena bocanada de su coño.
Demi arqueó la espalda y enredo sus dedos en
el cabello de su tío, empujándolo más hacia ella. Joseph sonrío sobre los labios vaginales.
- ¿Quieres que siga, princesa?- pregunto Joseph con la voz ronca.
- Si, si.- jadeó.- oh sí, me encanta como lo haces…
Con un ligero gruñido saliendo de su boca, Joseph siguió con su labor. El roce de la fina
capa de barba junto con su suave lengua hacía una combinación excitante,
provocando que Demi se estremeciera ante el
contacto.
Mordió y chupó suavemente, ¡Oh, sí, justo ahí! La lengua de Joseph hacia maravillas. Y joder, como le
excitaba a Joseph ver la imagen de Demi retorciéndose de placer. Solo un poco
más y…
- Ignóralo.- pidió Joseph, sosteniéndola de los muslos
para que no se escapara en cuanto el celular de Demi comenzó a sonar.
- Tío….- gimió, curvando los dedos de los pies.- debo contestar.
- Si es importante te volverán a llamar.
Demi asintió y el celular paro de
sonar.
Joseph sonrío con satisfacción, pero
la alegría no le duro demasiado ya que el celular nuevamente sonó. Alejándose
con un gruñido, Joseph la soltó y dejo que se
levantara y alcanzara el celular.
Demi se subió el bikini y trato de que su
voz no sonara tan agitada al contestar debido a la excitación.
- ¿Diga?
- ¡Demi! Hasta que al fin contestas.-
suspiro.- ¿Qué hacías?
- Nada.- dijo sonrojándose.
- Como sea, ¿Aun vienes, verdad?- preguntó su amigo. Demi maldijo en voz baja.
- Oh, Mark… lo lamento, se me olvidó.
- ¡Prometiste ayudarme con lo de Amanda!- grito, obligando a que Demi alejara unos centímetros el celular de
su oído si no quería que le rompiera el tímpano.
- Lo sé, no te preocupes Mark nuestro plan aún sigue en pie.- rodó los ojos.
- Vale.- le dijo, ahora entusiasmado.- pasaré por ti mañana.
- Que sea a las 5. Te estaré esperando.- le echó una rápida mirada a su tío,
quien ahora por una extraña razón, lucia serio.- debo colgar, te quiero.- y
colgó.
Dejó su celular a un lado y se acercó a Joseph para rodearle el cuello con los brazos
y besarlo, pero en vez de corresponderle el beso, él se apartó, rechazándola.
Demi lo miro con el ceño fruncido.
- ¿Ocurre algo?
- Si. ¿Quién es Mark?
Demi lo observo.
Tenía los puños
apretados y la nube de lujuria que había atravesado sus ojos segundos atrás,
había desaparecido.
- Un amigo.- dijo simplemente, no queriendo dar más información.
- ¿Te invito a salir?
- No. Bueno, la verdad…
- No saldrás con él.- su voz era mordaz.
- Pero, tío. Tú no entiendes, déjame explicarte…
- No saldrás con el.- repitió. Su mirada era vacía. Helada. Demi se cabreó.
- Tú no eres nadie como para decir con quien voy a salir o no.
- Pues fíjate que sí. Soy tu tío. Y por si lo olvidas, estás castigada. No
saldrás con ese chico y punto.- le dijo fríamente. Demi No lo podía creer,
¡Cuánto le gustaba a
Joseph ser su tío en este momento!
¡La estaba manipulando!
¡Pero, tío!- se quejó, roja de rabia.
- Ni una palabra más.- y dio como finalizada la conversación, tomando su toalla
y desapareciendo al interior de la casa.
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