Demi no se le pudo resistir. No a él. Instintivamente cerró
los ojos y rodeo su cuello con los brazos.
Harry profundizó el beso pegándola más
a su cuerpo, demostrándole así lo duro que ya estaba. Ella gimió sobre sus
labios.
- Mmh….- gruño Joseph.- estoy muy duro.
- Entonces… haz algo al respecto.
Y por supuesto que lo iba a hacer. Incapaz de
soportar por mucho tiempo más, acunó con las manos su trasero y la levantó,
obligándola a que envolviera sus piernas en las caderas de él.
En poco tiempo
ya estaban en la habitación de su hermana.
Aun besándose, Joseph la dejo encima de la cama matrimonial y le desabrochó
los primeros botones de la blusa, dejando ver así sus pechos cubiertos por un
atractivo sostén negro.
- Tío.- gimoteó.- hazme el amor…
- Con una sola condición.
- ¿Cuál?- pregunto con desesperación, dispuesta a
hacer cualquier cosa.
Joseph deslizo su mano por su seno derecho. Lo
acaricio sobre la tela del sostén y aun así, pudo sentir lo duro que estaba su
pezón. Ella volvió a gemir.
- Por favor, haré lo que tú quieras.- dijo ella.
- ¿Lo que sea?
- Si.
- Entonces… dime que no vas a volver a ver a Mark.
Demi lo miro, esta vez con el ceño fruncido. Se incorporó
mejor en la cama e iba a hablar, pero él se le adelantó.
- Prométemelo.
- Ya te dije que no.- dijo segura, y es que no
pretendía ceder.
Y eso basto para que a Joseph se le fuera la excitación de golpe, substituyéndolo por
odio.
Apretó los puños tan fuertes, que las manos le comenzaron a temblar y se
levantó de la cama para dirigirse hacia Demi.
Sus músculos se tensaron, y mientras le hablaba, la estaba apuntando con el
dedo índice, como si se tratara de un padre llamándole la atención a una hija
fastidiosa.
- Si no lo haces…
- ¿Y si no lo hago qué?- dijo firme, desafiándolo.
- Llamaré a tu papá.- le amenazó.
Enseguida Demi
se tensó. Su pulso se aceleró, y comenzó a respirar agitadamente. Su tío estaba
jugando sucio con ella, y de la peor manera.
- No te atreverías a llamarlo.- le dijo, ahora
mirándolo con terror.
- Claro que sí. Y tenlo por seguro que lo haré si
no me obedeces.
- Tío, por favor, no llames a mi papá.- le pidió.
- Entonces prométeme que no lo volverás a ver.
Demi solo bajo la mirada y, despacio, negó con la
cabeza.
- Vale, tú lo quisiste. Llamaré a tu padre.- y se giró
con la intención de irse.
Pero ella lo siguió.
- Tío, no lo llames.- suplico al borde del llanto.-
por favor, ¡Por favor!- gritó, pero Joseph
la ignoró, y para entonces él ya se había encerrado en su cuarto, y coloco
seguro a la puerta, para que ella no pudiera entrar.
Pero Demi no se
movió de allí. Apretó los labios, mirando la puerta y sintió sus ojos arder por
las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.
Tragó saliva bruscamente,
para desatar el nudo en su garganta y abrió la boca para hablarle, porque sabía
que aunque no la viera él aun la escuchaba, pero lo único que consiguió fue que
sollozara. Tapo rápidamente su boca con las manos y ya no aguantó, varias
lágrimas deslizaron por sus mejillas.
Y fue ahí cuando entendió que Joseph no la escucharía. Lentamente, se giró y camino hacia su
habitación para tirarse a su cama y llorar en silencio.
hola vane...despues de mucho tiempo...al fin pude leer las novelas....y hay nuevas y me encantannn....!!!
ResponderEliminarsiguelas porfa....!!
saludos y cuidate....un abrazo!!!