― De acuerdo ― dije y colgamos.
― ¡Papá! ― grité.
― ¿Qué?
― ¿Dónde estás?
― ¡En la sala!
Fui a la sala y me paré cerca de él, que estaba reclinado en su
mecedora.
― Papá, ¿Cómo pudiste
olvidarte de decirme que la señora McCraken había sido arrestada por cultivar
marihuana en el macetero de la ventana?
Antes de que pudiera responder, sonó el timbre.
― Voy yo ― dije y le dediqué una mirada cargada de significados ― Después quiero que me cuentes toda la historia.
Él suspiro.
― ¡La cena está lista!
― volvió a anunciar mamá desde la cocina. Abrí
la puerta de calle. Dos hombres en traje de civil estaban de pie en el porche.
Ya había oscurecido, y el viento comenzaba a despeinarles el pelo cortado casi
al ras.
― Hola ― dije.
― Hola ― contestó uno de ellos ― Estamos buscando a
Martin Merrill.
Me crucé de brazos. Puedo reconocer a un detective apenas lo
veo.
― ¿Puedo ver su placa
o distintivo o como se llame? ― pregunté.
El hombre sonrió y mostró rápidamente su credencial. Me hice a
un lado para permitirles el paso.
― Oh, caramba ― dijo mamá al salir de la cocina. Se veía bastante confusa. ― Estábamos a punto de sentarnos a comer y no me gusta demorarme
porque la nena se pone muy molesta… ¿Quieren acompañarnos?
Siempre invita a la gente a cenar, incluso sin tener la más
minima idea de quienes son. Desafío a un ladrón a que entre en nuestra casa por
la fuerza y salga sin obtener una invitación a cenar por parte de mi madre.
Los detectives se miraron.
― En realidad,
necesitábamos hablar unos minutos con el señor Merrill para aclarar algo ― dijo uno de ellos.
― Bueno, ¿pero no
tienen apetito? ― argumentó mamá ― En algún momento tienen que comer. ¿No?
― ¿Cuál es el menú? ― dijo el detective nº 2 con ojos brillantes ― Hay muy buen olor.
― Carne asada ― dijo mi madre con una sonrisa alentadora dirigida a él ― Con papas y arvejas.
― ¿Y salsa? ― preguntó el hombre.
Mamá asintió.
― Por supuesto ― dijo ― Jamás serviría carne asada sin salsa.
― Eso me suena muy
bien ― dijo el detective. Nos dijo que su nombre
era Marcus y que su compañero era el detective Kaminsky.
Luego agregó que debía lavarse las manos, y
mientras Liz le mostraba el camino, el detective Kaminsky ayudó a Annie a poner
dos cubiertos más en la mesa. Nos sentamos a comer.
― Entonces ― dije con tono casual ― ¿la señora McCracken
va a estar en el colegio mañana?
― Oh, sí ― repuso el detective Marcus ― Ni siquiera la
llevamos a comisaría.
― ¿De veras? ― preguntó mamá ― Parece que las
madres de los compañeros de juego de Debbie se enteraron de una versión muy
distinta.
Dijeron que la habían arrastrado a la cárcel y demás.
― Hmmm ― dijo el detective Kaminsky. Estaba sentado entre Annie y Liz ― Nos limitamos a interrogarla en la oficina del colegio,
confiscamos el macetero y lo llevamos al laboratorio para hacer un análisis.
― ¿Y qué encontraron? ― preguntó papá.
El detective Kaminsky pareció incomodo.
― Encontramos una
cantidad de semillas suficiente como para producir unos cien gramos de
marihuana.
Mi padre apoyó la cabeza en sus manos.
― No creerán realmente
que Virginia McCracken cultivaba marihuana ¿no? ― Mi madre parecía muy
divertida. Le dio a Debbie una cucharada de puré de batata ― La conocemos hace años, y si hay una persona escrupulosa…
― Oh, no señora ― dijo el detective Marcus ― Estamos seguro de
que la señora McCracken no sabía que estaba infringiendo la ley. Pensó que
cultivaba geranios.
― ¡Geranios! ― exclamó mamá ― ¿De dónde saco ella
esa idea?
― Alguien le dio
semillas para que las plantara ― explicó el detective
Marcus ― ¿Puedo servirme un poco más de salsa, por
favor?
Anne le pasó la salsera.
― ¿Me muestra su
revólver después de la cena? ― le preguntó ― ¿podemos ir al patio trasero y tirar contra algo?¿contra una
lata o una botella?¿Cuantos años hay que tener para ser mujer policía? ¿Quiere
darme un problema matemático para que lo resuelva mentalmente?
― Anne, espera un
momento ― dijo papá.
Miró al detective Kaminsky
― ¿Puedo saber que hay
detrás de todo esto, por favor?
El detective Kaminsky suspiró.
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