lunes, 11 de febrero de 2013

El Amante de la Princesa capitulo 17




A Miley se le puso el corazón en la garganta. Deseaba eso más de lo que Nick podía imaginar. Se sentía feliz cuando estaba con él. Se sentía… normal. Era el único hombre que parecía entenderla de verdad y, sobre todo, que no intentaba controlarla. Nick respetaba su independencia y…

Fue entonces cuando se dio cuenta de que, aunque había jurado que no iba a pasar, se había enamorado de él.
—¿Una aventura pasajera?

—Creo que ninguno de los dos está buscando un compromiso —contestó él.
Esa respuesta fue una sorprendente desilusión. ¿Pero qué había esperado?
—Sí, claro. He llegado a la conclusión de que soy demasiado independiente como para estar atada —le dijo. Tenía que convencerse a sí misma de eso.

No podía dejarse atrapar por un hombre que no quería ser atrapado.

Nick salió de la ducha y, después de secarse con la toalla, entró en la habitación para mirar la hora. Debía encontrarse con Miley abajo en diez minutos para dar un paseo y si no se daba prisa llegaría tarde.

Volvería a casa en unos días, a Estados Unidos, a su nueva vida como hombre libre con la que había soñado desde el día que pronunció el «sí, quiero» cuando debería haber dicho: «no, no quiero». Entonces, ¿por qué pensar en marcharse de Morgan Isle lo dejaba con una sensación de vacío en el estómago?

La idea de seguir allí lo atraía más que volver a Nueva York. Con el proyecto del balneario estaría muy ocupado y la posibilidad de conseguir encargos en Europa había sido siempre el objetivo de su padre. Y el suyo.

Pero marcharse de Morgan Isle significaba algo más: había llegado el momento de romper con Miley. Sabía que estaba enamorada de él y lo único que quedaba por hacer era dejarla y romperle el corazón. Todo muy sencillo, pero no encontraba el momento adecuado.

Aunque estaba seguro de que, tarde o temprano, se presentaría la ocasión.
Su móvil sonó entonces y cuando miró la pantalla comprobó que era Jonah. Tenía la sensación de que habían pasado meses desde la última vez que habló con él.

—Siento no haberte llamado antes —se disculpó su amigo—. Ha sido una semana agotadora. Sólo quería decirte que Cynthia ya ha recogido todas sus cosas.
Se había olvidado de eso por completo. Una semana antes lo temía, pero ahora ya no le parecía importante. Se sentía… como ajeno a su antigua vida.
—¿Intentó alguna de sus maniobras?

—No, nada para lo que no estuviéramos preparados.
Nick puso el altavoz del móvil para poder vestirse mientras hablaba con su amigo.
—¿Qué quieres decir?

—No se llevó nada que no fuera suyo. Y lo mejor de todo es que nunca tendrás que volver a hablar con ella.

A su familia no le haría gracia. Seguían esperando que cambiase de opinión y se reconciliara con Cynthia a pesar de haberles dicho muchas veces que eso no iba a pasar.

Hasta ese momento siempre había tomado sus decisiones pensando en otra persona, pero a partir de aquel momento haría sólo lo que él quisiera hacer. Tuviera la bendición de su familia o no.

—Parece que lo estás pasando bien en Morgan Isle —dijo Jonah.
—¿Qué quieres decir?

—Te has convertido en una celebridad.
—No te entiendo. Su amigo soltó una carcajada.
—No lo sabes, ¿verdad?
—¿Saber qué?

—Todas las revistas han publicado fotografías tuyas llevando a la princesa en brazos.
—¿En serio? — Nick había estado demasiado ocupado como para leer los periódicos o poner la televisión.

—Y se especula sobre si vas a ser un nuevo miembro de la familia real.
No, imposible. Aunque esas especulaciones harían que su inevitable traición doliese mucho más. Y eso debería ser una fuente de satisfacción, pero…

—Supongo que no tengo que preguntar cómo va tu plan de venganza. Parece que la tienes comiendo en la palma de tu mano.

—Como había planeado —asintió Nick.
¿Por qué esa idea lo dejaba tan… vacío?

—Bueno, pues entonces supongo que debes estar contento.
Nick oyó un ruido y, al girar la cabeza, vio a Miley en la puerta. Y supo por su expresión que llevaba allí un rato, de modo que debía haberlo oído todo…
Había estado buscando el momento adecuado y allí estaba.

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