domingo, 22 de septiembre de 2013

Un Tío Malo Capitulo 22

Demi río mientras corría por la sala principal. Se detuvo, tratando de abrir la puerta que daba acceso al jardín pero esta tenia seguro cuando de repente, unos fuertes brazos la tomaron de la cintura jalándola hacia atrás. Demi chilló.
- Te encontré, pequeña.- dijo
Joe riendo al mismo tiempo que ella.
- Ya, suéltame.- se movió tratando de que la soltara, pero él no cedió.
- No hasta que te disculpes.
- ¿Por qué?- preguntó con la voz más inocente y tierna que pudo hacer.
- Por hacerme esto.- señaló con el dedo su cara, la cual tenia dibujado unos graciosos bigotes y lentes.- que manera de despertarme, eh.
- Perdón.- hizo puchero.- es que no despertabas y estaba aburrida.- carcajeó.
- ¿Con que te hace gracia?- arqueó una ceja.- vas a tener que recompensarme por manchar mi bonito rostro.
- Yo creo que te vez muy guapo así.- río.- vamos, no te enfades
Joe.
Él sonrío. Como le encantaba que lo llamara por
Joe, y no como su tío. Ya habían pasado dos semanas, y las cosas entre ellos dos iban de maravilla. Joe no podía ser más feliz con ella, y estaba dispuesto a todo por estar con su sobrina. Lo sabia, sabía el riesgo que podría correr si su hermana o Erik supiera de su relación con ella en secreto. Pero la amaba. Y eso era lo único que le importaba.
Joe le echó una rápida mirada a su alrededor, cerciorándose de que nadie los estuviera observando y la besó. Demi se relajó y enrolló sus brazos en el cuello de él. Siempre se relajaba cuando la besaba, era como estar en un paraíso en donde su papá o su madrastra no estuvieran y solo existieran ellos dos. Joe profundizo el besó pegándola mas a él, deslizó sus manos por su espalda y las colocó en su cintura. Y joder, como le gustaba el sabor de sus labios…
- ¡
Demi!- se escuchó la voz de su madrastra llamarla.- ¿Dónde estás?
Al instante los dos se separaron de golpe, girándose y mirando en direcciones diferentes.
- Aquí estoy.- dijo ella en voz alta para que la escuchara.
-
Demi, tenemos que hablar… pero, ¿Qué te ha pasado Joe?- se río al ver a su hermano con toda la cara pintada.
- Fue esta graciosilla que está al lado mío.- y miró a
Demi.
- ¿Yo?- preguntó ingenua.- solo fue una simple broma
Joe… tío.- se corrigió al instante. Joder, se había acostumbrado a llamarlo así.
- Bueno, la cosa es que.- Mónica dirigió su mirada hacia su hijastra.-
Demi, tenemos que comprar tus útiles escolares.
Ella se quejó.
- ¿Por qué? Si aun falta todo un mes para que entre a clases…
- Por que después no queda nada, y hay que comprar con anticipación. Tenemos que comprarte útiles escolares, zapatos y ropa nueva, por que la que tienes ya no te queda.
- ¿Me estas diciendo gorda?- se hizo la ofendida.
- Nada que ver.- intervino
Joe.- estás estupenda Demi.- le dijo sinceramente, mientras le dedicaba una mirada ardiente.
A
Demi se le subieron los colores, pero no dijo nada.
- ¿Qué te parece si vamos de compras después del almuerzo?- le propuso Mónica.- pero tenemos que volver antes de las seis porque tengo que salir.
- Puedo acompañarla yo si quieres.- dijo
Joe.
- ¿De verdad?
- Claro que si.- sonrío.
- ¿Y tu
Demi, te parece bien que tu tío te acompañe?- le pregunto Mónica.
- Por mi no hay problema.- dijo fingiendo desinterés.
- Bien, gracias
Joe. Erik después te pasara la tarjeta de crédito para comprar todas las cosas.- miró su reloj de muñeca.- coño, llegaré tarde a mi cita con el dentista. Adiós, Erik está arriba en la habitación por cualquier cosa.- avisó y se alejó.
En cuanto escucharon la puerta principal cerrarse se miraron al mismo tiempo y sonrieron pícaramente. Hoy tendrían muchas cosas por las cuales hacer juntos. Y que cosas…

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