miércoles, 9 de octubre de 2013

Un Tío Malo capitulo 33




Demi suspiró mientras sentía las manos de Joe recorrerle su espalda, de arriba hacia abajo, con una lentitud que la hacía estremecer. Ella giró sobre el colchón, quedando al frente de él. Lo besó. 

Él sonrió.

- Mmh…- susurró él, acariciando su mejilla, con una ternura que a ella le conmovió.- desearía quedarme todo el día aquí en la cama, haciéndote el amor.

- Y yo también.- jugueteó con el cabello de Joe.- pero hay que levantarse, ¿Te imaginas que Erik llegue y nos vea así?

- Probablemente le cogería un ataque de ira.- sonrió. Demi rió, ya se lo imaginaba, con la cara roja de rabia.- pero tranquila, que pronto él lo sabrá, y todo se arreglara.

- Espero que así sea.- suspiró.- espero que sepa entendernos, así como lo hizo Mónica.

Joe notó el miedo en su voz. Apartó las sabanas que cubrían su cuerpo desnudo y la cogió de las caderas, levantándola y obligándola a que se colocara a horcajadas encima de él. Demi gimió, fuerte, al sentir la dura polla de Joe entrar de golpe en ella.

- Lo hará. Todo va a estar bien.- dijo Joe, tomándola del culo.- ahora, no pienses en eso, porque te haré olvidar de todos los problemas. Sólo… disfruta.

Y por supuesto que la iba a hacer olvidar de todos sus problemas. Demi comenzó a moverse encima de él, de arriba hacia abajo, haciendo a Joe enloquecer, gimiendo por más. 

Demi podía sentir la firme polla de Joe en todo su interior. Durísima. Y le encantaba. Demi siguió montándolo, cada vez más rápido. Los ojos de Joe jamás se despegaron de ella. Arqueó las caderas, ayudándola más con la faena de follársela duro. 

Como amaba Joe la expresión de la cara de Demi cuando le hacia el amor. Su cabello, caía sobre sus hombros, cubriendo sus senos. Joe le apartó el pelo, y se los besó. 

Demi gimió. Una deliciosa melodía, para los oídos de Joe. Alejó la cara un poco, observando la hermosa imagen de sus pechos meciéndose de arriba hacia abajo, al mismo ritmo que Demi se movía cada vez más rápido.

- Oh, sí, justo así bonita.- gimió él, enterrando sus dedos en sus caderas.- me harás enloquecer… mmh…

Era gracioso, pensar de que hace apenas unos minutos habían hecho el amor, y ahora, estaban haciéndolo de nuevo como conejos. 

Erik y Mónica habían salido hacia una cena formal de un cumpleaños, y ellos dos habían aprovechado el momento para escabullirse en la habitación matrimonial de ellos y echarse un buen polvo. 

A Demi le encantaba la cama de su padre, era amplia y grande. Perfecta para hacer el amor. Aunque claro, después de todo el escándalo que hacían ellos dos entre las sabanas, tenían que dejar todo en orden, sin ninguna pizca de evidencia que ellos hubiesen estado allí.

Cuando Demi llegó al orgasmo, lo siguió Joe, para luego dejarla caer encima de él y arroparla entre sus brazos. Joe le besó la frente, sintiendo como sus respiraciones se calmaban, y sus corazones volvían a latir con normalidad. 

Demi cerró los ojos con fuerza, deseando poder quedarse así con Joe por siempre. Y el miedo la invadió, otra vez. Hoy sería el día, en que le dirían a su papá toda la verdad. Habían quedado de acuerdo con Joe y Mónica, en decirle a Erik toda la verdad después de la cena. Él estaría de buen humor, un buen momento para confesarle toda la verdad. No más mentiras. No más secretos. Todo iba a salir bien.

Joe apartó el cabello de Demi que cubría su rostro. La cogió de la barbilla y la besó. Ella sonrió.

- Te amo.- murmuró él sobre sus labios.

Demi abrió la boca para decirle un “y yo a ti”, pero antes que pudiera decirlo, alguien entró a la habitación. De repente, una maldición.

- ¿Qué mierda?

Los dos voltearon a ver quién había sido el intruso que se metió en la habitación. Joe abrió los ojos completamente, y sintió a Demi tensarse bajo sus brazos. Lo único que sabían, era que habían sido descubiertos por Erik.

Un Tío Malo capitulo 32





- Oh, no pasa nada amor.- dijo Mónica, tratando de disimular su nerviosismo.- es solo que Demi y Joe me contaban sobre una película que habían visto… y ya sabes como soy, me emociono por todo.- se río. Erik sonrió.


- Bueno.- Erik miró a Demi. Frunció el ceño.- ¿Tú no deberías de estar estudiando? Recuerda que mañana tienes tus clases particulares, y tienes que acostarte temprano.

Demi puso los ojos en blanco. Aun así no se quejó y subió las escaleras, no sin antes dedicarle una última mirada a Joe quien la captó al instante. Mañana hablaría con él.

- Cariño, ¿Por qué no subes y me esperas en el cuarto? Necesito hablar con Joe a solas.- le dijo Mónica.

- Está bien.- besó suavemente sus labios y desapareció por las escaleras.

Solo entonces cuando Erik se fue, Mónica miró a Joe y lo obligó a que prestara toda su atención en ella.

- Escúchame bien, esto es lo que haremos.- dijo Mónica.- le diremos toda la verdad a Erik los tres juntos. Ni se les ocurra decirles ustedes dos solos, quiero estar ahí para cuando lo sepa ya que conociéndolo, puede armar todo un escándalo.

- Está bien.- suspiró él, pasándose una mano temblorosa por el pelo. Por poco y Erik casi los descubren, pero por suerte se había tragado todo el cuento de Mónica.- ¿Cuándo se lo diremos?

- En unos cuantos días más, entre mas pronto mejor.

- Vale….- dijo, y de repente una pregunta surgió por su mente.- ¿No estás molesta por todo esto?

- ¿Por qué iba de estarlo? ¿De que te hayas enamorado, acaso? No te culpo por eso, Joe.- le sonrió.-

 jamás te había visto tan enamorado.- lo miro fijamente, clavando sus ojos en los suyos.- porque la amas, ¿Cierto?

- Más que a cualquier otra persona en este puto mundo.

Los ojos de Joe brillaron al pensar en Demi. Mónica sonrió. Una sonrisa amplia, sincera. Su hermano amaba a su hijastra, no lo podía creer. Esa mirada, lo decía todo.

 Mónica no estaba enfadada con él, claro que no. 

Estaba orgullosa por su hermano menor, al saber que él luchaba por lo que quería tener. Se daba cuenta, de que a pesar de que lo suyo sea un amor prohibido, él quería que fuera posible.

 La amaba, y eso era todo lo que necesitaba saber. La felicidad de Demi y la de Joe.

- Sabes qué Demi y tú, tienen todo mi apoyo.- dijo Mónica, sonriéndole dulcemente.

- Gracias, eres la mejor hermana.- dijo y la abrazó.
Todo había resultado mucho mejor de lo que pensó.

The Perfect Game




Sinopsis

«A veces la vida se pone fea antes de volverse hermosa…»

El Juego Perfecto cuenta la historia de dos jóvenes universitarios, Demi Andrews y Joe Carter. Cuando Demi  encuentra a la promesa creciente del beisbol, Joe, está decidida a mantenerse alejada de él y su típica actitud arrogante. Pero Joe tiene otras cosas en mente… como conseguir que Demi le dé la hora.

Él es un juego que nunca tuvo la intención de jugar.
Y ella es el cambio de juego que nunca supo que necesitaba.

domingo, 6 de octubre de 2013

Un Tío Malo capitulo 31


- ¿En qué crees que está pensando?- preguntó Joe.

- No lo sé.

Mónica estaba afuera en el jardín, tratando de ordenar las ideas en su cabeza. Desde que Joe y Demi terminaron de explicarle, ella había pedido un poco de tiempo para pensarlo y salió. 

Todo esto la había dejado impactada Demi y Joe la habían estado mirando desde hace rato, pero Mónica no se movía de allí y eso solamente aumentaba la preocupación de ambos.

- Ha estado afuera más de una hora, ¿Y si ya se arrepintió?- dijo Demi, nerviosa.

- No pienses en eso, pequeña. Esperemos a que venga y nos dé su respuesta.

La puerta se abrió. Enderezándose, Joe se acomodó en el asiento y en silencio vio a Mónica caminar hacia ellos. 

Demi miró a Joe con algo que parecía terror y él le apretó levemente la mano, tratando de tranquilizarla. Mónica se sentó al frente de ellos y suspiró antes de comenzar a hablar.

- Bueno, lo he estado pensando… y llegué a una conclusión.
- ¿Cuál?- preguntó Joe.

- No son familiares de sangre.- Mónica miró a Joe y a Demi ir juntos. Así que, por mi está bien que lo estén.

Sus palabras hicieron sentir a Joe aliviado, y toda la paz volvió a él al ver a Demi sonreír. Una sonrisa amplia, preciosa. 

Y a Joe le entraron unas ganas inmensas de comérsela a besos, pero se contuvo. Sólo porque Mónica estaba ahí.

- ¿De verdad?- preguntó Demi, con un brillo especial en los ojos.
- Claro que sí, cariño.- sonrió y le pellizcó la mejilla delicadamente.- 
por más raro que suene todo esto, me alegra verte feliz. Joe es un buen hombre para ti.- palmeó el hombro de su hermano suavemente.- me lo tenias bien escondido Joe, ¿Eh?

Él se sonrojó, y levemente se encogió de hombros.

- Que te puedo decir. Jamás pensé que mi sobrina me tendría loco.- pasó su brazo alrededor de los hombros de Demi y la acercó a él para besarla en la mejilla.

- Uy, creo que tanto amor me tiene agobiada.- dijo Mónica, abanicándose con la mano. Joe y Demi rieron.- vamos, vengan aquí.- abrió los brazos y los abrazó.

Los tres sonreían. Joe estaba feliz al saber que su hermana lo apoyaba, y de Demi, ni se diga. 

Todo había salido mucho mejor de lo que planearon. Mónica sentía una gran alegría por ellos. No le importaba que su hermano estuviera con su hijastra, si no que se amen. Y el amor entre ellos dos era notable.

- ¿Por qué tan felices?- dijo Erik, y al instante ellos se separaron. Los tres se repartieron miradas cómplices, para luego mirarlo a él. Erik sonrió.- ¿Y bien? ¿Alguien me va a decir lo que pasa?

Un Tío Malo capitulo 30

Joe tragó saliva.

- Necesitamos hablar contigo.- dijo Joe, aun así sin soltar a Demi de la mano. Caminaron y corrieron unas sillas para sentarse al frente de Mónica.


- ¿Sobre que?- Mónica se sacó sus lentes de lectura y los dejó con el libro a un lado.


- Eh… es sobre algo delicado.- Joe se rascó la nuca, nervioso. ¿Acaso tan seguro se sentía de si mismo?


Joe miró a Demi, pidiendo ayuda. Pero ella no hablaba. Permanecía en silencio, estaba ausente. El corazón de Demi latía con violencia. 


Tiempo atrás había mentalizado un discurso, pero ahora, ni siquiera sabia que decir. Tenía un nudo en la garganta el cual la quemaba. No podía pronunciar alguna palabra y ya le estaba costando trabajo el poder respirar.

- Bueno, ¿Alguien me va a decir lo que pasa? Me están poniendo nerviosa.- dijo Mónica.


- ¿Dónde esta papá?- logró formular la pregunta Demi.
- Salió con unos amigos, ¿Por qué?


Demi suspiró. Al menos su papá no estaba en la casa, y eso reducía los problemas.


- Bueno, la cosa es que….- Demi tragó saliva. Respiro hondo antes de continuar.- Joe y yo estamos saliendo.- musitó, casi en silencio, unas palabras que Mónica no logró escuchar bien.


- ¿Qué? Perdón cariño, habla mas fuerte que no te escucho.
- Joe y yo estamos saliendo.- dijo mas fuerte, y ahora si Mónica la escuchó con claridad.


El rostro de Mónica palideció. Sus ojos se abrieron. El corazón de Joe martilló, preparándose para lo peor.


- ¡¿Qué?!- gritó Mónica, eufórica. No podía creerle, ¿Es que acaso su hermano tenía una relación con su hijastra?- están jugando conmigo, ¿Verdad? 


¿Eso es lo que quieren, causarme un infarto?
- No.- dijo Demi. Sintió como el piso se le movía, pero ahora que había comenzado, no podía retroceder.- yo lo amo.- miró a Joe, quien le dedicó una sonrisa débil.


- Joe, imb.ecil.- Mónica miró a Joe, tan fríamente, que por primera vez él se sintió inferior.- es tu sobrina, ¿Cómo pudiste meterte con una niña menor de edad?


- ¡ Joe no es mi tío!- exclamó Demi, cansada. Agotada. Ya no lo aguantaba más, el simple echo de que le dijeran de que Joe era su tío le cabreaba.- Joe no es mi tío de sangre, y jamás lo será. ¿Es que acaso no pueden aceptarlo de una puta vez?


- Oh, Dios. Esto es una locura.- dijo Mónica. Se pasó una mano por la frente, nerviosa.- ¿Tu papá sabe sobre esto, Demi?


Ella negó con la cabeza, deseando que jamás lo supiera también.
- Mónica.- habló Joe.- déjanos explicarte, por favor. Tan sólo escúchanos.


Mónica permaneció en silencio varios segundos, tanto fue el tiempo que Joe pensó que iba a estar jodido. Ella suspiró antes de hablar.
- Tienen cinco minutos para explicarme.

Un Tío Malo capitulo 29


Joe puso los ojos en blanco una vez más. Demi se lo había pasado tirándolo del brazo de una tienda a otra todo el día, tanto era que él juraría que tenía el brazo marcado por sus uñas. Joe sonrió cuando entraron a una de sus tiendas favoritas, y al parecer todo el aburrimiento se le pasó. Lencería femenina.

- Mira, Joe.- Demi tomó un sostén de lencería erótica y las coloco sobre sus pechos.- ¿Cómo me queda?- dijo, simpática.

- Se te ven estupendos, cariño.- dijo un chico que pasaba por ahí, al mismo tiempo que le sonreía traviesamente.

- Gracias.- dijo ella y se quitó rápidamente el sostén para dejarlo en su lugar.

Joe observó al chico desaparecer por la sección de ropa interior masculina. Endureció la mandíbula y de repente sintió la necesidad de querer ir donde él y torcerle el cuello.

 Aun así, se contuvo. Miró a Demi quien estaba entretenida viendo ropa. Era tan inocente, y se preguntó que si es que era consiente de todas las miradas masculinas que estaban sobre ella. Demi se agachó para recoger una prenda que se le había caído cuando Joe encontró a un chico mirándole el culo.

- A la próxima que te vea mirándole el culo, te rompo la cara -masculló Joe y cogió a Demi del brazo, obligándola a que soltara la ropa que tenía en las manos y sacándola de la tienda antes de que perdiera toda su paciencia.

- Joe, no me agarres tan fuerte que me duele.- se quejó ella.
- Ya, lo siento.- la soltó.- pero es que no me gusta que te miren tanto. Cualquier hombre mataría por tenerte en su cama.

- No te preocupes, sabes que el único hombre que me podrá tener en su cama eres tú.- dijo y se paró de puntitas para besarlo suavemente en los labios.

La mirada de Joe se volvió tierna en cuanto ella lo besó. ¿Es que Demi no se daba cuenta de lo que producía en los hombres?
- Eres una bruja.- gruñó él sobre sus labios.

- No soy ninguna bruja.- dijo ella, inocente. Preciosa. Al mismo tiempo que curvaba su labio inferior asía fuera.

- Si, lo eres. Una bruja que me tiene hechizado.- dijo y capturó sus labios con los suyos.

Demi suspiró entremedio del beso, enamorada. Se sentía hermoso poder besarlo en público y que nadie los mirara mal. Añoraba con que el día en que le dijera a su papá sobre su relación él se lo tomara bien. Aunque claro, sabía que sería algo imposible. Pero debía de hacer el intento. Lo amaba y no dejaría que nadie lo alejara de él. Joe rompió el beso y le regaló una sonrisa a Demi, una de esas sonrisas que lograban derretirle el corazón.

- Ya se está haciendo tarde y le prometí a Mónica llevarte a casa temprano.- tomó su mano y entrelazó sus dedos.- vámonos antes de que oscurezca.
Demi sonrió y juntos caminaron hacia la salida del centro comercial.


 
Joe acarició la cintura de Demi bajo las sabanas una vez más. Demi sonrió y repartió besos pequeños, tiernos desde su hombro hasta subir a su boca. Joe entreabrió los labios y dejó que ella lo besara.
- Mmh….- suspiró Joe. - que traviesa.
- Tú me pones así.

Joe la acercó más a él. Demi se acurrucó a su lado y escondió su cara en su cuello. Joe acarició su cabello, apartándolo de su rostro. Aquel cabello, en el que había enterrado su rostro mientras le hacia el amor minutos antes.

- Sabes lo que pasará hoy, ¿Verdad?- preguntó suavemente él.
Joe sintió a Demi tensarse bajo sus brazos.
- Si, si.- dijo Demi, casi en un susurro.

- No te noto muy segura.- le sonrió Joe.

- Es solo que estoy nerviosa.- admitió. Con el dedo índice Demi empezó a trazar cada uno de los abdominales de Joe. Él se coloco duro al instante, torturándolo.

- No lo estés… ya… ya vas a saber que todo…..- tragó saliva. ¿Es que acaso Demi no sabía lo que provocaba en él con sus caricias?- saldrá bien.

- ¿Y si Mónica no está de acuerdo con nuestra relación?- preguntó y sus caricias cesaron. Joe suspiró agradecido. Un segundo mas y la tendría follando sobre la cama.- no quiero que me separen de ti.
Joe la tomo de las mejillas y le levantó el rostro. Demi se relajó al instante en que la besó. 

De pronto se olvido de todo. De su madre, de Mónica, y de la puta idea de que Joe era su tío. Jamás lo fue para ella. Siempre lo había mirado con otros ojos, y ahora que lo tenía no dejaría que nadie lo alejara de él. Aun así, si significara perder todo el amor que tenía su padre hacia ella. Si es que lo tenía.

- Escúchame bien.- dijo Joe sobre sus labios.- nadie, absolutamente nadie nos va a separar.
- ¿Me lo prometes?

- Te lo prometo.- sonrió y Demi rozo su nariz con la suya.- te amo.
- Y yo a ti.- sonrió y se fijo en el reloj de la mesita de noche. Doce y media de la mañana.- tenemos que levantarnos antes de que papá y Mónica lleguen del supermercado.
Joe bufó. Demi rió.
- Está bien.

Joe se bañó primero. Cuando Demi salió del baño y bajó las escaleras, se encontró con el almuerzo servido. Se sentó al lado de Joe y cuando terminó de comer, se levantó y fue hacia su habitación para terminar su trabajo de Biología. 

Eran pasadas las cinco de la tarde cuando Joe entró a su habitación, y se sentó a su lado. Empezó a besarle el cuello, haciendo que se le hiciese imposible concentrarse en terminar el trabajo.
- Ya, Joe.- río Demi.- no me puedo concentrar y necesito sacarme una buena nota para impresionar a papá.

- Te esfuerzas mucho por ganar su atención, ¿Eh?- apartó el pelo de su cuello y se lo besó.- él ya te quiere.
Demi negó con la cabeza.

- No me lo demuestra. Ni siquiera le importo.- suspiró y terminó de pegar los recortes en su cuaderno.- bueno, ya terminé.- dijo satisfecha y miró a Joe a los ojos.- bueno, ¿A que se debe tu visita a mi cuarto?

- No te hagas la tonta… ya sabes a lo que vine.
- ¿A que?- dijo haciéndose la desentendida.

- Ya sabes, Mónica está abajo… y tenemos que hablar con ella.- dijo, ahora mirándola serio. En verdad Joe quería terminar con todo ese secreto.

Demi cerró y abrió los ojos lentamente, cómo si el simple hecho de hablar con Mónica le doliese.

- Si, tienes razón.- suspiró y Joe la besó en la mejilla.- bajemos.
Bajaron las escaleras tomados de la mano. Al cruzar por la sala principal, se encontraron con Mónica sentada en el sillón y leyendo un libro. Demi de repente quiso huir, retrocedió unos cuantos pasos pero Joe le apretó la mano con mas fuerza. Joe se aclaró la garganta para llamar la atención de Mónica. 

Ella levantó la cabeza para verlos. Una sonrisa se asomó por sus labios. ¿Pasa algo?- preguntó, y bajó su mirada hasta sus manos unidas. Frunció el ceño y su sonrisa se borró.- ¿Por qué están tomados de la mano?

Inocencia Capitulo 5


Recorrieron Grecia en el silencio del coche mientras el sol se ocultaba y se acercaban más al puerto. 

Demi estaba completamente fascinada con cada pequeña o gran cosa que veía, pero aun así tenía su cabeza echa un bombo de solo pensar en lo que tenía que hacer. 

En un día su vida había cambiado completamente y ahora se encontraba junto al hombre más condenadamente sexy y antipático que había conocido jamás. Demi deseaba que el mes pasara pronto para poder volver a Seattle y empezar a buscar un local para su librería. 

Tenía mucho dinero ahorrado, dinero que le había costado conseguir mientras estudiaba y a la vez hacia millones de trabajos.

Agotada como estaba apoyó la cabeza en el vidrio frío y la sensación de este contra su piel caliente y perlada de sudor la relajó. Como deseaba en esos momentos tener a alguien a su lado que le prometiera que todo estaría bien aunque supiera que no sería así. El coche se detuvo y ella pudo alzar la vista. Abrió los ojos desmesuradamente ante lo que veía.

Una enorme casa de color crema, puertas corredoras grandes, un jardin llenos de preciosas flores distintas, ventanas abiertas y cortinas blancas, techo de colo azul cobalto, era la personificación de una gran casa victoriana. 

Perfecta para vivir y relajarse, grande y hermosa se mostraba ante Demi que no pudo evitar soltar un silvido de apreciación. Entonces vio a seis personas paradas junto a la puerta de entrada. Cuatro mujeres bajitas, con la piel bronceada y ropa de verano. 

La más mayor tenía su cabello recogido en un bonito moño, dos que claramente eran gemelas vestían completamente igual y parecían tener unos catorce o quince años, la otra mujer que estaba allí era alta y delgada como un palo, con un vestido negro que se pegaba como una segunda piel a su cuerpo, unos tacones del mismo color que favorecían a su figura, perfectamente maquillada con los labios de un rojo puton y el cabello rubio cayendo perfectamente en ondas sobre sus hombros. 

Demi se sintió tan fea en comparación con esa mujer que ya no quiso bajar del coche. Pero entonces la puerta se abrió y Joe con los ojos enviándole señales de advertencia y tendiéndole una mano, la esperaban.

Al salir el rodeo su diminuta cintura con su fuerte brazo y la apretó contra su pecho. 

Llegaron al porshe y Demi pudo ver mejor a los dos hombres altos y tan parecidos a Joe, uno de cabello castaño y ojos azules y otro de cabello rubio y ojos marrones, los dos con los cabellos rizados y las facciones cinceladas. También pudo ver mejor a la mujer que sonreía socarronamente a Joe e ignoraba a los demás.

-Casandra. – dijo el mirándola. – Familia. Os presentó a mi prometida, Demi Hart.

Las gemelas chillaron, la mujer vieja intento calmarlas pero nadie más se movió.

-Así que ella es tu prometida. Tus gustos por mujeres con curvas y pechos han desaparecido. – la voz mordaz de la mujer hizo temblar a Demi, que vio como Joe sonreía sin comprender porque lo hacía.
- Demi tiene un cuerpo exquisito que no necesita ninguna de esas cosas. – respondió apretando aun más a la chica contra el.

-Bueno, bueno, por lo menos algún Jonas se casa ¿No?- exclamó el hombre rubio que le recordaba a un actor de cine, el le sonrió y tendió la mano.

-Perdona a mi hermano y a Casandra, se les olvida los modales cuando tienen que insultarse. Mi nombre es Nick, las gemelas. – murmuró señalándolas. – Son Amber y Amy, la mujer del moño es su nana, Lola. Y este de aquí…- dijo dándole un golpe al otro hombre. 

– Es Kevin el viejo de la familia. Yo también estuve en la graduación, es una pena que no nos encontráramos allí. - Demi sonrió encantada y aceptó su mano con agrado.
-Encantada de conoceros.

-Ja! Sospecho que si. – exclamó Kevin. – Mi hermano se lo tenía muy callado, una mujer muy bonita, por cierto. – Le dijo a Joe, quien asintió con la cabeza. –Entremos, venga. Aquí hace un calor horrible.

Ya dentro les indicaron sus habitaciones y les dijeron a que hora era la cena, entonces Demi se desplomó en la bonita y cómoda cama de la habitación de Joe. Cerró los ojos y se dejo llevar por el sueño.