jueves, 23 de agosto de 2012

Una Locas Vacaciones Cap 28




Demi estaba encantada con la noticia de que el marido de Miley iba por fin a sentar la cabeza.
-Tiene que sentir algo por ti -le dijo a Miley, sonriendo-.
Me da igual lo que digas, ningún hombre llega a tanto sólo por una atracción puramente fisica.

Miley se la quedó mirando con expresión pensativa. -En algunas cosas sigues siendo muy ingenua –añadió Demi con una maliciosa sonrisa-. Está loco por ti, lo que pasa es que todavía no se ha dado cuenta.
Si fuera cierto... pensó Miley, rezando por que se realizara un milagro. Si le gustara el trabajo que le ofrecía Apollo... Ni siquiera. Irse a vivir a Chicago plantearía ningún problema.
Demi  y Joe la irían a ver a menudo. Y ella podría volver a Greenville de vez en cuando. Demi sería la madrina, se dijo sonriendo.
Con la mente en Nick y no en lo que estaba haciendo apoyó una escalera contra la pared y se subió a coger un libro de un estante muy alto. Estaba a mitad de camino cuando resbaló y cayó al suelo, dando un grito de terror.
-¡Oh,. Dios mío, el niño! -sollozó, cogiéndose el vientre.
-No pasa nada -le dijo Demi rápidamente-. Llamaré a una ambulancia. ¡Túmbate y quédate tranquila! ¿Te has hecho daño en algún sitio?
-¡No sé!

Demi echó a correr al teléfono Miley se quedó tumbada en el suelo, llena de pánico, «No, por favor, que no pierda a mi hijo». Cerró los ojos y las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras empezaba a sentir dolor en una pierna y en la espalda.
Los siguientes minutos fúeron una pesadilla. Llegó la ambulancia, los enfermeros la colocaron en la camilla y la llevaron al hospital, a urgencias. Miley tenía tanto miedo a perder el niño que casi no se dio cuenta de que Demi no se apartaba de ella.
La examinó el médico de urgencias. pero no le dijo nada. Después empezaron a hacerle exploraciones y análisis y por fin la llevaron a una habitación y la dejaron allí, temblando de incertidumbre. El médico que la había atendido le explicó que, cuando tuvieran los resultados de los análisis, la informarían.

Miley estuvo llorando sin parar. Demi trató de calmada, pero fue inútil. Miley  sentía dolores en el vientre y creía que iba a perder el niño. Demi le pidió un número de teléfono para localizar a Nick en Chicago. Miley le dio el número de j.D. y cerró los ojos. Hubiera querido decir que no serviría de nada. Nick iría, pero sólo porque se sentiría obligado... y entonces se acordaría de otro tiempo, de otra mujer embarazada...
El doctor Carter llegó horas después, la echó una mirada y volvió a salir a pedir un sedante. Entró otra vez, le cogió la mano' e hizo un gesto con la cabeza a Demi para que saliera.
-Al niño no le va a pasar nada -le dijo una vez que Demi hubo salido Y a ti tampoco. Así que ahora tranquilízate.
Miley dejó de llorar, aunque seguía teniendo los ojos húmedos y enrojecidos.
-¿Qué?
-El niño está bien -repitió el doctor Carter, guiñándole un ojo. Los niños son fuertes. Están inmersos en un fluido que es una maravillosa protección. Tú tienes contusiones aquí y allá, pero eso se cura. Te pondrás bien.
-Gracias a Dios -dijo Miley-. ¿Pero... y esos dolores que sentía en el vientre?     
-Falsos dolores de parto. Unas cuantas punzadas es algo normal. Así que deja ya de preocuparte, ¿quieres?
Entró una enfermera con una jeringa, pero antes de que pudiera acercarse a la cama, la puerta se abrió de golpe y Nick irrumpió en la habitación.       .
-¡Nick! -exclamó Miley.
Nick tenía la cara enrojecida, como si hubiera corrido, y estaba casi sin aliento.
-¿Estás bien? -le preguntó con voz entrecortada, palpándola como si esperase encontrarle algún miembro roto ¿Está bien el niño?
-Sí -murmuró Miley-, sí, Nick, estamos bien. Los dos. Lo único que pasa es que me caí de la escalera y...
-Oh, Dios! -exclamó él, sentándose a su lado.
Miley se quedó anonadada al ver la expresión de sus ojos. Él la acarició con manos temblorosas y escondió la cara en su cuello.
Miley le abrazó y empezó a acariciarle el pelo. Al notar algo húmedo' en el cuello, los ojos se le llenaron de lágrimas también a ella.
-cariño -susurró, estrechando a Nick contra sí.
Reía y lloraba a la vez. Ahora podía conquistar el mundo.
¡Podía hacer cualquier cosa! ¡Nick la quería!
-El embarazo es también dificil para los padres -dijo el doctor Carter, quitándole la jeringa a'la enfermera-. Quítese ese impermeable, joven
Él mismo le quitó el impermeable y la chaqueta y luego le subió la manga de la camisa, todo ello sin que Nick pareciera darse cuenta, y por último le puso la inyección.
-Miley, yo creo que ya no te hace falta el sedante, ¿no? -añadió con una sonrisa.
-No -murmuró ella.

El médico asintió y salió con la enfermera de la habitación. -Te quiero -susurró Miley-. Te quiero...
Nick la hizo callar con sus labios. Luego levantó la cabeza y dijo
-J.D. fue a decirme que Demi había telefoneado. Creí que me volvía loco. J.D. me consiguió un pasaje de avión. Salí corriendo del aeropuerto y me subí al taxi de otra gente ni  si quiera sé cómo he llegado aquí.
La besó suavemente en la boca y prosiguió:
-Iba... iba a: telefonearte esta noche. Quería decirte que me gusta mucho el trabajo que estoy haciendo, que he encontrado le una casa para nosotros... en la playa, con un patio cercado. Será' estupendo para el niño.      .
-Sí, cariño.
-:-Me daba tanto miedo lo que podía encontrarme aquí... -dijo él-. En lo único que podía pensar era en que acababa de darme cuenta de lo que sentía realmente por ti, y en que de pronto podía haber acabado. Otra vez me habría quedado solo.
-Mientras yo viva, no estarás nunca solo.
-Miley, te quiero.
-Ya lo sé -dijo ella con una sonrisa de felicidad.
Nick se rió también.
-Nunca lo había dicho. Pero no es difícil. Te quiero. -Yo también te quiero. ¡Ooohh...!
Miley se tocó la espalda y añadió:
-Tengo magulladuras en todas partes. ¡Esa absurda escalera!
-¡Se acabaron las escaleras!--replicó Nick con firmeza-. Nos vamos a vivir a Chicago, donde yo pueda cuidarte Demi puede ir a vemos.
-¿Eso es lo que quieres de verdad?
-¿Cómo voy a cuidar de ti si estoy en otra parte del mundo? -dijo Nick con voz cada vez más somnolienta-. Además y soy demasiado viejo, Me gustan las nuevas técnicas de adiestramiento que estoy aprendiendo. J.D. me contó que "cuando se casó con Gabby descubrió que el matrimonio era más emocionante que esquivar balas. Creo que es cierto.
Miró el vientre de Miley y añadió
-Está bien, ¿verdad?
-Te voy a dar un hijo "murmuró ella, acariciándole la mejilla-. Un niño fuerte y sano. Eso es lo que me ha dicho el médico.
-Os cuidaré a los dos --:-le aseguró Nick con voz emocionada.
Miley le mordisqueó suavemente el labio inferior.
-y yo te cuidaré 'a ti en cuanto me den de alta –replicó en tono burlón.     
Él se palpó la frente y exclamó:
-Dios mío, creo que necesito cuidados urgentemente. ¿Qué había en aquella inyección?
-Un sedante: Lo trajeron para mí, pero supongo que decidieron que te hacía más falta a ti.
-Me gustaría seguir hablando -dijo Dutch, sonriendo tristemente-, pero creo que es mejor que me tumbe, un poco.
En ese' momento entró el doctor Carter acompañado de una enfermera. Traía una cama vacía. El médico miró su reloj y le dijo a Nick:
-Creo que ya está listo para utilizar esta cama. Acuéstese,  futuro padre. Creo que podrá dar una cabezada hasta la hora  de comer. ¿Te sientes bien ahora, Miley? -añadió.
-De maravilla -repuso ella.
Sonrió con la seguridad de una mujer que se sabe profundamente amada...

Unas Locas Vacaciones Cap 27




Miley no estaba segura de cómo había esperado que fueran los amigos de Nick, pero cuando éste le presentó a J.D., a Gabby Brettman y a Apollo Blain, la cara que puso debió
Traicionarla
-¡Eh! -dijo Apollo, estrechándole la mano a Miley-. ¿Qué te había dicho, J.D.? Miley esperaba que fuéramos como los soldados que aparecen en la portada de la revista Mercenarios.
Miley se sonrojó y se echó a reír.
-Bueno, es que hasta ahora no había visto nunca a unos mercenarios profesionales. En fin, por lo menos no esperaba veras con la ropa de camuflaje.
-Hombre, eso me supongo que no -replicó Apollo, soltando una risita.
Ella bajó los ojos tímidamente.
-Animales -dijo Nick, abrazando a Miley por los hombros-. Debería daros vergüenza.
-Bueno, es que somos curiosos -intervino J.D.
-Claro que lo somos -le secundó Apollo-. Al fin y al cabo, hacía falta toda una mujer para cazar a Nick, ¿no os parece?
-Yo estoy completamente de acuerdo -repuso Gabby-.
Ven, Miley, échame una mano en la cocina mientras estos tres hablan de negocios.        ..
-Creo que será lo mejor -dijo Miley-. Al menos sé distinguir mejor una patata de un cogollo de lechuga que un AK-47 de un UZI.      .
Nick le sonrió cariñosamente.
-¿Qué puedo hacer? -preguntó Miley, entrando en la cocina con Gabby.
-Puedes contarme cómo lo has conseguido -exclamó Gabby con una sonrisa radiante-. ¡Nick casado! ¡Sinceramente, J.D. y yo casi nos desmayamos al enteramos!
-Es. Una larga historia dijo Miley, sintiendo que tenía una amiga en Gabby-. No se trata de amor, ya sabes -añadió, sentándose en una silla.
Gabby se la quedó mirando.
-Para ti sí lo es. Eso se ve. ¿Eres feliz Con él?
Todo lo que se podía esperar. Es muy atento y cariñoso conmigo, y quiere tener el niño, pero no me puede querer.
Gabby sirvió dos tazas de café y le tendió una a Miley. Luego miró el reloj del horno de microondas y se sentó en la mesa junto a Miley.    .
-¿Sabes lo de Melissa?
Dani supo instintivamente a quién se refería.
La mujer que le abandonó.
Gabby asintió.
-Yo no debería saberlo, pero es que una vez que Nick resultó malherido, le contó toda: la historia al.D. Nick no lo sabe. J,D. no se lo ha dicho. Esa mujer...
-Me lo ha contado todo -dijo Miley-. Se quedó deshecho cuando vio que yo estaba embarazada.
-¿Sabías cuál era su trabajo cuando te casaste con él?
-No. Lo descubrí cuando unos hombres secuestraron el avión en. el que veníamos de Méjico
-Qué manera tan curiosa de descubrirlo.
-Sí. Él pensó que podíamos intentarlo, llevando cada uno nuestra vida, pero yo no acepté Preferí dejarle. Unas cuantas semanas después descubrí que estaba embarazada. Nick volvió...
-Me acuerdo de la primera vez que oí hablar de Nick -dijo Gabby-. Martina, la hermana de J.D., había sido secuestrada por unos terroristas y fuimos a Italia a ocupamos del resto. Nick era el mediador. J.D.no me lo presentó. Me explicó que Nick Odiaba  las mujeres.
-Eso me contó a mí -replicó Miley, sonriendo-. ¿Cuándo le conociste?
-En la boda, cuando me casé con J.D. No era en absoluto como yo me había esperado. Al principio me ponía nerviosa cuando estaba con él. Después le fui conociendo... todo lo que       él deja que la gente le conozca.
Hizo una pausa y continuó:
--Me habló de ti la otra vez que estuvo aquí. Quería saber como me habría sentido yo si hubiese estado embarazada y l.D no hubiese querido abandonar su antiguo trabajo. Yo me eché a llorar.
-Ya he llorado bastante -dijo Miley-. No sé qué hacer.
Comprendo que no tengo derecho el pedirle que cambie su vida por mí. Pero no. puedo vivir sabiendo lb que hace. Estoy loca por él, me moriría si le ocurriese algo.
-Eso es lo que yo siento por l.D. -replicó Gabby-. Te envidio por lo del niño -añadió con una melancólica sonrisa-.
l.D. y yo lo hemos intentado... Pero parece ser que no puedo quedarme embarazada.   
-Pues yo tengo una amiga que al principio no se quedaba embarazada -dijo Miley acordándose de 'una amiga de otros tiempos-. Pero, a los cinco años  de casarse tuvo trillizos y, al año siguiente, mellizos.   .
-¡Qué perspectiva tan maravillosa!
-¿Qué es todo ese alboroto? -preguntó l.D abriendo la puerta de la cocina-.¿ Vamos a cenar esta noche? -añadió, dirigiéndose a Gabby.
Ella se levantó y le dio un beso.
--Sí, claro que vamos a cenar, pozo sin fondo. Y nos estábamos riendo al hablar de unos trillizos.
-¿Qué?
-Ya te lo contaré después. ¡Vamos a cenar!
Era tarde cuando Miley y Nick llegaron al elegante apartamento que éste tenía cerca del lago'. Ella no se había esperado tanto lujo, aquello era algo que subrayaba aún más la diferencia que había entre cómo vivía cada uno. Durante la cena la conversación había versado inevitablemente sobre los viejos tiempos y sobre camaradas, a quienes Miley no conocía. Y después se habló del trabajo que Apollo le había ofrecido a Nick, y Miley escuchó atentamente mientras lo describían. No era tan peligroso como lo que había estado haciendo hasta ahora, desde luego.
No había ni la mitad de riesgo. Tendría que acostumbrarse a ello, pensó y lo lograría si se .lo proponía.
-No creo que pueda a acostumbrarme a un trabajo de oficina -le dijo Nick, adivinando sus pensamientos.
-Sí, ya lo sé.
-Pero lo voy a intentar -añadió él.
-Yo no te voy 'a pedir más. Me conformaré con lo que puedas darme. Me... queda muy poco orgullo.
Suspiró profundamente y añadió:
-Me gustaría irme ya a la cama, Nick. Estoy muy cansada. -Sí, ha sido un día muy largo. Puedes escoger el dormitorio que quieras.
 Miley se le quedó mirando y abrió la boca para decir algo, pero cambió de opinión y se dio media vuelta.      
-Miley...
-¿Sí? -contestó ella sin volverse.

-Mi habitación es la primera puerta a la izquierda. La cama... es lo suficientemente grande para los tres.
-Si no te importa... -murmuró ella con los ojos llenos de lágrimas importarme! -exclamó Nick, acercándose a ella y abrazándola.
La besó ansiosamente, devorándola.
-¿Ahora? -preguntó él con voz temblorosa.
 -Ahora -gimió ella.  
 Miley se estremeció de alegría mientras él la cogía en brazos y la llevaba a su dormitorio.

Dos semanas después Miley tuvo que volver a Greenville para una nueva revisión médica y para contratar a alguien que ayudara a Demi en la librería. Nick volvió con ella, aprovechando que era fin de semana. Pero tenía que ir a Chicago el lunes para asistir a un congreso.
 No me gusta nada tener que dejarte así dijo Nick, paseando la mirada por el apartamento.
Miley se había convertido en una parte tan esencial de su vida que le resultaba extraño separarse de ella.
Ella tampoco quería aquella separación, pero todavía no te
nía médico en Chicago, y además, quería asegurarse de cómo iba su embarazo.
-No te preocupes por mí -replicó, acompañándole a la puerta-. Estaré bien. Las noches se me harán eternas, pero ya me las arreglaré -añadió en tono burlón.
Nick no sonrió. Le acarició la mejilla. Era por el niño por lo que se sentía incómodo, se dijo. Sólo por el niño
-Volveré pasado mañana. Pasaremos el restó de la semana aquí, poniendo las cosas en orden. Dile a Demi que he dicho que te cuide
-Sí -repuso Miley, sonriendo--. ¿No me das un beso de despedida? .
Él la atrajo hacia sí y le cubrió la boca con la suya. Era como volar, pensó cerrando los ojos y saboreando sus labios. Volar, flotar. Se le iba la cabeza. Por fin levantó la cabeza y observó su mirada de adoración. Ahora ya no le molestaba aquella expresión. Quizá es que se había acostumbrado a ello.
-Pórtate bien -le dijo--. Y ten cuidado con esos escalones, ¿vale?
-Vale. Adiós.
-Adiós.
Le acarició el pelo y se marchó. Miley  cerró la puerta y entonces se dio cuenta de que no se había sentido tan sola desde que sus padres la abandonaron.



lunes, 20 de agosto de 2012

Unas Locas Vacaciones Cap 26




Nick estaba a su lado. Los libros de contabilidad cayeron al suelo cuando la cogió de las muñecas y la obligó a tumbarse.
-Nunca te haría eso -le dijo bruscamente-. ¡Nunca! ¡Qué clase de hombre te crees que soy! .

A Miley se le llenaron los ojos de lágrimas.
-Me haces daño -murmuró con voz entrecortada. Aflojó la presión, pero no le soltó las muñecas. -Perdona. No he hecho nada bien, ¿verdad? Te he dejado embarazada, te obligué a casarte sin decirte la verdad sobre mi...  además te echo la culpa a ti.

Miley cerró los ojos. Las lágrimas rodaron por sus mejillas. No llores-murmuró él-. Perdóname, lieveling perdóname...

Se lo repitió una y otra vez, acariciándole las húmedas mejillas con los labios. Le abrió la boca dulcemente y tomó posesión de, ella mientras le cogía la cara entre las manos. Se echó sobre ella, apoyándose en los antebrazos 'para no lastimada con su peso. El corazón le latía muy deprisa, y respiraba agitadamente. ¡La deseaba! .

Miley le notó temblar contra sus caderas. Ella no había querido que aquello ocurriera; no había querido acceder a algo puramente físico. Pero hacía meses que no conocía la posesión de aquel cuerpo fuerte y experto; y sus labios la estaban volviendo loca con' aquella ansia. Le rodeó el cuello con los... brazos. 

-Déjame hacerte el amor, Miley -susurró él, quitándole el vestido.
Ella quería parar. Pero Nick la acariciaba, la besaba, haciendo que los besos fuesen más y más profundos. Se estremeció y apretándose más contra él, se aferró a sus hombros gimiendo.
-Sí --dijo él con voz temblorosa-. Sí.
-¿Aquí? _preguntó Miley con un último resto de cordura. -¡Aquí! exclamó Nick.

Fue como aquella mañana en México. Los movimientos de Nick eran muy lentos, llenos de ternura y delicadeza. La acarició con manos temblorosas, guiándola.
Cuando empezó a poseerla, Miley abrió mucho los ojos y exclamó alarmada:
-¡Nick!
-Suhh -murmuró él.
Sus movimientos eran tan cuidadosos que no podía perjudicar al niño.
-¡Oh! -exclamó. Miley.
-Muévete conmigo -le dijo él-. Toma mi cuerpo y dame el tuyo. Sé mi amante.     .
-¡Te... quiero! -gimió Miley-. ¡Te quiero!

Aquellas palabras hicieron que Nick perdiera totalmente el dominio de sí. Al ver la expresión con que le miraba' se derribaron las últimas barreras. Oyó sus gemidos, sintió cómo su cuerpo ardía. Las dulces explosiones que estremecían su interior eran mucho más intensas que toda la pasión que había conocido hasta entonces con las' mujeres.
Después se quedaron tumbados el uno al lado del otro.
Nick le acariciaba el cuerpo muy despacio.
-¿Dani?  murmuró.
-¿Sí?
-No... tenía intención de hacerla dijo él tras un titubeo-.
No lo había planeado.
-Ya lo sé -replicó Miley.
Le besó en los párpados, en las cejas, en la nariz, en las mejillas, en la boca, en la barbilla... 
A Nick le encantó sentir sus labios suaves en la piel. Sonrió, sintiéndose saciado, querido. Eso era, mucho más profundo que la simple y breve unión de dos cuerpos. Le acarició el vientre y notó cómo se movía el niño.
Da patadas -dijo, riéndose-. Ya no es como el aleteo  de un pájaro.'    .
-El médico dice que es muy fuerte replicó ella.

Nick levantó la cabeza y se le quedó mirando la nariz. En algún momento de los últimos ardientes minutos le había quitado las gafas. Miró a su alrededor y las vio encima de una mesita de café.

-No me acordaba de en dónde las había puesto -le explicó, dándole un beso.
Le acarició los pechos y añadió
-¿Me vas a dejar ver cómo alimentas al niño? ¿Eh? -Sí -repuso Miley, sonrojándose.
-Miley, tú también sientes como una especie de suaves explosiones en tu interior!

-Sí. -murmuró ella, aferrándose a él-. No sabía que...
-Nunca había sido así para mí. Nunca como contigo.
Sí; pero en  algo únicamente físico, pensó Miley tristemente. Sin embargo, era mejor que nada. Al menos era -un comienzo.

Fueron a Chicago el lunes, después de que Nick hablara por teléfono con el doctor Carter para asegurarse de que no era peligroso para Miley hacer el viaje. Estaba atento a cada paso que daba. Era casi divertido lo preocupado que estaba, por ella. Divertido... y muy halagador; Quizá le estaba cogiendo cariño, al menos.

No había vuelto a hacer el amor; Adoptaba una actitud protectora y tierna, pero no había vuelto a acariciarla como un amante. Miley se preguntaba por qué, pero prefería no preguntárselo. Hacía tiempo que había decidido aceptar lo que él pudiera darle sin pedir nada más, Había aprendido a vivir con él. . Y ahora ya no podía dejarle marchar.

Unas Locas Vacaciones Cap 25




-¿Cómo. Puedes saberlo? preguntó él-. ¿No te abandonaran los tuyos?
-Sí. Pero es que ellas eran muy jóvenes. Dos chiquillos. La responsabilidad de pór parecerles terrible. Intentaran ponerse en contacto can miga mía vez. Mi tía les dijo... que yo había muerto. A mí no me lo contó hasta poco antes de morir. Y entonces  era ya demasiado tarde. .
-Miley...

-No podemos volver atrás ninguno de los dos –continuó ella-. Tenemos que sacar el mayor partido de lo que tenemos.
-¿Lamentas que te haya dejado embarazada? –preguntó Nick. .
-Ya te dije que estaba muy contenta -murmuró ella, sonriendo-. No he tenido nunca nada mío.
Nick levantó la cabeza y la miró a los ojos.
-Yo nunca te haría daño -prosiguió Miley-. Nunca, aunque pudiera. Ella era una mujer horrible y tú eras joven y vulnerable. Pero estoy segura de que tus padres lo entendieron, aunque estuviesen muy dolidos. Y no me creo que te odiasen.

Nick se levantó y encendió un cigarro. Miley, que tenía las gafas quitadas, no advirtió el temblor de sus. Manos. Se volvió a poner las gafas y se incorporó.  .
-Tengo que ir a la librería -dijo-. Demi tiene que ir a cortarse el pelo a las .doce.
-No estás en condiciones de ir a trabajar -replicó Nick en tono cortante.
-¡Tonterías! Me tiemblan un poco las piernas, pero eso es todo. Tengo un negocio del que preocuparme.
'-Tienes un niño del que preocuparte -la corrigió él-. Llama a Demi y dile que cierre cuando se marche a la peluquería.
-No -dijo ella en tono desafiante, levantándose de la cama.
Nick se encogió de hombros. Miley se quitó la combinación
y las medias pensando que la cuestión ya estaba zanjada.

Él esperó a que empezase a sacarse el vestido' por encima de la cabeza. Entonces se acercó a ella y, antes de que Miley tuviese tiempo de reaccionar, le quitó el resto de la ropa y la metió en la cama.     '

Luego echó la ropa en un armario, lo cerró con llave y se guardó la llave en el bolsillo. .
Miley se quedó inmóvil, con la sábana hasta el cuello, mirándole con ojos como platos.
Nick descolgó el teléfono y le preguntó- el número de la librería. Sin pensar en lo que hacía, Miley se lo dijo.
-¿Demi?, soy Nick. Miley dice que cierres la librería cuando te vayas a cortar el pelo. Hoy se va a quedar en la cama.
Sí, de acuerdo, lo haré.     .
Colgó el teléfono y, volviéndose hacia Miley, le dijo:
-Ahora te quedas ahí hasta que yo te diga que puedes levantarte.
-¡No lo haré!
-Muy bien. Levántate entonces.
Miley hizo ademán de incorporarse, pero se acordó de que estaba desnuda y volvió a tumbarse otra vez.
. -Quiero mi ropa.
-La tendrás mañana.
-La quiero ahora.
-Vuélvete a dormir. No son más que las nueve -replicó
Nick-. Yo limpiaré la cocina. .
Antes de salir de la habitación, se volvió a mirarla y añadió: -Te pareces mucho a Gabby.
.Antes de que Miley pudiese responderle algo, ya se había ido.
¿Sería Gabby la mujer de su pasado?, se preguntó tristemente. Se quitó las gafas y se apoyó de lado en la cama, dejando que las lágrimas rodaran por sus mejillas. Estaba segura de que Nick la odiaba. ¿Por qué, si no, iba a haber dicho una cosa así?

Por fin se quedó dormida, estaba ya bien entrada la tarde cuando se despertó y encontró su ropa a los pies de la cama y una nota debajo de la almohada. Desdobló el papel con aire somnoliento y lo leyó:
«Puedes ponerte la ropa, pero no salgas del apartamento.
He ido a hacer unas compras. Volveré sobre las cinco Nick».

Miró el reloj de la mesilla de noche y vio que eran casi las cinco. Se levantó a toda prisa de la cama para vestirse antes de que él volviera.
Cuando Nick volvió, llevando' una bolsa llena de- comestibles, ella estaba acurrucada en el sofá, con los libros de contabilidad esparcidos a su alrededor.
_Bueno, alguien tiene que hacer estos papeleos -le dijo con gesto obstinado--. Y ya que no me dejas hacer mi trabajo...

-Ojo por ojo -replicó él-. Tú tampoco me dejas hacer el mío.
-Es que a mí no me van a matar por vender libros.
-Me gusta 'la idea de ser padre ahora que estoy acostumbrado a ella dijo Nick, dejando la bolsa en la mesa de la cocina-, así que no voy a dejar que corras, el riesgo de perder al mamo.
-Haces, que parezca que no, me ocupo en absoluto de él -replicó Miley.
-Deja ya de buscar pelea conmigo' dijo él, empezando a meter la comida en el frigorífico--. No quiero discutir contigo.
-No estoy buscando pelea.

Únicamente le costaba creer que estuviese preocupado por
ella. Apartó los papeles y se fue a la cocina a beber algo frío. El calor era sofocante, y el pequeño aparato de aire acondicionado de la ventana casi no se notaba.
-¿Tienes calor? -le preguntó Nick-. Haré que traigan. un nuevo aparato de aire acondicionado
-No -replicó 'ella tercamente-. Me gusta el que tengo.
La cogió de los' brazos y la hizo ponerse enfrente de él. No vas a ganar, así que deja de intentado. Tengo que ir a Chicago el lunes.
-¿Por trabajo? -preguntó Miley sin mirar de, tratando de aparentar que no le importaba.

-Sí.:  repuso él, acariciándole los brazos-. No te hago ninguna  promesa.
-¿Te he pedido yo alguna?
-No. Eres demasiado orgullosa como para pedir algo que te ofrezcan.
Se inclinó para besarla, pero ella apartó la cara.
Nick apretó los puños y se apartó de ella, sintiendo un dolor nuevo e inesperado. Suspiró airadamente. ¿Cómo era posible!
que aquella mujer le hubiera llegado tan adentro? Le dieron ganas de empezar a romper cosas.
-No me voy a ir del país -dijo secamente-. Un amigo mío ha formado una compañía especializada en tácticas, antiterroristas, para empresas privadas. Le hacía falta un experto en logística y me preguntó que si me interesaba. Le contesté que sí.

A Miley le pareció increíble que se planteara siquiera cambiar de profesión. ¿Tanto le importaba el niño? Sí, pensó, seguro que sí. Tenía cicatrices muy profundas en el corazón. Quizá nunca se había recuperado verdaderamente de ellas. Ella no tenía ni la belleza ni la experiencia necesarias para adueñarse de su corazón y nO era suficiente que Nick la deseara. Un hombre podía sentir deseo casi por cualquier mujer, guapa o no,

-Está un poco lejos para ir y volver todos los días. Sí repuso él se aproximó a ella, pero sin acercarse demasiado. Se la quedó mirando y ella le devolvió la mirada. Se fijó en lo alto y lo fornido que era. Tenia una cara que hubiera envidiado hasta una estrella de cine facciones regulares, ojos negros y brillantes, labios gruesos...

-Eso ya lo discutimos hace tiempo -continuó Nick-. No me importa la distancia que haya. Por ahora creo que es mejor que tú te quedes aquí. Estarías mucho tiempo sola en Chicago, aunque estoy seguro de que Gabby te cuidaría.
-¿Gabby?
-Gabby Brettman -le explicó él-. Está casada con uno de mis. mejores amigos, un abogado. Gabby siguió a J.D. a través de la selva de América Central, con un fusil
AK-47. Con él retó a un terrorista y salvó la vida a J.D. Es toda una mujer.
¡Así que Gabby no era la mujer de su pasado! Y él la admiraba... había dicho que ella se parecía mucho a Gabby. Nick se sonrojó.

-Ahora atas cabos, ¿verdad? -añadió Nick suavemente--. ¿Qué pensaste que quería decir cuando te comparé con ella?
--Creí... que era la mujer que te había traicionado.
¡,-Ya veo que no me entiendes mejor a mí de lo que yo te entiendo a ti. ¿Qué te parece si te vienes unos días a Chicago conmigo? Así conocerás a mis amigos' y sabrás algo más de mí.

-No sé -contestó ella, dudando.
 -Mi apartamento tiene dos dormitorios. No tendrás que dormir conmigo.
-No sé por qué ibas a querer que lo hiciera -replicó Miley, sentándose en el sofá y volviendo a coger los libros de contabilidad-. Hay muchas chicas guapas en... ¡Nick!


Unas Locas Vacaciones Cap 24




Demi tenía razón, debería haber tenido más juicio en México. Era increíble lo lejos que había llegado, hasta acabar tasándose con un desconocido. No era propio en ella.

y ahora él se senda, responsable por lo que ,había hecho, y quería cuidarla. Casi se echó a llorar al pensado. Porque no lo hacía porque la quisiese, sino porque el niño era culpa suya.

¿Cómo iba ella a soportar el día tras día, sabiendo que el niño era lo único que le ataba a ella, que cuando aquello pasase, se volvería,.a marchar?   .
-Déjalo ya -murmuró Demi, acercándose a ella-. Deja de atormentarte. Al menos le preocupas lo suficiente como para que haya decidido cuidarte, ¿no?
-¿Tú crees? -preguntó Miley con los. Ojos llenos de lágrimas.
-"'-Estuvo rugiendo como, una fiera cuando pasó por aquí camino del aeropuerto -repuso Demi-. Pero no era todo sentimiento de culpabilidad. Está de verdad preocupado por ti.

-Se quedó horrorizado cuando vio que estaba embarazada, Demi. Y, cuando fuimos a mi apartamento... me dijo cosas muy duras.       .
-Nada que sintiera verdaderamente, me imagino -dijo Demi, dándole una palmadita en la mano--. Pero tienes que dejar de preocuparte. No te hace ningún bien.

-Me dijo que tenía que ver a una gente.
-Si te dijo que volvería, lo hará. No puedes atar a un hombre así.
-Me moriría si lo perdiese -murmuró Miley, cerrando los ojos-. Le ofrecí el divorcio, pero no aceptó. No 'puedo soportar no ser nada más que una responsabilidad.
-En cuanto te conozca mejor, eso cambiaría. Y ahora, ocúpate en algo: Es la mejor terapia que conozco contra la preocupación. ¿Vale?
-Vale.
Pero, 'según iban transcurriendo los días, la incertidumbre aumentaba. ¿Y si no volvía más? ¿Y si la gente a la que había ido a ver le hablaba de otra misión y él no podía. Resistir aceptarla?

El viernes por la tarde, cuando Miley se marchaba, le pidió a Demi que abriese a la mañana siguiente, porque ella quería dormir hasta tarde. Estaba cansada, y la preocupación empeoraba aún más las cosas. Demi fue a decir algo, pero al parecer se lo pensó mejor.
A Miley le despertó algo. Algo que se movía junto a ella, que se apoyaba en la cama.
Nick la estaba mirando con una expresión llena de ansiedad. Le parecía que Miley tenía aún peor aspecto que cuando la había dejado. La recorrió con los ojos, pero esta vez no la tocó.

Ella no quería, recordó amargamente, ella ya no quería ningún contacto físico con él. Miley parpadeó y casi extendió el brazo para tocarle. ¿Era real? Se fijó en que llevaba puesto un impermeable y tenía el pelo húmedo.       
-No te esperaba tan temprano le dijo con voz somnolienta-. ¿Está lloviendo?
-A cántaros -contestó él, incorporándose-, Demi se está ocupando de la tienda, ¿no?
-Sí. ¿Te apetece desayunar algo? -le preguntó Miley, aunque, sólo el pensar en comida le causaba ya problemas, 
-Ya he desayunado en el avión. ¿Te apetece algo a ti? -Ahora no. Tomo tostadas cuando me levanto.
-Puedo hacértelas yo.

Ella le miró con airé desconfiado y sonrió.
-:'Te aseguro que sé tostar pan  añadió 'Nick-. Cuando estaba en una misión con el grupo, solíamos turnarnos para hacernos la comida.    .
-Esa... gente a la que tenías que ver... -empezó Miley, bajando los ojos-. Perdona. No me incumbe en absoluto.
Se levantó despacio porque cualquier movimiento brusco podría producirle náuseas.
Nick se sentía como si le hubiesen dado un puñetazo en el estómago. ¡Que no le incumbía! ¿Perder que no le importaba?

Se dio media vuelta y se dirigió a la cocina con aire malhumorado. Miley suspiró tristemente, preguntándose qué habría hecho mal  y entró al baño.
Cuando se reunió con él, las tostadas estaban ya encima de la mesa. Miley se había puesto un vestido floreado e iba descalza. Estaba muy pálida.
-Gracias -dijo sentándose a la mesa. _Tienes mal' aspecto -replicó él. -Estoy embarazada.

-Sí, ya me he dado cuenta -replicó Nick con sorna. -Por las mañanas no me siento bien -le explicó ella-. Es normal. Y en cuanto a lo de tener mal aspecto, como tú dices, siempre lo he tenido. Soy una solterona anticuada.
-, Vaya malhumor -murmuró Nick, sonriendo--. Anda, cómete tus tostadas,. Gruñona.        '
-No tienes por qué sentirte responsable de mí -le espetó ella fríamente-. Ya te lo dije, no hace falta que te quedes. Puedo tener al niño yo sola. - '
-Claro que puedes -replicó Nick con sarcasmo--. Por eso tienes ese aspecto tan saludable.
-¡Estaría mejor de salud si te marcharas! -exclamó ella.
Dejó la tostada que había cogido y se levantó, pero inmediatamente volvió a sentarse, 'tragando saliva rápidamente.

Nick fue al baño y volvió con una toalla húmeda. Luego se arrodilló junto a ella y se la pasó por la frente, el cuello y la bota.
-¿Estás bien ya? -le preguntó en un tono tan cariñoso que hizo que a Miley se le llenaron los ojos de lágrimas.
-Sí _respondió ella.
-Esto es mío --dijo Nick, acariciándole el vientre con aire protector-. Yo lo puse ahí_ Y, hasta que nazca y haya pasado el peligro, pienso quedarme contigo.
-Oh, por favor, vete -murmuró 'ella con la voz ahogada por los sollozos-. Por favor...

Nick la' atrajo hacia sí y la abrazó. Al aspirar el olor a colonia y a tabaco, Miley sintió en su interior una oleada de placer. Aquello no era algo permanente, tuvo que recordarse, era algo temporal. Hasta que el niño naciera. Sería mejor que no se acostumbrase al calor de-aquellos brazos.
-Iba a esperar hasta más tarde para discutir esto contigo -dijo Nick tras un minuto-, pero creo que es mejor que hablemos ahora. Ven.       '       .
La cogió en brazos y la llevó al dormitorio.
La dejó en la cama y se la quedó mirando.

-:-Me estás matando -dijo Miley con voz temblorosa.
-Ya lo veo. Pero no puedo amarte. Perdóname, te... tengo mucho cariño...
Le quitó las, gafas y las dejó en la mesilla de noche. Luego le enjugó las lágrimas con un pico de la sábana.
_Pero el amor que había en mí murió hace tiempo. No me puedo permitir el lujo de que me importe alguien, no con el tipo de trabajo que tengo.
-Te quiero -susurró ella con voz ronca de dolor:
-Ya lo sé.

,¡Maldita sea! Tenía que contárselo. Quizá así lo entendiese mejor.
-La única mujer a la que he querido desesperadamente -continuó Nick- se quedó embarazada y el niño era mío. El día en que me abandonó' me dijo que había abortado. Se rió de ello. ¡Qué absurdo, me dijo, pensar que hubiera podido querer un hijo mío! ¡Se deshizo de él como si fuera basura!
Ahora lo comprendida todo, pensó Miley. Ahora todo cobraba sentido.
--Cuando te vi embarazada, todos esos recuerdos me volvieron a la cabeza como una fiebre -prosiguió él-,-. Tú no me conoces. Lo que , soy ahora, es porque ella hizo que me...

Miley le acarició la boca. Pobre hombre pensó. ¡Cuánto se torturaba! .
-Mis padres' me odiaran -añadió Nick-. '¡Murieran odiándome!
,-Ven aquí -dijo. Miley, abrazándole y haciendo que se echara junto a ella.  '
Nick se estremeció y' ella cerró los, ojos. Tal vez no la quisiera, pero la necesitaba.
-Los padres no odian a sus hijos -añadió, acariciándole el pelo..

Unas Locas Vacaciones cap 23



Cuando vio la cara de asombro que ponía l.D. y Gabby, Nick pensó que, después de todo, casarse había merecido la pena. .

J.D. Brettman era alto y moreno. Era un ex-mercenario que ahora ejercía de abogado en Chicago y Gabby Darwin Brettman había sido su secretaria antes de casarse con él. Nick le había oído hablar de ella a First, otro miembro del grupo, que le había contado lo' accidentado que había sido 'el noviazgo, y por fin la había conocido. Ahora necesitaba consejo, y no podía   pensar en nadie mejor a quien recurrir que J.D.
-¿Casado? -preguntó J.D.-. ¿Tú?
Nick se encogió de hombros. Vio la expresión divertida con que le miraba Gabby y se echó a reír.
-Es culpa tuya -le dijo--. Nunca me habría fijado en ella de no ser por ti. Hasta que J.D. se casó contigo, pensaba que las mujeres eran incapaces de ser sinceras.
-También cambió mis puntos de vista -intervino l.D., acariciando a Gabby.
Nick se acercó a la ventana y Se quedó mirando con expresión ausente.
-No sé qué hacer -admitió--. Pensé que iba a seguir trabajando y que cada uno tendríamos nuestra vida. Pero ella no quiere acceder a eso. Dice que no puede aceptarlo sabiendo lo que hago cuando estoy' fuera.

-Vaya hacer cé;lfé –dijo J.D., levantándose-. Gabby, haz compañía a Nick, ¿quieres Por supuesto _repuso ella, acercándose a la ventana y poniéndose junto a Nick.  ,

-Yo estuve a punto de abandonar a I.D cuándo creí que podría volver a su trabajo -continuó--. Yo tampoco podía aceptarlo. No soy una cobarde, pero la incertidumbre habría acabado con todo mi valor. Si hubiera sido un policía o se hubiera ocupado de hacer cumplir la ley, supongo que yo habría tenido que sacar el mejor partido de ello. Pero la clase de trabajo que hace no es fácil de aceptar para una mujer. Es terriblemente peligroso.

-¿Gabby, cómo te habrías sentido si I.D., no hubiera sido capaz de abandonar su trabajo,.. y tú hubieras estado embarazada?
A Gabby se le llenaron los ojos de lágrimas.
-¡Oh, Dios! -exclamó Nick al verlo.
-Lo siento dijo Gabby-. Es que tengo muchas ganas de tener un hijo. Pero I.D. y yo no hemos 'podido tenerlo. Si yo hubiera estado embarazada y él se hubiera ido a la guerra creo que me habría muerto.
Nick intentó hablar, pero no pudo.     .

-Quería decirte que Apollo salió absuelto de todos los cargos que había contra él dijo J.D. minutos después, cuando llegó con el café.
-¿Conseguiste tú que le absolvieran? -preguntó Nick, alegrándose por la suerte de su amigo y camarada.
j.D. asintió.
-Me costó un poco. Pero era inocente; eso ayudó. ¿Sabes que ha abierto un negocio? -añadió.
-¿Sí? ¿Y qué hace?
-Es una firma especializada en la enseñanza de tácticas antiterroristas a empresas internacionales. Tiene más trabajo del
Que quiere. Es 'un trabajo emocionante. Incluso un poco arriesgado. Me preguntó si a ti te interesaría. Le hace falta alguien que tenga experiencia en táctica y estrategia.
Un trabajo de oficina dijo Nick despectivamente. En absoluto. Vete a verle.
-No sé si podré establecerme en un sitio.


-Yo tampoco lo sabía -replicó .D. mirando a Gabby, que estaba escribiendo una carta en el escritorio--. Pero no me resultó difícil decidir lo que significaba más, unas cuantas emociones peligrosas, o ella. Ella es mi mundo.
-Miley está embarazada -murmuró Nick, y-¿Es tuyo? -preguntó JD.
-No- me cabe ninguna duda --'repuso Nick, sonriendo.

Más tarde fue a ver a Apollo Blain, el hombre de color que había formado parte de su unidad desde que J.D. y First la habían fundado años atrás. Apollo, le sonrió desde detrás de su escritorio. Tenía mi aire eficiente y próspero.

-¿Cansado de planear combates? -le preguntó Apollo con una sonrisa, estrechándole la mano-. Ayúdame a salvar a ejecutivos barrigudos de los terroristas. Es infinitamente más seguro y el sueldo es bueno.
JD. Me dijo que quizá me gustase -dijo Nick, sentándose en un sillón-. Me he casado

-¿Tú? --'replicó Apollo, palpándose la frente-. Dios mío, debo de tener una fiebre tremenda. Creí que habías dicho que te habías casado.
-Eso he dicho. Y tengo un hijo en camino.
-Será mejor que me tumbe un poco. .
-Primero vamos a hablar de lo del trabajo dijo Nick. -¿De veras te interesa.
Nick asintió.
-No sé si podré aguantar. Esa es la pura verdad. Pero creo que tengo que intentarlo, por ella.   
Apollo lanzó un silbido.      .
-:'Vaya, me gustaría conocer a esa señora. ¿Se parece a Gabby?
-Mucho.
-Espero que no haya más de esas rondando por ahí -dijo
Apollo con un estremecimiento--. Hasta First está al' borde, con la madre de Gabby. En fin, ya está bien de ese tema. Mira, esto es lo que tenía pensado, échale un vistazo...
Nick encendió un cigarrillo y escuchó atentamente. Sí, parecía un trabajo interesante. Burlar a los terroristas. Sonrió. Tal vez podría hasta disfrutar con ello. Se arrellanó en el sillón mientras Apollo le explicaba las líneas generales del proyecto.

Cuando Miley le contó á su mejor amiga lo que había pasado, Demi no hizo casi comentarios, únicamente masculló algo dé una jaula y un látigo.
-No es tan difícil cuando le conoces -le dijo Miley, sonriendo--. Y tienes que admitir que es increíblemente guapo.
-El que sea guapo no tiene nada que ver -replicó Demi  secamente, pero luego se echó a reír.
Miley también se rió, pero poco a poco se puso seria. Se pasó .la mano por el vientre con aire absorto y se acercó al mostrador.

Todo parecía como un  sueño. La única realidad que le quedaba era el niño. ¿Cómo iba a arreglárselas para vivir con un marido que se sentía atrapado? No podía olvidar la cara que había puesto cuando había visto que estaba embarazada, no podía olvidar lo que le había dicho. Nick se había disculpado, pero ella no lo podía olvidar. Él no quería al niño por alguna razón y, aunque la deseaba a ella, no la quería. Sus sentimientos eran superficiales, nada en lo que se pudiera basar un matrimonio.

Hojeó unas hojas de pedidos que había encima del mostrador sin darse cuenta de lo que leía, sin oír lo que decía Demi, que ayudaba a una cliente a encontrar los libros que le pedía.