Al llegar a la casa, Demi subió
las escaleras para dejar las bolsas en su cuarto y ordenar la ropa. Joe caminó hacia la cocina, mirando a su hermana
quien preparaba la cena.
- Hola Joe.- saludó Mónica, al mismo tiempo que le echaba sal a la carne que yacía en el sartén.- ¿Cómo les fue?
- Bien, ya está todo comprado.
- Que bien.- sonrío.- esperaremos a Erik para comer, ya debe de estar por llegar. Por mientras, ayúdame a cortar los vegetales.- le señaló.
Joe se arremangó las mangas hasta la altura de sus codos y cogió un cuchillo para cortar el tomate sobre la tabla de madera.
- ¿A dónde fue Erik?- preguntó Joe.
- Fue a la escuela de Demi para conseguirle clases particulares.
- ¿Qué?- dijo y paró de cortar para observarla.- ¿Por qué? Si ni siquiera ha entrado a la escuela aun.
- Se lo que estás pensando, Joe. Créeme que tampoco estoy de acuerdo con que Erik la presione tanto con sus estudios.
- ¿Entonces porque no haces algo al respecto?
- No puedo hacer nada.- suspiró.- Erik es su padre, y no me puedo entrometer en la relación que tiene con Demi.
- Claro que puedes. Eres su esposa, tiene que escucharte.- dijo, buscándola con los ojos.
Mónica esquivó su mirada, débil.
- No es tan fácil.
- Si lo es.
Se callaron cuando escucharon unas llaves entrar en la cerradura de la puerta principal, apareciendo Erik en la cocina.
- Hola Joe.- saludó Erik mientras se aflojaba la corbata. Joe solo ladeó la cabeza, en gesto de saludo.- hola cariño.- se dirigió hacia Mónica y le besó suavemente los labios.
- ¿Cómo te fue en la escuela?- dijo Mónica. Notó a Joe tensarse.
- Bien, ya conseguí las clases particulares para Demi.- sonrío.- por cierto, ¿Dónde está ella?
- Está arriba en su habitación ordenando sus cosas.- respondió Joe.
- Ya está lista la cena.- anunció Mónica.- llama a Demi Joe para que baje a comer.
Joe subió las escaleras en busca de Demi y ambos bajaron a cenar. Mientras comían, Erik sacó el tema de la escuela.
- Hoy fui a tu escuela Demi.- le dijo con naturalidad su padre.- alégrate, porque te conseguí clases particulares.
Demi casi se ahogó con el jugo que tomaba. Joe maldijo por lo bajo, mientras que ella miró sorprendida a su padre.
- Debes estar bromeando, ¿Verdad?
- Por supuesto que no, es por tu bien.
- Pero papá.- se quejó.- no quiero ir, aun no terminan mis vacaciones.
Erik la miró enfadado. Demi se hundió en la silla.
- Iras te guste o no, así para cuando entres a la escuela sabrás mas que todos tus amigos.- le dijo con brusquedad.- tus clases comienzan a partir del lunes.
- ¡Papá!- exclamó, su cara llena de angustia.
- Me lo agradecerás, hija, es por tu propio bien.- trató de tomar su mano sobre la mesa, pero ella la apartó.
- Hola Joe.- saludó Mónica, al mismo tiempo que le echaba sal a la carne que yacía en el sartén.- ¿Cómo les fue?
- Bien, ya está todo comprado.
- Que bien.- sonrío.- esperaremos a Erik para comer, ya debe de estar por llegar. Por mientras, ayúdame a cortar los vegetales.- le señaló.
Joe se arremangó las mangas hasta la altura de sus codos y cogió un cuchillo para cortar el tomate sobre la tabla de madera.
- ¿A dónde fue Erik?- preguntó Joe.
- Fue a la escuela de Demi para conseguirle clases particulares.
- ¿Qué?- dijo y paró de cortar para observarla.- ¿Por qué? Si ni siquiera ha entrado a la escuela aun.
- Se lo que estás pensando, Joe. Créeme que tampoco estoy de acuerdo con que Erik la presione tanto con sus estudios.
- ¿Entonces porque no haces algo al respecto?
- No puedo hacer nada.- suspiró.- Erik es su padre, y no me puedo entrometer en la relación que tiene con Demi.
- Claro que puedes. Eres su esposa, tiene que escucharte.- dijo, buscándola con los ojos.
Mónica esquivó su mirada, débil.
- No es tan fácil.
- Si lo es.
Se callaron cuando escucharon unas llaves entrar en la cerradura de la puerta principal, apareciendo Erik en la cocina.
- Hola Joe.- saludó Erik mientras se aflojaba la corbata. Joe solo ladeó la cabeza, en gesto de saludo.- hola cariño.- se dirigió hacia Mónica y le besó suavemente los labios.
- ¿Cómo te fue en la escuela?- dijo Mónica. Notó a Joe tensarse.
- Bien, ya conseguí las clases particulares para Demi.- sonrío.- por cierto, ¿Dónde está ella?
- Está arriba en su habitación ordenando sus cosas.- respondió Joe.
- Ya está lista la cena.- anunció Mónica.- llama a Demi Joe para que baje a comer.
Joe subió las escaleras en busca de Demi y ambos bajaron a cenar. Mientras comían, Erik sacó el tema de la escuela.
- Hoy fui a tu escuela Demi.- le dijo con naturalidad su padre.- alégrate, porque te conseguí clases particulares.
Demi casi se ahogó con el jugo que tomaba. Joe maldijo por lo bajo, mientras que ella miró sorprendida a su padre.
- Debes estar bromeando, ¿Verdad?
- Por supuesto que no, es por tu bien.
- Pero papá.- se quejó.- no quiero ir, aun no terminan mis vacaciones.
Erik la miró enfadado. Demi se hundió en la silla.
- Iras te guste o no, así para cuando entres a la escuela sabrás mas que todos tus amigos.- le dijo con brusquedad.- tus clases comienzan a partir del lunes.
- ¡Papá!- exclamó, su cara llena de angustia.
- Me lo agradecerás, hija, es por tu propio bien.- trató de tomar su mano sobre la mesa, pero ella la apartó.
- No papá, tu no tienes ni la mas mínima idea de lo que es bueno para mí.
Erik iba a decir algo, pero antes de que pudiera abrir la boca Demi se levantó de la silla y corrió escaleras arriba hacia su habitación. No quería seguir escuchándolo, no mientras que cada vez que le hablaba era nada más para enfadarse con ella. Mientras hundía su rostro en el cojín, se preguntó que había hecho de mal para ganarse su odio.
Joe miró a Erik desconcentrado. Su mirada entristeció. Mónica por su lado, permanecía en silencio mientras negaba con la cabeza. Joe corrió la silla hacia atrás, con la intención de levantarse pero Erik se lo impidió colocando su mano en su hombro.
- Déjala, Joe. Que no te dé pena.
Pero Joe no lo escuchó, y zafándose con un movimiento brusco, Erik lo soltó. Él lo miró petrificado. Joe lo ignoró y se apresuró a subir las escaleras.