Mónica no dijo nada por unos segundos, hasta que
finalmente, habló.
Iré a hablar con tu padre.- se levanto pero antes
de que pudiera caminar, Demi la cogió del
brazo. No, por favor. No quiero más problemas con él.
- No te preocupes, Demi. Si no te escucha a ti, me tendrá que escuchar a mí.
Demi, Gracias, Mónica. No sé que haría sin ti.
Joe salió del baño enrollado en una toalla blanca
de la cintura para abajo mientras que se frotaba con fuerza la cabeza con otra.
Se detuvo al frente de la habitación de su hermana, al escuchar que hablaba con
Erik sobre Demi y presto más atención. La
puerta estaba entreabierta, no podía verlos, pero los escuchaba con claridad.
- Erik, por favor, Demi ya lleva casi todas las vacaciones encerrada aquí en la
casa. Tienes que dejarla salir.
- No lo sé, a mi no me parece suficiente castigo.
- ¡Erik!- lo miro enfadada.
- ¿Qué? Es la verdad, Mónica. El día en que Demi suba sus calificaciones, ahí recién la podré perdonar.-
dijo firme.
Mónica se aguantó las ganas de querer
estrangularlo. Era imposible, Erik no parecía ceder a la idea de que su hija
necesitaba disfrutar de sus vacaciones tanto como ellos lo hicieron.
- Por favor… si no lo haces por mi, hazlo por su
mamá.
El corazón de Erik se encogió. La muerte de la
madre de Demi era un tema sumamente delicado
para él, del cual no le gustaba hablar.
Esta bien,
desde a partir de mañana Demi podrá salir,
pero no puede dejar de estudiar.- aclaró.
Mónica sonrío.
- Bueno, algo es algo. A propósito, Ashley me invito
a una cena con su familia mañana. Hace mucho tiempo que no la veo y me gustaría
que ustedes me acompañaran, ya sabes, Demi, Joseph
y tú. Si es importante para ti, entonces iremos.-
paso su brazo por encima de sus hombros y la acerco mas a el. Ella apoyo su
cabeza sobre su pecho.- esta ese chico, el tal… ¿Claudio?
Carlos.- le
corrigió.- es el hijo de Ashley, de seguro se pondrá contento en cuando vea a Demi.
Joseph se tensó. Una holeada de celos invadió su
cuerpo.
- A Demi no le
agrada ese chico.
- Bueno, sabes que desde pequeño siempre ha estado
enamorado de Demi. Ella necesita salir,
conocer nuevos chicos, es joven y tiene que divertirse de vez en cuando. Ha
estado muy triste últimamente, por eso acepte la cena, tal vez así este mas
feliz.
Si tú lo
dices.- sonrío y se inclino para besarla en los labios.- te amo.
Yo más.
Joseph retrocedió unos cuantos pasos de la puerta.
No necesitaba escuchar más. Camino y se detuvo en la habitación de Demi y se le paso por la mente la idea de abrir la puerta, tomarla
entre sus brazos y hacerle el amor. Con esa fantasía en su mente, se alejó y se
encerró en su cuarto.
jueves, 5 de septiembre de 2013
Un Tío Malo Capitulo 17
Demi sintió algo retorcerse en su interior. No sabia porque,
pero esas palabras la hirieron en el alma.
- ¿Por qué me haces esto, tío? ¿No puedes olvidar lo ocurrido en la fiesta, y admitir lo que realmente sientes por mí?
Demi lo veía. Sentía el amor de Joseph por ella, pero lo único que él hacia nada mas era ignorarla, y ocultar el verdadero sentimiento que sentía por ella.
- ¿Sentir que? No hay absolutamente nada de lo que yo pueda sentir por ti, Demi. Escúchame bien, cuando Mónica y tu papá regresen, olvidaremos todo. ¿De acuerdo? Todo volverá a ser como antes.
Demi sintió un dolor desgarrador en el corazón. Sus ojos se aguaron. Joseph no lo sabía, pero la estaba hiriendo con sus palabras. Apretó los labios, obligándose a sí misma a no llorar y siguió hablando por más que le costara.
- Después de todo por lo que hemos pasado, ¿Estas seguro de que todo volverá a ser como antes?
- Si.- contesto fríamente, con el rostro inexpresivo.
- Vale.
De repente, se escucho el ruido de unas llaves entrar por la cerradura de la puerta principal. La puerta se abrió, y Mónica y Erik aparecieron con maletas en las manos. Demi retuvo todas las ganas de querer llorar y dibujó una sonrisa en su rostro.
- ¡Hola papá!- exclamó Demi abalanzándose hacia los brazos de su padre.- ¿Cómo estás? - Bien, ¿Y tú, hija? ¿Haz estado estudiando?
Demi solo asintió, débil. En vez de que su padre le preguntara por como había estado, le preguntó por sus estudios. Una cosa más para decir que su padre no la amaba.
- ¿Cómo lo pasaron?- preguntó Joe.
- Excelente.- sonrío Mónica.- Miami es grande, y bellísimo… ¿Y ustedes dos? ¿Alguna novedad?
Joseph y Demi intercambiaron miradas llenas de dolor. No hay absolutamente nada de lo que podamos compartir.- dijo Demi, retrocedió unos cuantos pasos y subió las escaleras para encerrarse en su cuarto.
Mónica toco un par de veces la puerta. Demi, cariño. ¿Puedo entrar? Si.- por el tono de su voz, Mónica pudo darse cuenta de que había estado llorando.
Mónica abrió la puerta y entró. Se acerco hacia la cama de Demi y se sentó a la orilla del colchón. Acaricio la cabeza de Demi, en un intento por consolarla. Mi amor, ¿Qué pasa?
Nada.- contesto con el rostro hundido en la almohada.
- Sabes que estoy aquí para escucharte… ¿Acaso no te alegra de que tu padre y yo hallamos vuelto?
- No, no es eso.- levanto la cabeza y se dio la vuelta para mirarla a los ojos.- por supuesto que me alegra de que estén aquí, es solo que… papá ni siquiera me saludo ni como es debido. ¿Tan mal hija soy para que merezca su odio?
- Oh, mi niña, no digas eso… él no te odia, sabes que tu padre te quiere. - No me lo demuestra.
- ¿Por qué me haces esto, tío? ¿No puedes olvidar lo ocurrido en la fiesta, y admitir lo que realmente sientes por mí?
Demi lo veía. Sentía el amor de Joseph por ella, pero lo único que él hacia nada mas era ignorarla, y ocultar el verdadero sentimiento que sentía por ella.
- ¿Sentir que? No hay absolutamente nada de lo que yo pueda sentir por ti, Demi. Escúchame bien, cuando Mónica y tu papá regresen, olvidaremos todo. ¿De acuerdo? Todo volverá a ser como antes.
Demi sintió un dolor desgarrador en el corazón. Sus ojos se aguaron. Joseph no lo sabía, pero la estaba hiriendo con sus palabras. Apretó los labios, obligándose a sí misma a no llorar y siguió hablando por más que le costara.
- Después de todo por lo que hemos pasado, ¿Estas seguro de que todo volverá a ser como antes?
- Si.- contesto fríamente, con el rostro inexpresivo.
- Vale.
De repente, se escucho el ruido de unas llaves entrar por la cerradura de la puerta principal. La puerta se abrió, y Mónica y Erik aparecieron con maletas en las manos. Demi retuvo todas las ganas de querer llorar y dibujó una sonrisa en su rostro.
- ¡Hola papá!- exclamó Demi abalanzándose hacia los brazos de su padre.- ¿Cómo estás? - Bien, ¿Y tú, hija? ¿Haz estado estudiando?
Demi solo asintió, débil. En vez de que su padre le preguntara por como había estado, le preguntó por sus estudios. Una cosa más para decir que su padre no la amaba.
- ¿Cómo lo pasaron?- preguntó Joe.
- Excelente.- sonrío Mónica.- Miami es grande, y bellísimo… ¿Y ustedes dos? ¿Alguna novedad?
Joseph y Demi intercambiaron miradas llenas de dolor. No hay absolutamente nada de lo que podamos compartir.- dijo Demi, retrocedió unos cuantos pasos y subió las escaleras para encerrarse en su cuarto.
Mónica toco un par de veces la puerta. Demi, cariño. ¿Puedo entrar? Si.- por el tono de su voz, Mónica pudo darse cuenta de que había estado llorando.
Mónica abrió la puerta y entró. Se acerco hacia la cama de Demi y se sentó a la orilla del colchón. Acaricio la cabeza de Demi, en un intento por consolarla. Mi amor, ¿Qué pasa?
Nada.- contesto con el rostro hundido en la almohada.
- Sabes que estoy aquí para escucharte… ¿Acaso no te alegra de que tu padre y yo hallamos vuelto?
- No, no es eso.- levanto la cabeza y se dio la vuelta para mirarla a los ojos.- por supuesto que me alegra de que estén aquí, es solo que… papá ni siquiera me saludo ni como es debido. ¿Tan mal hija soy para que merezca su odio?
- Oh, mi niña, no digas eso… él no te odia, sabes que tu padre te quiere. - No me lo demuestra.
Un Tío Malo Capitulo 16
La última semana paso lenta y aburrida para Demi. Mientras
que su tío salía, ella se encontraba en su habitación encerrada y estudiando.
Más de una vez había tratado de utilizar el teléfono a escondidas, pero como
siempre, Joseph la pillaba… y
todo terminaba de mal en peor.
- ¡Perdón!- había dicho por enésima vez Mark, después de lo ocurrido en la fiesta.- no sabes cuánto lo siento, pequeña…
- Eres un pésimo mejor amigo Mark.- gruño Demi.
- Lo sé. De seguro tu tío debe estar odiándome por dejarte sola.
- No tienes idea de cuanto. Por tu culpa ahora él esta enojado conmigo.
- Lo siento, se que él es muy importante para ti y bueno….- suspiro.- la cage.
- Si, la cagaste y demasiado.- dijo molesta.
- Perdóname, Demi... juro nunca mas volverlo a hacer.- dijo con arrepentimiento, y esque no le gustaba que ella estuviera enojada con él.- lo lamento…
Demi soltó una risita.
- Esta bien, ya paso solo olvídalo. Si te perdono, tonto.
Mark soltó un suspiro de alivio.
- Prometo nunca mas hacerlo, linda… oh, por cierto, ¿Quieres venir a mi casa hoy? Necesito hablarte sobre algo…
- No creo que pueda, Mark, esque…- y antes de que pudiera terminar la frase, el teléfono fue arrebatado violentamente de sus manos.- ¡Oye!
- ¿Es que acaso no fui lo suficientemente claro la ultima vez? Nada de llamadas.- dijo Joseph.
Demi lo fulminó con una mirada glacial.
- Solamente quería tomarme un tiempo de descanso. Discúlpame por querer divertirme en mis vacaciones.- dijo irónica.
- Pues escúchame bien, mientras este yo aquí, harás todo lo que te diga te guste o no.- dijo Harry, mas que una advertencia, parecía una amenaza.
Demi no dijo nada más. Era imposible tener una conversación normal con él sin que se enfadara y obviamente, la que salía perdiendo era ella. Cuanto extrañaba aquellas noches en que él le hacia el amor hasta las tantas de la madrugada… el caliente contacto de su piel con la suya, y sus besos, aquellos labios que le hacían gozar de placer, eran únicos. Todo en él era único, era especial. Y ahora lo veía con claridad, ahora las piezas del puzzle encajaban a la perfección. Ella lo amaba. Por primera vez, lo estaba viendo con otros ojos, y no como su tío favorito, el cual la mimaba cuando era una niña de trece años. No, era mucho más que eso. Lo estaba viendo como Joseph Jonas.
Y llego aquel día, en que jamás pensó que llegaría, pero se equivocó…
- En un rato mas llegaran tu madrastra y tu papá, Demi.- le dijo Joseph desde la cocina.
- Que bien.-dijo con sarcasmo, sin siquiera verlo.
Joseph suspiro y camino hacia la sala principal. La vio ahí, sentada en el sillón y leyendo un libro que parecía ser de Química.
- No te noto muy contenta, ¿No te alegra saber de que llegaran?
Demi suspiro con pesadez y cerró el libro para dejarlo a un lado del sillón. Alzó el mentón y lo miro.
- Para serte sincera no. Es más, preferiría que no volvieran.
- ¿Por qué?
- Porque así tendremos que terminar con todo lo que hemos empezado.
Joseph se la quedó mirando, tratando de encontrarle el sentido a sus palabras. De pronto, se río con amargura.
- ¿De qué te ríes?- preguntó Demi frunciendo el ceño. No recordaba haber dicho algo gracioso.
- Es que me resulta gracioso, porque… tú y yo nunca hemos empezado algo. Eres mi sobrina, Demi. Jamás te miraría con otros ojos.
- ¡Perdón!- había dicho por enésima vez Mark, después de lo ocurrido en la fiesta.- no sabes cuánto lo siento, pequeña…
- Eres un pésimo mejor amigo Mark.- gruño Demi.
- Lo sé. De seguro tu tío debe estar odiándome por dejarte sola.
- No tienes idea de cuanto. Por tu culpa ahora él esta enojado conmigo.
- Lo siento, se que él es muy importante para ti y bueno….- suspiro.- la cage.
- Si, la cagaste y demasiado.- dijo molesta.
- Perdóname, Demi... juro nunca mas volverlo a hacer.- dijo con arrepentimiento, y esque no le gustaba que ella estuviera enojada con él.- lo lamento…
Demi soltó una risita.
- Esta bien, ya paso solo olvídalo. Si te perdono, tonto.
Mark soltó un suspiro de alivio.
- Prometo nunca mas hacerlo, linda… oh, por cierto, ¿Quieres venir a mi casa hoy? Necesito hablarte sobre algo…
- No creo que pueda, Mark, esque…- y antes de que pudiera terminar la frase, el teléfono fue arrebatado violentamente de sus manos.- ¡Oye!
- ¿Es que acaso no fui lo suficientemente claro la ultima vez? Nada de llamadas.- dijo Joseph.
Demi lo fulminó con una mirada glacial.
- Solamente quería tomarme un tiempo de descanso. Discúlpame por querer divertirme en mis vacaciones.- dijo irónica.
- Pues escúchame bien, mientras este yo aquí, harás todo lo que te diga te guste o no.- dijo Harry, mas que una advertencia, parecía una amenaza.
Demi no dijo nada más. Era imposible tener una conversación normal con él sin que se enfadara y obviamente, la que salía perdiendo era ella. Cuanto extrañaba aquellas noches en que él le hacia el amor hasta las tantas de la madrugada… el caliente contacto de su piel con la suya, y sus besos, aquellos labios que le hacían gozar de placer, eran únicos. Todo en él era único, era especial. Y ahora lo veía con claridad, ahora las piezas del puzzle encajaban a la perfección. Ella lo amaba. Por primera vez, lo estaba viendo con otros ojos, y no como su tío favorito, el cual la mimaba cuando era una niña de trece años. No, era mucho más que eso. Lo estaba viendo como Joseph Jonas.
Y llego aquel día, en que jamás pensó que llegaría, pero se equivocó…
- En un rato mas llegaran tu madrastra y tu papá, Demi.- le dijo Joseph desde la cocina.
- Que bien.-dijo con sarcasmo, sin siquiera verlo.
Joseph suspiro y camino hacia la sala principal. La vio ahí, sentada en el sillón y leyendo un libro que parecía ser de Química.
- No te noto muy contenta, ¿No te alegra saber de que llegaran?
Demi suspiro con pesadez y cerró el libro para dejarlo a un lado del sillón. Alzó el mentón y lo miro.
- Para serte sincera no. Es más, preferiría que no volvieran.
- ¿Por qué?
- Porque así tendremos que terminar con todo lo que hemos empezado.
Joseph se la quedó mirando, tratando de encontrarle el sentido a sus palabras. De pronto, se río con amargura.
- ¿De qué te ríes?- preguntó Demi frunciendo el ceño. No recordaba haber dicho algo gracioso.
- Es que me resulta gracioso, porque… tú y yo nunca hemos empezado algo. Eres mi sobrina, Demi. Jamás te miraría con otros ojos.
Un Tío Malo Capitulo 15
Demi entró a la fiesta acompañada de Mark. Divisó a lo
lejos a Amanda, Mark le hizo una seña y esta se les acercó.
- Hola, cariño.- saludo él, rodeándola de la cintura y besándola suavemente en los labios.
- Hola Mark.- sonrío y dirigió su mirada hacia Demi.- hola Demi, ¿Cómo estás?
- Bien… ¿Y ustedes dos? En unos cuantos días más cumplen… ¿Cuánto? ¿Una semana?
- Dos semanas.- respondieron al unísono.
- Me alegro por ustedes… de veras, se ven tan bien juntos.- sonrío. Miró por detrás del hombro de Mark y vio a Susan, una amiga de la escuela.- luego los veo chicos, que se diviertan.
Demi caminó entremedio de las personas y fue hacia ella. En cuanto Susan la vio, ambas gritaron de la emoción y se abrazaron.
- Demi, que alegría volver a verte! Pensé que no vendrías a la fiesta.- dijo separándose del abrazo y sonriendo.
- Ni loca me la iba a perder, la fiesta esta increíble…
- ¿Cómo lo hiciste para venir? Creí que tu papá te había prohibido las salidas.
- Oh, es que…- se sonrojó. ¿Por qué se sonrojaba?- convencí a mi tío de que me dejara salir.
- ¿Tu tío? Oh, recuerdo que una vez lo vi… está buenísimo.- mordió su labio inferior.- no entiendo como no puede tener novia, con lo guapo que es…
Demi solo sonreía mientras la escuchaba hablar. Aunque por dentro, sintió una pequeña chispa de celos aparecer. ¿Por qué le ponía tan verde escucharla hablar de Joseph? No lo entendía. De repente, sintió unos brazos rodear su cintura por detrás y de inmediato se giró.
- Hola Demi.
- Ethan.- sonrío falsamente y tomo sus manos que se encontraban aun en su cintura para retirarlas suavemente de allí.- tanto tiempo, ¿Cómo estas?
- Bien… ¿Te gustaría bailar?
- No, gracias. Esque estoy con Susan.- dijo ganándose a un lado de ella, como para excusarse.
- Bueno, si cambias de opinión, solo avísame.- y sonrío seductoramente para luego alejarse.
- Es lo mejor.- le dijo Susan a su lado una vez que se fue.- Ethan no es para ti, mereces algo mejor.
- Lo sé.
Siguió ahí parada, mirando el mismo punto fijo en que Ethan se fue. Era guapo, si. Hubo una vez que había caído enamorada de él, como la mayoría de las chicas de la escuela, pero ahora que estaba Justin, todo cambió. Ethan era el típico chico mujeriego el cual todas las chicas mueren por él, pero eso a Demi nada más la asqueaba.
- Bueno, no te quedes parada ahí. Vamos a bailar.- dijo Susan, la jaló del brazo y se la llevo al centro de la pista de baile.
Y unos cuantos movimientos de caderas, de parte de ellas, bastaron para que los chicos se les acercaran. Bailaron junto con unos cuantos amigos de la escuela, los cuales Demi no los había vuelto a ver desde que salieron de vacaciones. Se lo estaba pasando en grande, hasta que…
- Demi, ¿Sabes qué hora es?- preguntó Susana, elevando la voz, pues la música impedía poder escuchar bien.
La sonrisa de Demi se esfumó, y el terror invadió su rostro. Rogando por que no fuera tan tarde, buscó el celular entre su bolso y se fijo en la hora, pero no fue eso lo que le llamo mas la atención, sino la cantidad de mensajes y llamadas que tenia perdidas. Treinta y dos llamadas pérdidas y trece mensajes. Y para empeorar, eran las una y media de la mañana.
« Mierda, mierda, mierda » se repetía una y otra vez.
- Es demasiado tarde.- dijo Demi, con la cara llena de miedo.- joder, mi tío me matará. Lo lamento tengo que irme Susan.- y se alejó de ella sin siquiera esperar su respuesta.
Demi se abrió paso entremedio de la gente y busco a Mark. Lo encontró ahí, en una esquina besuqueándose con Amanda. Camino hacia él y le habló interrumpiendo el momento.
- Mark… es muy tarde, llévame a casa por favor.- le dijo pero este lo ignoro. Lo tomo del brazo y lo sacudió.- ¡Mark!
- ¿Qué pasa?- pregunto, un tanto confundió.
- Pasa que mi tío me matara. Llévame a casa. Ven, vamos.- lo jalo del brazo pero él no se movió.- muévete.
- Lo lamento, es que prometí llevar a Amanda a su casa.- giró la cabeza para verla. Ella sonrío.- pídele a Susan que te lleve.- dijo simplemente, volvió a besarla y desapareció. Demi estaba tan sorprendida que ni siquiera se inmutó para seguirlo.
Se giró sobre sus talones, y de repente, estaba Ethan al frente de ella.
- Veo que necesitas alguien quien te lleve. Puedo ir a dejarte, si quieres.- le propuso.
Demi dudó un poco en contestar. Pero bueno, no tenía otra opción.
- Está bien.- aceptó y se fue con él.
Salieron fuera de la fiesta y se subieron al auto de Ethan. Tal cual como prometió, la llevo y aparcó fuera de su casa. Ambos se bajaron.
- Bueno, gracias Ethan. Te debo una.- sonrío de la manera mas linda posible y se acerco para besarlo en la mejilla. Al momento de hacerlo él la tomo de la muñeca e impidió que se pudiera ir.- debo irme…
- No lo creo.- sonrío.- ¿Qué te parece si disfrutamos un rato los dos juntos?- deslizó una de sus manos por su espalda, hasta llegar a su cadera.
- No gracias.- dijo e intento apartarse de él empujándolo. Pero el no la dejó.- suéltame.
Ethan la ignoró y bajo sus manos hasta su trasero. Apretó. Demi se sobresaltó y alzó la mano para abofetearlo, pero no izo falta ya que de repente, no sabía cómo pero Joseph estaba al frente de ella y estaba golpeando a Ethan en el suelo. Todo ocurrió tan rápido, que ni siquiera le dio tiempo para reaccionar.
- Le vuelves a poner una mano encima, y te rompo la cabeza.- lo jaló del brazo y lo obligó a meterse al auto. Él arrancó asustado y el auto desapareció.
Joseph se giró y fulmino a Demi con la mirada. Demi pudo notar la furia en sus ojos, pero sobre todo terror. Joseph la cogió del brazo y la llevo dentro de la casa. Ya ahí dentro, se desató la pelea.
- ¿Quién era él? ¡Maldita sea Demi! Te dejo ir a una fiesta, ¿Y así es como me pagas?
- ¡Lo sé y lo lamento!- gritó al borde de las lágrimas.- por favor perdóname…
Joseph negó con la cabeza.
- Esto es demasiado. ¿No pudiste haberme contestado mis llamadas, por lo menos?
- No escuche el celular, de veras lo siento tío…
- Confíe en ti.
Y ella ya no lo aguantó. Las lágrimas se hicieron presentes. Sin siquiera pensarlo dos veces, fue hacia él y lo abrazo con todas sus fuerzas. Él permaneció inmóvil.
- Por favor, perdóname.- sollozó. Joseph no dijo nada.- dime algo…
- ¿Quieres que te diga algo? Esta bien, y escúchame bien por que no lo volveré a repetir… nada de salidas, televisión, celular ni computador hasta que lleguen tus papas, ¿Entendiste?- la tomo de los hombros y la aparto de él. Se abrió paso entre la sala y desapareció por las escaleras.
Demi escuchó el fuerte sonido de la puerta cerrarse y se sentó en el sillón para llorar. Y esque aun no entendía… cómo una simple noche podía terminar tan mal.
- Hola, cariño.- saludo él, rodeándola de la cintura y besándola suavemente en los labios.
- Hola Mark.- sonrío y dirigió su mirada hacia Demi.- hola Demi, ¿Cómo estás?
- Bien… ¿Y ustedes dos? En unos cuantos días más cumplen… ¿Cuánto? ¿Una semana?
- Dos semanas.- respondieron al unísono.
- Me alegro por ustedes… de veras, se ven tan bien juntos.- sonrío. Miró por detrás del hombro de Mark y vio a Susan, una amiga de la escuela.- luego los veo chicos, que se diviertan.
Demi caminó entremedio de las personas y fue hacia ella. En cuanto Susan la vio, ambas gritaron de la emoción y se abrazaron.
- Demi, que alegría volver a verte! Pensé que no vendrías a la fiesta.- dijo separándose del abrazo y sonriendo.
- Ni loca me la iba a perder, la fiesta esta increíble…
- ¿Cómo lo hiciste para venir? Creí que tu papá te había prohibido las salidas.
- Oh, es que…- se sonrojó. ¿Por qué se sonrojaba?- convencí a mi tío de que me dejara salir.
- ¿Tu tío? Oh, recuerdo que una vez lo vi… está buenísimo.- mordió su labio inferior.- no entiendo como no puede tener novia, con lo guapo que es…
Demi solo sonreía mientras la escuchaba hablar. Aunque por dentro, sintió una pequeña chispa de celos aparecer. ¿Por qué le ponía tan verde escucharla hablar de Joseph? No lo entendía. De repente, sintió unos brazos rodear su cintura por detrás y de inmediato se giró.
- Hola Demi.
- Ethan.- sonrío falsamente y tomo sus manos que se encontraban aun en su cintura para retirarlas suavemente de allí.- tanto tiempo, ¿Cómo estas?
- Bien… ¿Te gustaría bailar?
- No, gracias. Esque estoy con Susan.- dijo ganándose a un lado de ella, como para excusarse.
- Bueno, si cambias de opinión, solo avísame.- y sonrío seductoramente para luego alejarse.
- Es lo mejor.- le dijo Susan a su lado una vez que se fue.- Ethan no es para ti, mereces algo mejor.
- Lo sé.
Siguió ahí parada, mirando el mismo punto fijo en que Ethan se fue. Era guapo, si. Hubo una vez que había caído enamorada de él, como la mayoría de las chicas de la escuela, pero ahora que estaba Justin, todo cambió. Ethan era el típico chico mujeriego el cual todas las chicas mueren por él, pero eso a Demi nada más la asqueaba.
- Bueno, no te quedes parada ahí. Vamos a bailar.- dijo Susan, la jaló del brazo y se la llevo al centro de la pista de baile.
Y unos cuantos movimientos de caderas, de parte de ellas, bastaron para que los chicos se les acercaran. Bailaron junto con unos cuantos amigos de la escuela, los cuales Demi no los había vuelto a ver desde que salieron de vacaciones. Se lo estaba pasando en grande, hasta que…
- Demi, ¿Sabes qué hora es?- preguntó Susana, elevando la voz, pues la música impedía poder escuchar bien.
La sonrisa de Demi se esfumó, y el terror invadió su rostro. Rogando por que no fuera tan tarde, buscó el celular entre su bolso y se fijo en la hora, pero no fue eso lo que le llamo mas la atención, sino la cantidad de mensajes y llamadas que tenia perdidas. Treinta y dos llamadas pérdidas y trece mensajes. Y para empeorar, eran las una y media de la mañana.
« Mierda, mierda, mierda » se repetía una y otra vez.
- Es demasiado tarde.- dijo Demi, con la cara llena de miedo.- joder, mi tío me matará. Lo lamento tengo que irme Susan.- y se alejó de ella sin siquiera esperar su respuesta.
Demi se abrió paso entremedio de la gente y busco a Mark. Lo encontró ahí, en una esquina besuqueándose con Amanda. Camino hacia él y le habló interrumpiendo el momento.
- Mark… es muy tarde, llévame a casa por favor.- le dijo pero este lo ignoro. Lo tomo del brazo y lo sacudió.- ¡Mark!
- ¿Qué pasa?- pregunto, un tanto confundió.
- Pasa que mi tío me matara. Llévame a casa. Ven, vamos.- lo jalo del brazo pero él no se movió.- muévete.
- Lo lamento, es que prometí llevar a Amanda a su casa.- giró la cabeza para verla. Ella sonrío.- pídele a Susan que te lleve.- dijo simplemente, volvió a besarla y desapareció. Demi estaba tan sorprendida que ni siquiera se inmutó para seguirlo.
Se giró sobre sus talones, y de repente, estaba Ethan al frente de ella.
- Veo que necesitas alguien quien te lleve. Puedo ir a dejarte, si quieres.- le propuso.
Demi dudó un poco en contestar. Pero bueno, no tenía otra opción.
- Está bien.- aceptó y se fue con él.
Salieron fuera de la fiesta y se subieron al auto de Ethan. Tal cual como prometió, la llevo y aparcó fuera de su casa. Ambos se bajaron.
- Bueno, gracias Ethan. Te debo una.- sonrío de la manera mas linda posible y se acerco para besarlo en la mejilla. Al momento de hacerlo él la tomo de la muñeca e impidió que se pudiera ir.- debo irme…
- No lo creo.- sonrío.- ¿Qué te parece si disfrutamos un rato los dos juntos?- deslizó una de sus manos por su espalda, hasta llegar a su cadera.
- No gracias.- dijo e intento apartarse de él empujándolo. Pero el no la dejó.- suéltame.
Ethan la ignoró y bajo sus manos hasta su trasero. Apretó. Demi se sobresaltó y alzó la mano para abofetearlo, pero no izo falta ya que de repente, no sabía cómo pero Joseph estaba al frente de ella y estaba golpeando a Ethan en el suelo. Todo ocurrió tan rápido, que ni siquiera le dio tiempo para reaccionar.
- Le vuelves a poner una mano encima, y te rompo la cabeza.- lo jaló del brazo y lo obligó a meterse al auto. Él arrancó asustado y el auto desapareció.
Joseph se giró y fulmino a Demi con la mirada. Demi pudo notar la furia en sus ojos, pero sobre todo terror. Joseph la cogió del brazo y la llevo dentro de la casa. Ya ahí dentro, se desató la pelea.
- ¿Quién era él? ¡Maldita sea Demi! Te dejo ir a una fiesta, ¿Y así es como me pagas?
- ¡Lo sé y lo lamento!- gritó al borde de las lágrimas.- por favor perdóname…
Joseph negó con la cabeza.
- Esto es demasiado. ¿No pudiste haberme contestado mis llamadas, por lo menos?
- No escuche el celular, de veras lo siento tío…
- Confíe en ti.
Y ella ya no lo aguantó. Las lágrimas se hicieron presentes. Sin siquiera pensarlo dos veces, fue hacia él y lo abrazo con todas sus fuerzas. Él permaneció inmóvil.
- Por favor, perdóname.- sollozó. Joseph no dijo nada.- dime algo…
- ¿Quieres que te diga algo? Esta bien, y escúchame bien por que no lo volveré a repetir… nada de salidas, televisión, celular ni computador hasta que lleguen tus papas, ¿Entendiste?- la tomo de los hombros y la aparto de él. Se abrió paso entre la sala y desapareció por las escaleras.
Demi escuchó el fuerte sonido de la puerta cerrarse y se sentó en el sillón para llorar. Y esque aun no entendía… cómo una simple noche podía terminar tan mal.
Un Tío Malo Capitulo 14
Demi se retoco el maquillaje una vez más. Se miró al espejo
de cuerpo completo. Lucia hermosa con aquel vestido de fiesta color negro,
strapless, el cual ceñía cada una de sus muy bien formadas curvas. Traía el
pelo recogido, y unos aros colgantes que rozaban sus hombros, haciendo que su
cuello se viera más largo. Termino por colocarse sus zapatos de taco alto y
cogió su pequeño bolso. Bajó las escaleras asiendo
que sus tacos sonaran con cada paso que daba y buscó a Joseph.
- ¿Tío?- lo llamó.
- Aquí estoy.- respondió desde la sala. Demi fue hacia allá y se encontró a su tío viendo televisión.- ¿Ya te vas?- pregunto sin voltearse a verla.
- Sí. Vuelvo a las doce.- dijo y se giró para irse, pero él la detuvo.
- Espera, yo te voy a dejar.- apagó la televisión, se levantó y se giró.
Él la miro de pies a cabeza. Su vestido no le llegaba más abajo del muslo y su escote era algo… revelador.
- ¿No traes puesto un vestido muy corto? Demi entrecerró los ojos.
- No esta corto. Y no te preocupes, Mark pasara por mí.
Antes de que Joseph pudiera decir algo el claxon de un auto se escuchó desde afuera.
- Es él.- sonrío ella, se acercó a él y se colocó en puntitas para besarlo suavemente en los labios.- nos vemos después.- se volteo pero Joseph la cogió del brazo, atrayéndola hacia él.- ¿Qué pasa?
- Me gustaría conocer a ese tal Mark.- dijo y aun sujetándola del brazo, se la llevo afuera.
Juntos salieron y efectivamente Mark estaba ahí. Sonrío cuando vio a Demi pero enseguida su sonrisa se esfumó al verla acompañada de Joseph.
- Hola Mark.- saludo Demi, besándolo en la mejilla.
- Hola, pequeña.
Joseph frunció el ceño ante el apodo que utilizó para hablarle a ella. Así solía llamarla él.
- Soy el tío de Demi.- se presentó Joseph, extendiendo el brazo.
Los dos hombres se estrecharon la mano.
- Un gusto.
- La quiero de vuelta a las doce en punto aquí.- dijo refiriéndose a Demi.
- No se preocupe, yo me encargare de regresarla sana y salva.
- Bueno.- dijo Demi.- ¿Nos vamos Mark?- lo tomo del brazo y lo alejó de Joseph, dirigiéndolo hacia el auto.
- Claro.- sonrío.- oh, por cierto, estas bellísima.- le dijo, creyendo de que Joseph ya no los escucharía, pero se equivocó y Joseph lo fulmino con la mirada.- creo que… mejor te espero en el auto Demi.- dijo nervioso, y encogiéndose de hombros se alejó.
Demi se giró sobre sus talones para enfrentar a Joseph con la mirada.
- ¿Qué?- dijo él.
- ¿Cómo que qué?
- Lo lamento, es que es inevitable.- acaricio su mejilla.- aunque debo admitir, que él tiene razón en algo… estas hermosa.
Ella sonrío.
- Gracias.
- Cuídate mucho, ¿Si?
- Tío, es solo una fiesta. Nada malo me sucederá.
Joseph dudó un poco antes de contestar.
- Tienes razón. Bueno, ve y diviértete.- y dándole una cachetada en el trasero la adelanto a caminar. Aunque tenía un mal presentimiento de lo que iba a ocurrir en esa noche.
- ¿Tío?- lo llamó.
- Aquí estoy.- respondió desde la sala. Demi fue hacia allá y se encontró a su tío viendo televisión.- ¿Ya te vas?- pregunto sin voltearse a verla.
- Sí. Vuelvo a las doce.- dijo y se giró para irse, pero él la detuvo.
- Espera, yo te voy a dejar.- apagó la televisión, se levantó y se giró.
Él la miro de pies a cabeza. Su vestido no le llegaba más abajo del muslo y su escote era algo… revelador.
- ¿No traes puesto un vestido muy corto? Demi entrecerró los ojos.
- No esta corto. Y no te preocupes, Mark pasara por mí.
Antes de que Joseph pudiera decir algo el claxon de un auto se escuchó desde afuera.
- Es él.- sonrío ella, se acercó a él y se colocó en puntitas para besarlo suavemente en los labios.- nos vemos después.- se volteo pero Joseph la cogió del brazo, atrayéndola hacia él.- ¿Qué pasa?
- Me gustaría conocer a ese tal Mark.- dijo y aun sujetándola del brazo, se la llevo afuera.
Juntos salieron y efectivamente Mark estaba ahí. Sonrío cuando vio a Demi pero enseguida su sonrisa se esfumó al verla acompañada de Joseph.
- Hola Mark.- saludo Demi, besándolo en la mejilla.
- Hola, pequeña.
Joseph frunció el ceño ante el apodo que utilizó para hablarle a ella. Así solía llamarla él.
- Soy el tío de Demi.- se presentó Joseph, extendiendo el brazo.
Los dos hombres se estrecharon la mano.
- Un gusto.
- La quiero de vuelta a las doce en punto aquí.- dijo refiriéndose a Demi.
- No se preocupe, yo me encargare de regresarla sana y salva.
- Bueno.- dijo Demi.- ¿Nos vamos Mark?- lo tomo del brazo y lo alejó de Joseph, dirigiéndolo hacia el auto.
- Claro.- sonrío.- oh, por cierto, estas bellísima.- le dijo, creyendo de que Joseph ya no los escucharía, pero se equivocó y Joseph lo fulmino con la mirada.- creo que… mejor te espero en el auto Demi.- dijo nervioso, y encogiéndose de hombros se alejó.
Demi se giró sobre sus talones para enfrentar a Joseph con la mirada.
- ¿Qué?- dijo él.
- ¿Cómo que qué?
- Lo lamento, es que es inevitable.- acaricio su mejilla.- aunque debo admitir, que él tiene razón en algo… estas hermosa.
Ella sonrío.
- Gracias.
- Cuídate mucho, ¿Si?
- Tío, es solo una fiesta. Nada malo me sucederá.
Joseph dudó un poco antes de contestar.
- Tienes razón. Bueno, ve y diviértete.- y dándole una cachetada en el trasero la adelanto a caminar. Aunque tenía un mal presentimiento de lo que iba a ocurrir en esa noche.
viernes, 30 de agosto de 2013
Un Tío Malo Capitulo 13
- Lo estamos pasando bien.- dijo, fingiendo desinterés.- un
poco aburrido pero bien.
- Lamento que no
puedas salir, cariño. Pero ya sabes cómo es tu papá.- suspiro.
- Él aún sigue enfadado conmigo.
- Ya se le pasara.- dijo, pero Demi no le creyó ni por un segundo.- te prometo que hablaré
con él, are hasta lo imposible para que te baje el castigo.
Demi sonrío. Mónica la quería a ella como si fuera
su propia hija y había sido una estupenda madrastra desde que su mamá murió.
- Gracias, Mónica.
- No hay de qué. Bueno, tengo que colgar ahora porque
tu padre y yo iremos a la playa. Mándale saludos a Joseph.
- Esta bien, que se diviertan. Adiós.- y colgó.
Demi se dio la vuelta y se acurrucó al lado de Joseph. Él suspiro cuando sintió la suavidad de sus pechos
sobre su torso.
- Era Mónica, te manda saludos.- dijo, acariciando
su torso con la yema de sus dedos.- vuelven dentro de dos semanas.
- Entonces, hay que aprovechar estas dos semanas al
máximo.- la cogió de las caderas y la posiciono a horcajadas encima de él.
- Me parece una estupenda idea.- sonrío y se inclinó
para besarlo.
Y así fueron pasando los días. La mayoría de las
noches él la tocaba, le hacia el amor.
Y cada vez más se hacía claro el
sentimiento que Joseph sentía por ella.
No era la atracción sexual o el simple
cariño que le tenía a su sobrina, era mucho más que eso.
Él la amaba. Se había
enamorado de la persona menos indicada de todo el mundo. Anhelaba el día en que
pudiera llevársela lejos y hacerle el amor hasta el amanecer.
Si tan solo la
hubiera conocido en otra situación y no por parte de su hermana, todo sería tan
diferente…
Demi llegó corriendo a la sala principal. Se sentó
al lado de Joseph, quien veía televisión. Joseph pasó su brazo sobre sus hombros, para así envolverla y
acercarla más hacia él.
- Tío....-dijo ella, con la voz más tierna que pudo
hacer.
- ¿Si?- dijo despegando la mirada de la televisión
para verla.
- Sabes....- acaricio su cabello y jugueteó un poco
con el.- hay una fiesta hoy en la noche, en la casa de los Johnson.
Joseph alzó una ceja.
- Y me imagino que quieres ir…
- Si.- besó su mejilla.- por favor.- le dijo
suplicante.
- Mmh….- pensó.- ¿Quiénes irán?
- Solo unos cuantos amigos de la escuela. Entre
ellos estará Mark.
- No lo sé… ese tal Mark no me cae bien.
- ¡Tío!- alargó frunciendo el ceño.
- Bueno, está bien. Pero regresas a las 10, como
habíamos acordado.
- Tío….-hizo un puchero.
- ¿Qué pasa?
- La fiesta es a las ocho. ¿No me dejarías tú,
llegar a casa a las 12?- preguntó delicadamente.
Joseph puso cara de pensativo.
- Déjame pensarlo… no.
- ¡Por favor!- pidió.- prometo portarme bien.- dijo
dándole doble sentido a las palabras, con una voz tan sensual que Joseph se estremeció. No podía decirle que no con tremenda
oferta.
- Te quiero ver a las 12 en punto aquí. Ni un
minuto más.
Demi sonrío, se lanzó a los brazos de su tío y lo
abrazo con todas las fuerzas que tenía.
- ¡Te quiero!- y tan rápido como lo abrazó, se separó
de él y desapareció por las escaleras.
Joseph se la quedo viendo mientras subía por las
escaleras. Negó con la cabeza al mismo tiempo que reía.
Un Tío Malo Capitulo 12
Joseph enterró sus dedos en la cintura de ella. Levanto las
caderas, empujando y metiendo más su pene en el coño de ella.
- Si, si, si.-
gimoteó Demi.
- Móntame más.- gruño Joseph, observando la expresión de placer en su rostro.- más
rápido…
Demi se apoyó de los hombros de Joseph para aumentar la rapidez con que daba la cabalgata. Joseph arqueó las caderas, ayudándola más cogiéndole duro.
Los
pechos de Demi se mecían al ritmo de la
cabalgata, y la cama crujía al mismo tiempo que ella saltaba, arriba y abajo,
por toda la polla de Joseph, desde el
principio hasta el final.
- Oh… si, justo así, nena… no pares… mmh…- gimió de
placer, sintiendo como ahora Demi movía sus
caderas, en círculos, mientras el pene duro de Joseph salía y metía, centímetro por centímetro, por todo su
coño.
- Tío, yo… ah.- jadeó Demi.
Joseph la cogió del culo, apretándola más hacia él.
- ¿Tú que húmedo de Demi ceñía con fuerza todo su pene.- ¡Me corro! Demi arqueo la espalda y los primeros espasmos hicieron
efecto en ella, sacudiéndola de placer hasta el punto extremo de no poder más.
Joseph terminó por acompañarla, tocando el cielo, sintiendo
como toda su semilla terminaba por ser derramada hasta el fondo de ella, y
todos los jugos de Demi chorreaban por toda
su polla hasta las bolas.
Respirando agitadamente, Demi salió de él y se acomodó en la cama a un lado para
dormir, rodeada por los brazos de Joseph,
sintiéndose… amada.
Al día siguiente Demi se despertó con la mirada de Joseph puesta sobre ella. Sonrío.
- ¿Qué miras?- pregunto ella, esbozando una tímida
sonrisa.
- A ti. Eres hermosa durmiendo.- paso su brazo por
el hombro de ella y la acerco más a él.
Ella escondió su rostro en el cuello de
él.- ¿Te has dado cuenta que siempre terminamos haciéndolo en el cuarto de
Mónica y tu papá?- se rió.
Demi se sonrojo.
- Cállate, tonto.- alcanzó una almohada detrás de
ella y se la tiró a la cara.
- ¿Por qué?- dijo, haciéndose el ofendido.- ahora
entiendo por qué a Erik le gusta tanto esta cama.
- Eres de lo peor.- y riéndose, se escondió bajo
las sabanas.
Joseph también río. Parecían dos críos, jugando a
pillarse.
Él empezó a pellizcarle y hacerle cosquillas a Demi mientras que ella se retorcía de la risa.
Era una niña,
pero… era su niña. Joseph levantó la sabana
y cuando la encontró, la beso… demostrándole que si la amaba aunque no lo
demostrara.
De repente, el teléfono sonó. Demi estiro el brazo, lo alcanzó y contesto.
- ¿Alo?
- ¡Hola Demi!
- Hola Mónica.- saludó, sonriente.- ¿Cómo lo están
pasando por allá?
- Excelente, solo venía a decirte que dentro de dos
semanas estaremos allá con ustedes.- le dijo, y a Demi por una extraña razón, le decepcionó oír eso.- ¿Y tú con
Joseph? ¿Cómo lo están pasando?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)